Causas de la pérdida de aceite por el retén e importancia del cigüeñal

Por Ruta 401

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La función e importancia del retén del cigüeñal

Antes de hablar de la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal, debe quedar claro que esta es una pieza que funciona como sello mecánico para evitar el intercambio no deseado de fluidos, gases, etc. entre el interior y el exterior del cigüeñal.

Así, el retén del cigüeñal tiene dos funciones primordiales:

  1. Evitar la pérdida de líquido lubricante hacia el exterior, lo que implicaría el posible gripado de algún elemento móvil del cigüeñal y, por lo tanto, la avería del mecanismo.
  2. Evitar que las partículas nocivas o fluidos del exterior se introduzcan en el motor y provoquen contaminación en el líquido lubricante (cosa que ocasionaría una pérdida de efectividad del mismo) o una avería en el sistema.

Los retenes se fabrican en multitud de materiales y formas, según las especificaciones de cada fabricante, y es fundamental que se use el modelo prefijado por el fabricante para asegurar un funcionamiento óptimo y duradero.

Aunque los retenes del cigüeñal suelen estar fabricados en caucho sintético, existen variantes que incluyen, por ejemplo, un anillo acerado en el interior que realiza la función de arandela rígida, mientras que el revestimiento de caucho vulcanizado que lo envuelve permite la estanqueidad y facilita el montaje de la pieza sin dañar la zona de asiento.

La instalación del retén del cigüeñal es una tarea que exige de cierta cautela, puesto que una instalación incorrecta o el daño en la propia pieza serían causas de una más que probable fuga prematura (como la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal de la que se va a hablar a continuación). 

Existen herramientas especiales para el montaje de retenes que facilitan la correcta instalación y evitan dañar tanto el propio componente como las superficies de asiento y contacto.

Cabe tener en cuenta que, para una correcta instalación del componente, es fundamental limpiar adecuadamente las superficies. Tanto el labio del retén como la superficie del cigüeñal deben estar totalmente secas, libres de grasas o aceites. Además, se debe comprobar que el cigüeñal no esté dañado, puesto que esto podría implicar una fuga de aceite.

¿Cómo se produce la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal?

El retén del cigüeñal es un componente de desgaste. El propio paso del tiempo provoca el envejecimiento natural del caucho y ello conlleva la aparición de grietas, que implican la pérdida de hermeticidad y pueden conllevar la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal

Además, existe otro factor que tampoco se puede controlar en su totalidad: las temperaturas extremas. Estos componentes están fabricados para funcionar de forma óptima y mantener sus propiedades dentro de un rango de temperaturas. Una temperatura por debajo de la mínima de este rango puede provocar grietas en el caucho y hacer que este se vuelva quebradizo. Mientras que superar la temperatura máxima recomendada podría provocar una dilatación excesiva del componente y, además, una degradación del caucho. En ambos casos, el daño sobre el componente es irreparable y, aunque puede que no sea perceptible en un primer análisis, el envejecimiento prematuro del caucho va a ser evidente en un corto espacio de tiempo.

Por otro lado, en ocasiones, la vida útil de esta pieza se ve afectada por diversos factores totalmente ajenos al envejecimiento por temperatura o paso del tiempo. Estos factores pueden ser los siguientes:

  • Giros a gran velocidad. En este caso, el papel del conductor es fundamental: tomar giros de forma habitual a gran velocidad puede provocar el desgaste prematuro del retén.
  • Lubricación insuficiente. La falta de lubricación en el interior del motor puede hacer que el caucho se reseque y se generen fisuras sobre el mismo, pudiéndose producir una pérdida de aceite por el retén del cigüeñal.
  • Ubicación imprecisa o excesiva presión del retén. Normalmente, ambos factores están relacionados con una colocación del retén en posición incorrecta o con una mala elección del componente, que no tenga las medidas requeridas. Es posible que, aunque los diámetros cumplan la especificación, el ancho del mismo no sea correcto, por lo que no se consigue la estanqueidad buscada. Los fabricantes de retenes facilitan las medidas de ancho que debe tener el alojamiento para cada modelo de retén. Por ello, es fundamental asegurar esta medida, tomando la cota al menos en tres puntos para garantizar que el recambio seleccionado es compatible.
  • Instalación incorrecta. Si no se toman las precauciones necesarias a la hora de instalarlo (correcta limpieza previa a la instalación, respetar los pasos y requerimientos de instalación estipulados por el fabricante, asegurar que las superficies del cigüeñal se encuentran libres de daños, respetar el tiempo de readaptación del retén tras su instalación, etc.), se puede provocar una falla prematura del componente y la posible pérdida de aceite por el retén del cigüeñal.
  • Efecto de otros componentes químicos. Refrigerantes, líquidos de limpieza, aceites, sal y otros componentes químicos similares que entren en contacto con el retén, por una mala actuación en el taller o por falta de estanqueidad, pueden deteriorar el caucho sintético, acortando la vida útil del componente.

