Ruta 401
El Blog de los Profesionales del Taller

Generalmente, cuando se repinta una pieza de un vehículo no es necesario quitar toda la pintura que la recubre, ya que solo se elimina la zona en la que se ha producido el daño. Para retirar esta pintura y lijar el resto de la pieza, se utilizan métodos abrasivos con distinta granulometría y poder de abrasión.

Dentro de los sistemas de fijación característicos del ensamblaje de un vehículo, las uniones roscadas son una opción bastante empleada. Entre las distintas uniones roscadas de la parte mecánica del vehículo, algunas están formadas por tuberías y conexiones roscadas metálicas que se ven sometidas a cierta presión interna durante el funcionamiento del circuito. Para evitar pérdidas, fugas de líquidos o gases y permitir el funcionamiento óptimo del sistema mecánico en cuestión, es necesario aplicar productos sellantes como LOCTITE 55 sobre estas zonas.

LOCTITE 55 es un hilo sellador de roscas diseñado específicamente para ser utilizado en estos casos. Esto hace que su forma de uso esté totalmente adaptada a estas situaciones, a la vez que le confiere un comportamiento ideal en condiciones de trabajo bajo presión. Y por todo esto resulta tan útil conocer la función, las características, la aplicación y otros detalles de este producto que se van a comentar a continuación. 

Los adhesivos son una solución indispensable en el sector de la automoción, tanto en fabricación como en reparación. Por ello, la presencia de adhesivos en el automóvil, como el pegamento en spray, se ha incrementado significativamente en los últimos años hasta ocupar un puesto muy relevante.  

La luna delantera de un vehículo es el elemento que permite que el conductor tenga visibilidad de lo que está pasando a su alrededor y, en caso de sufrir algún daño, es imprescindible repararlo en la mayor brevedad. Por ello, cambiar la luna delantera es una operación frecuente que se realiza tanto en talleres tradicionales de carrocería y pintura como en talleres específicos de sustitución de lunas.

El proceso de pulido de un vehículo permite que la pintura de acabado vuelva a recobrar la vistosidad y el acabado que tenía cuando el vehículo era nuevo. Durante el paso del tiempo, la pintura se ve sometida a distintas agresiones que provocan su deterioro. Factores metereológicos, roces, excrementos de pájaro o los rodillos de los lavaderos son algunos ejemplos de situaciones en las que la pintura de cualquier vehículo puede verse dañada. 

La pintura, de hecho, es un aspecto estético de la carrocería que debe cuidarse y tratarse con esmero. La mayoría de propietarios suelen fijarse en ello después de una reparación de chapa y pintura. Por ello, es imprescindible que en los talleres se dedique tiempo a trabajar los acabados de cada vehículo, así como buscar la mayor eficiencia posible durante el proceso de trabajo. Para lograr estos objetivos, se puede usar el pulimento para coches, un producto indispensable en cualquier taller de pintura. 

Con el paso del tiempo, se pueden desgastar e incluso romper algunas piezas plásticas, lo que puede generar ruidos molestos al circular y torsionar el vehículo. En muchas ocasiones, no es posible sustituir la pieza afectada porque el fabricante o bien no la despieza o bien la suministra en un conjunto, lo que implica una inversión mayor en la reparación. Así, para solventar este tipo de averías, los técnicos de taller suelen optar por productos adhesivos de gran eficacia y garantía, como LOCTITE Double Bubble.

La utilización de materiales plásticos de forma generalizada introdujo un nuevo reto en los talleres de automoción, especialmente en los de carrocería y pintura. Muchos componentes pasaron a fabricarse con materiales sintéticos, lo que obligó a los profesionales del taller a adaptarse a este nuevo material que poco tenía que ver con el acero. Por tanto, el restaurar plásticos exteriores del coche, es un reto para los talleres que quieren aportar calidad a sus clientes y optan por ofrecer un servicio integral de reparación.

La formación de juntas en el taller de mecánica es una operación común cuando se efectúan reparaciones sobre órganos mecánicos compuestos por distintas piezas ensambladas entre sí. Entre los componentes se intercala un elemento elástico, denominado junta, que asegura la estanqueidad de la unión o brida. Algunos ejemplos de situaciones en las que es necesario formar juntas tras una reparación son la unión existente entre el conjunto de bloque de motor, la culata y la tapa de balancines o en el registro de algunas cajas de cambio.

El barniz o laca es un tipo de pintura translúcida utilizada en muchos sectores industriales como revestimiento final de un determinado soporte que puede haber sido pintado previamente con un color concreto. En automoción, el barniz para coche se aplica en superficies reparadas sobre las que se aplica color previamente, o superficies ya barnizadas que se han lijado.

La reparación de un vehículo en el taller de carrocería pasa por trabajar con materiales de distinta naturaleza como el metal, el plástico, el caucho, el cuero o la tela. De todos estos materiales, las piezas metálicas y los plásticos son los sustratos más comunes sobre los que el profesional del taller ha de trabajar.

Además, dentro de estas dos opciones, el material estrella en las carrocerías actuales sigue siendo el acero, ya que,a pesar de que el plástico y aluminio han ido ganando importancia, este metal sigue representando más de tres cuartas partes del vehículo.