Aunque el vehículo suele alertar de las posibles averías a través de los diferentes testigos luminosos del cuadro de mandos, también puede pasar que algunas de ellas se hagan evidentes por otros medios, como cuando el coche da tirones durante la marcha.
Es importante prestar especial atención a las circunstancias bajo las cuales el vehículo da este problema (revoluciones del motor, velocidad, etc.), ya que esta información facilita al técnico del taller la diagnosis de la avería.
Posibles causas por las que el coche da tirones
Cuando un coche da tirones, las causas pueden ser diversas. A continuación, se citan las de mayor relevancia:
- Anomalías en la inyección de combustible. Es posible que el vehículo presente este efecto porque existan fallos en el sistema de inyección. Sus causas pueden ser varias: inyectores en mal estado (desgastados u obstruidos), válvula reguladora de caudal o bomba de inyección defectuosas, etc.
De las anteriormente citadas, la causa de avería en el sistema de inyección más común consiste en un problema en los inyectores. Ante esta situación, es recomendable no circular con el vehículo para evitar que la avería empeore, ya que un inyector agarrado puede llegar a provocar daños en otros costosos componentes del motor, como el catalizador o los cilindros. En este caso, el vehículo podría llegar a detenerse y desprender olor a combustible. -
Válvula EGR en mal estado. Las anomalías en la válvula EGR pueden provocar que el coche dé tirones (en este caso, además, se pueden percibir otros síntomas como el encendido del testigo de Gestión de motor, falta de potencia en el vehículo, dificultad en el arranque y un consumo excesivo de combustible).
Las causas más comunes de avería en la válvula EGR son los defectos eléctricos o la suciedad acumulada en la misma (carbonilla residual de los propios gases de escape y del lubricante del motor). El limpiador LOCTITE SF 7235, primariamente concebido para la limpieza del sistema de frenos, es igualmente ideal para eliminar la carbonilla de los sistemas de los inyectores.
La válvula EGR se encarga de recircular hacia la admisión parte de los gases de escape para reducir las emisiones nocivas que el vehículo expulsa. Por ello, es importante atender lo antes posible esta avería.
La solución es sencilla y consiste en la limpieza de la válvula mediante productos especializados que permiten restablecer el rendimiento del motor.
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Defectos eléctricos en bobinas, bujías, pedal del acelerador, ECU, etc. En ocasiones, el paso del tiempo, los cambios bruscos de temperatura en diferentes componentes, la humedad, etc. pueden ocasionar averías eléctricas que se traducen en que el coche da tirones durante la marcha. Entre las consecuencias más comunes de esta avería se encuentran el mal contacto en las bobinas de encendido, un fallo de bujías, un defecto eléctrico en el pedal del acelerador o anomalías en la ECU.
Cuando una conexión eléctrica se daña, tiende a sulfatarse y provocar fallos de conductividad. Salvo que el conexionado esté muy deteriorado y requiera ser sustituido, existe la opción de limpiarlo con productos especializados como LOCTITE SF 7039. Este producto, además de limpiar el daño, cubre la superficie del cableado con una capa impermeable que lo protege de la oxidación.
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Catalizador en mal estado. El catalizador puede fallar como consecuencia de una avería primaria en algún componente relacionado con el mismo, aunque lo más común es que el problema se deba a la obstrucción del propio catalizador. Un catalizador obstruido implica que la malla que retiene las partículas de la combustión se tupe e impide la salida de los gases. Estos gases se acumulan y salen de forma irregular e intermitente, generando estos tirones. Además, se corre el riesgo de que se tapone la salida de humos y el motor se vea perjudicado por culpa del retroceso de los gases.
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Combustible erróneo o en mal estado. Detectar a tiempo un repostaje erróneo puede evitar una avería mayor. Si se ha repostado combustible recientemente y se perciben pequeños tirones en el coche, es conveniente tomarse este síntoma como señal de alarma y comprobar, con la ayuda de un técnico especializado, si el combustible repostado es el idóneo. De no ser así, se debe extraer y han de tomarse las acciones precisas para evitar posibles daños mayores.