Sensor del cigüeñal

El sensor del cigüeñal es un dispositivo que da lectura de las secuencias (o ranuras) del plato del convertidor emitiendo impulsos. Esta pieza permite detectar la velocidad precisa del motor. La información que recoge es enviada a la ECU (engine control unit) que, gracias a estos datos y a los recibidos desde el sensor del árbol de levas, determina el momento idóneo para la inyección e ignición en el motor según las exigencias de la conducción. Por lo general, este sensor se ubica en la zona inferior del motor, cerca de la polea del cigüeñal.

Tipos de sensor del cigüeñal y sus partes

Existen dos variantes de sensor del cigüeñal, según su tecnología de funcionamiento:

  • Sensor inductivo. Este modelo incorpora un imán que polariza con la secuencia metálica del plato del convertidor. Esta lectura magnética se traslada a la bobina, que informa del resultado emitiendo un determinado pulso eléctrico.
  • Sensor de efecto Hall. Esta variante de sensor del cigüeñal consta de un chip y una placa electrónica. Esta traduce la señal magnética recibida en un pulso eléctrico, que se transmite a la ECU por medio del conector.

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Ambos tipos de sensor del cigüeñal incorporan dos partes comunes: el conector y el anclaje. El conector puede disponer de dos o tres clavijas de conexión (polos). Cuando dispone de dos clavijas, estas se corresponden con la alimentación y la masa. En el caso de disponer de tres, el tercer cable funciona de protector coaxial y permite evitar interferencias en la señal. Por lo general, los sensores inductivos son de dos polos y los sensores tipo Hall, de tres. El anclaje sirve de sujeción para el dispositivo mediante un tornillo de fijación.

Posibles averías del sensor del cigüeñal

Además de la activación del testigo de check enginelos vehículos con el sensor del cigüeñal averiado presentan síntomas fácilmente identificables, como por ejemplo:

    • Anomalías en el funcionamiento de la bomba de combustible. El fallo en el mandato de impulsión de combustible hacia el motor va a implicar un funcionamiento del vehículo irregular o a impedir que arranque. Este fallo es más habitual en sensores de tipo inductivo, ya que son más sensibles a estos defectos.
    • El motor del vehículo se para en marcha (normalmente a bajas velocidades).
    • Vibración del motor, pérdida de potencia (especialmente a velocidades altas) y aumento del consumo de combustible. Cuando el sensor del cigüeñal presenta una avería, la ECU no recibe la información correcta y causa una desincronización en el movimiento de los pistones del motor que provocan una inyección de combustible imprecisa. 
    • Aumento de emisiones contaminantes. El aumento del consumo de combustible también implica un incremento en la expulsión de gases nocivos para el medio ambiente.
    • Dificultades en el arranque. La desincronización de los pistones y una mezcla de aire y combustible errónea pueden implicar dificultades en el arranque. 
  • Fallos en la lectura del velocímetro y el contador de revoluciones. 
  • Problemas con el cambio de marchas. Esto ocurre en algunos modelos de vehículo. Un problema en el sensor del cigüeñal puede hacer que el cambio se bloquee en una de las marchas. Normalmente, esta situación puede resolverse apagando el motor y dejándolo reposar, pero esto solo debe ser una medida de urgencia para poder acercar el vehículo al taller con la máxima urgencia.

Los motivos más comunes de avería del sensor del cigüeñal son los siguientes:

  • Rotura del cable de conexionado del sensor (por sobrecalentamiento del cable, agresiones externas, etc.).
  • Cortocircuito interno del sensor (por sobrecalentamiento del sensor, picos de tensión, etc.).
  • Suciedad acumulada en la zona de lectura del sensor (por la adherencia de partículas de metal, carbonilla, etc.).
  • Rotura de la carcasa del sensor (por estrés o degradación del material de la carcasa provocados por cambios térmicos extremos o por impactos fortuitos).

