La centralita del motor de un vehículo, conocida con las siglas ECU (del inglés Electronic Control Unit), es una unidad electrónica programada para controlar todos los parámetros del motor, con el objetivo de asegurar un funcionamiento eficiente del mismo.
Originalmente, los vehículos instalaban una única centralita que controlaba, esencialmente, la cantidad de combustible que se inyectaba en cada cilindro en cada ciclo del motor. En cambio, los coches de última generación cuentan con varias centralitas (todas ellas centralizadas y relacionadas) que se encargan de controlar los nuevos y complejos sistemas del vehículo.
Sin embargo, la centralita del motor es la más importante, por ser la encargada de procesar la información recibida desde los diferentes sensores del motor y poder controlar parámetros tan importantes como la combustión, la dosificación de carburante, el nivel de emisiones de gases de escape, el régimen y las revoluciones del motor, etc. Las ECU modernas son programables, es decir, pueden ser modificadas. De hecho, después de la sustitución de cualquier componente, la centralita del motor debe ser reconfigurada para que los parámetros del sistema queden adecuadamente ajustados y el rendimiento del vehículo sea el correcto.
Dependiendo del modelo de coche y de su fabricante, la centralita se puede encontrar instalada en el vano motor o bien en el interior del habitáculo (esta opción permite protegerla más fácilmente y mejor de los agentes externos).
¿Qué señales interpreta la centralita del motor?
La centralita del motor se vale de numerosos sensores para poder llevar a cabo su función (el sensor de flujo de aire, el de posición del acelerador, el de presión del turbo, el de presión y temperatura del aceite, el sensor del cigüeñal, etc.). Además de procesar la información y lanzar los ajustes necesarios para el correcto funcionamiento del motor, la ECU también se encarga de detectar fallos (valores incorrectos o fuera de rango) que puedan suponer una avería.
Si la señal recibida del sensor es nula o defectuosa, la centralita del motor recupera el valor estándar que tiene programado para no interferir en el funcionamiento del vehículo, lanza una señal al cuadro de mandos para activar la señal de testigo de fallo motor y almacena el fallo mediante un código (DTC) que puede ser interpretado por la máquina de diagnosis. Además, si el fallo leído puede poner en riesgo el motor, la ECU activa automáticamente el modo emergencia para proteger este componente esencial de una avería mayor.
Funciones de la centralita del motor
Dependiendo de la sofisticación de la centralita del motor, ésta puede llegar a controlar más o menos parámetros. De forma general, sus funciones principales son las siguientes:
- Control de la inyección de combustible
La ECU determina la cantidad de combustible que debe ser inyectado según la situación en que se encuentre el vehículo. Si el pedal del acelerador está presionado, la centralita va a ordenar la entrada de aire y la dosificación precisa de combustible según la cantidad de aire y la presión del combustible. En el caso de que el motor no haya alcanzado la temperatura necesaria, la centralita del motor va a ordenar una inyección mayor para enriquecer la mezcla.
- Control de la ignición
La ECU se encarga de determinar el tiempo exacto que debe durar la chispa necesaria para iniciar la combustión (tiempo de ignición). Para determinar el tiempo preciso, la centralita se vale de datos como las revoluciones del motor, la carga del mismo, la temperatura, la altitud y la información del sensor de picado (si la centralita del motor detecta picado de bielas, retrasa el momento en que se produce la chispa). La exactitud en el tiempo de ignición favorece el desarrollo de una mayor potencia y contribuye a un uso eficiente del combustible.
- Control de la distribución de las válvulas
En los motores que equipan sistemas de válvulas de distribución variable, la ECU se encarga de determinar el tiempo durante el que las válvulas del motor permanecen abiertas para, así, optimizar el flujo de aire que se aporta a la mezcla. Esta función contribuye a un incremento de la potencia gracias a una mezcla equilibrada de aire y combustible.
Recomendación
La centralita del motor también es susceptible de sufrir averías. Los daños más comunes son la sobrecarga de voltaje, las grietas en las placas de los circuitos por vibraciones, los errores de programación o el daño del conexionado eléctrico por filtración de agua, entre otros.
Una centralita averiada va a alertar de error a través del encendido del testigo de fallo motor en el cuadro de instrumentos y va a registrar el código de error pertinente que va a poder ser leído a través de la máquina de diagnosis en el taller. No obstante, en caso de avería también se pueden percibir las siguientes señales:
- Falta de comunicación entre la ECU y el equipo de diagnosis.
- Problemas de tensión.
- Fallo al detectar sensores.
- Fallo al gestionar una orden sobre un actuador.
- Ineficiencia del motor.
Generalmente, la centralita del motor puede ser reparada para evitar el gran desembolso que supone comprar una pieza nueva, ya que este suele ser uno de los componentes más caros del vehículo. Por ello, es fundamental conocer los síntomas que alertan de avería en la centralita para repararla a tiempo y evitar mayores daños en la misma y en otros sistemas del vehículo.