En el caso de un vehículo de gasolina al que se le haya introducido diésel, además de un vaciado y una limpieza del depósito, también es necesaria la limpieza de los conductos y la sustitución del filtro de combustible. En un caso extremo, también podría verse afectado el catalizador.
Por otra parte, si un vehículo diésel ha repostado gasolina, además de un vaciado y una limpieza del depósito, también es necesaria la limpieza de los conductos y la sustitución del filtro de combustible. En un caso extremo, también podrían verse dañados los inyectores y la bomba de inyección.
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Filtros obstruidos (aire, combustible, etc). El correcto mantenimiento del vehículo es esencial para alargar la vida útil del motor. Circular con los filtros en mal estado puede ser el problema cuando un coche da tirones durante la marcha, presenta dificultades de arranque, averías en los caudalímetros, etc.
Los tirones, en este caso, se deben al taponamiento del filtro por la excesiva suciedad acumulada, lo que no permite una libre circulación del combustible o del aire.
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Anomalías en la caja de cambios. Si la caja de cambios no conecta correctamente con el motor, pueden generarse tirones a ciertas velocidades. Los motivos principales suelen ser el mal estado del convertidor de par del cambio automático o bien el desgaste de los discos de embrague. Ambas causas ocasionan el resbalamiento interno de la caja de cambios. Salvo que los tirones estén acompañados de golpes, esta avería puede subsanarse sustituyendo el aceite de la caja de cambios.
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Acumulación de carbonilla en el sistema de recirculación de los gases de escape. La carbonilla acumulada en el circuito de gases de escape (en las paredes y en diferentes componentes del circuito) provoca el atascamiento de los gases, cosa que puede llegar a provocar tironeos durante la marcha del vehículo. Otro posible síntoma de este problema es la expulsión de bocanadas de humo negro por el escape. Una solución a esta avería consiste en desmontar todos los componentes y limpiarlos con un limpiador de piezas de uso general como, por ejemplo, LOCTITE SF 7063 o con limpiadores de frenos de alto poder desengrasante como LOCTITE SF 7235.
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Caudalímetro en mal estado. El medidor de masa de aire, debímetro o caudalímetro mide la masa de aire que entra en el colector de admisión desde el exterior. Si el filtro de aire se encuentra contaminado, puede afectar al funcionamiento del caudalímetro, provocando que el vehículo tironee o pierda potencia. En estas situaciones, lo habitual es que se encienda el testigo de Gestión de motor en el cuadro de instrumentos. Para solventar esta avería es necesario renovar el filtro de aire del motor y el caudalímetro.
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Mariposa del motor en mal estado. La mariposa permite regular el caudal de aire que entra en el motor para conseguir llenar los cilindros de forma rápida y eficiente y así lograr una combustión óptima. Cuando la mariposa del motor falla, hay escasez o exceso de aire en los cilindros, causando que el coche dé tirones, pierda potencia y tenga un mayor consumo de combustible. En algunas ocasiones, es posible solucionar esta avería realizando una limpieza del componente con un limpiador de piezas de uso general como LOCTITE SF 7063 y, en otras, es necesaria la renovación de la mariposa. Utilizar LOCTITE SF 7235 para retirar la carbonilla o suciedad acumuladas en la válvula de mariposa.
Conclusión
Aunque existen multitud de averías que pueden causar este síntoma, los 10 puntos citados previamente son algunos de los problemas más habituales cuando un coche da tirones. Para prevenir este tipo de fallos, es fundamental respetar las tablas de mantenimiento del fabricante y realizar, periódicamente, un chequeo general del vehículo mediante máquina de diagnosis y examen visual. Solo de este modo se pueden prevenir este tipo de problemas y conseguir un funcionamiento óptimo del vehículo.