Comprobación y sustitución del sensor del cigüeñal

Para realizar un diagnóstico exitoso del estado del sensor del cigüeñal, es recomendable llevar a cabo las siguientes acciones:

  1. Leer la memoria de averías del vehículo mediante la máquina de diagnosis. Si el código de error se encuentra entre P0335 y P0338, significa que existe un problema con el sensor del cigüeñal. Sin embargo, la avería puede ser interna, en el propio componente, o causada por el estado del cableado o por la suciedad acumulada en la zona comprometida. Por este motivo, es recomendable llevar también a cabo las acciones que te indicamos en los siguientes puntos. 

  2. Comprobar el conexionado de los terminales, verificando que los cables se encuentren correctamente conectados y que no presenten ningún síntoma de corrosión o ensanchamiento.

  3. Asegurar la limpieza de la zona de lectura del sensor para posibilitar la lectura correcta.

  4. Comprobar de manera directa el sensor del cigüeñal. Para realizar un diagnóstico adecuado, es útil conocer el tipo de sensor a diagnosticar.
    1. Si el sensor posee un conector de dos polos, seguramente sea del tipo inductivo, y se debe determinar la resistencia interna. Si se encuentra entre 200 y 1.000 Ohm, significa que el sensor funciona correctamente (estos valores pueden variar dependiendo del fabricante). Cuando se encuentra en 0 Ohm, quiere decir que el sensor presenta un cortocircuito, mientras que si la resistencia es infinita es porque existe un circuito abierto y, en cualquier caso, el dispositivo está defectuoso y debe reemplazarse. Estos sensores proporcionan una señal de tipo sinusoidal. La conexión a masa debe medirse con un ohmímetro y debe tender a infinito.

    2. Si el sensor posee un conector de tres polos no puede determinarse de qué tipo de sensor del cigüeñal se trata. Normalmente, será de tipo Hall, pero va a ser necesario consultar los datos concretos del fabricante incluidos en el catálogo de recambios del modelo de vehículo. En el caso de que sea de tipo Hall únicamente debe supervisarse la tensión de entrada y salida. Se ha de tener especial cuidado al comprobar este tipo de dispositivos ya que, si se utiliza el ohmímetro de forma inadecuada, podría llegar a dañarse el sensor. Estos sensores muestran la información en una señal de tipo cuadrada.

Estas son las pautas a seguir para la sustitución del sensor del cigüeñal:

  • Desconectar la batería. De este modo se consigue que el sensor no reciba corriente. En el caso de que el vehículo sea híbrido, se debe desconectar el enchufe de desarmado. 
  • Subir el vehículo al elevador.
  • Desmontar los protectores de cubrecárter inferiores y los protectores calorífugos.
  • Desacoplar el enchufe rápido con sumo cuidado para no dañar el cableado.
  • Desmontar el sensor del cigüeñal soltando el tornillo de anclaje.
  • Verificar el sensor según las indicaciones descritas.
  • En el caso de que el sensor del cigüeñal no presente ninguna deficiencia y su funcionamiento sea correcto, se debe volver a instalar el componente. 

Es recomendable sustituir su junta tórica de estanqueidad para garantizar su hermeticidad.

  • En el caso de que el sensor del cigüeñal no funcione correctamente, se debe instalar el nuevo sensor en su alojamiento atornillándolo con el par de apriete recomendado por el fabricante (generalmente en torno a 6 Nm).
  • Conectar de nuevo el cableado y la batería, y borrar la memoria de averías de la ECU.
  • Hacer una prueba de conducción para verificar que el rendimiento del vehículo es el adecuado.

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Conclusión

El retén del cigüeñal es un componente básico para asegurar el correcto funcionamiento del motor. Por ello, es fundamental supervisarlo en cada mantenimiento predictivo y asegurar que la lubricación en el interior del motor es la recomendada.

Ante una falla en este componente, es aconsejable limpiar la zona con un limpiador de residuos específico (como por ejemplo LOCTITE SF 7063) y analizar los motivos que han llevado a su fallo para tomar las medidas necesarias. 

 

Como se ha expuesto en este artículo, para evitar averías prematuras y la pérdida de aceite por el retén del cigüeñal, es primordial atender a la correcta instalación del componente. Además, una elección adecuada del modelo de retén es fundamental para garantizar la hermeticidad del sistema y lograr una mayor duración del componente, evitando fugas de aceite en el vano motor del vehículo.

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Categorias: Reparación mecánica