Batería AGM: Características y consejos para su cuidado

Por Ruta 401

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Las baterías AGM tienen las mismas funciones que los demás tipos de baterías de vehículos de combustión, aunque sus características son distintas. Estas baterías son el componente encargado de almacenar la energía eléctrica necesaria para la puesta en marcha del motor y para apoyar al alternador cuando no es capaz de asumir las exigencias eléctricas de otros equipamientos del vehículo.

Comúnmente, se distinguen cinco tipos de baterías: las baterías de celdas húmedas (las más comunes hasta hace unos años), las baterías de calcio, las baterías VRLA (dentro de las cuales se incluyen las baterías AGM), las baterías de ciclo profundo y las baterías de litio (comunes en coches eléctricos).

Características básicas de una batería AGM

Una batería AGM es el tipo de acumulador ideal para los sistemas que necesitan potencias elevadas, como es el caso de la función de arranque del motor. Junto con las baterías de gel, son un tipo de batería VRLA (valve regulated lead acid), llamadas así por contar con válvulas de seguridad presurizadas para mantener el gas en su interior y evitar fugas.

Las baterías AGM, conocidas comúnmente como baterías “secas” por no incorporar electrólito líquido libre, fueron desarrolladas en los años 80 para alcanzar el rendimiento exigido por el sector de la aviación militar. Sus siglas definen el concepto de la tecnología en la que se basan: absorbed glass mat (‘separador de vidrio absorbente’).

¿Cuáles son los componentes de una batería AGM?

En cuanto a los componentes de una batería AGM, las placas de la batería se intercalan con paneles de fibra de vidrio absorbentes (similares a un fieltro), saturados en un 90% con electrolito (solución de ácido sulfúrico que suministra el sulfato que actúa como conductor). El porcentaje restante permite absorber el ácido del recipiente.

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Ventajas e inconvenientes de las baterías AGM

Las principales ventajas e inconvenientes de las baterías AGM son las siguientes:

    • Alta potencia específica. Tienen una resistencia interna muy baja y esto les da una gran capacidad para generar y absorber corrientes elevadas. Por ello, solían ser recomendadas para vehículos de grandes cilindradas que requerían de gran demanda energética. Aunque hoy en día se ha estandarizado su uso en todo tipo de vehículos. Sin embargo, su energía específica es baja, es decir, tienen poca capacidad de carga por cada kilo de peso.

    • Alta resistencia a numerosos ciclos de carga y descarga. Esta ventaja hace que sean recomendadas para los vehículos equipados con el sistema Start-stop.

    • Tiempo de carga muy rápido. Una batería AGM se carga unas cinco veces más rápido que una batería de gel.

    • Aprovechamiento máximo del almacenamiento. Las baterías AGM no se exponen a ningún riesgo al ser descargadas hasta un límite del 80%, mientras que el límite normal de descarga en otro tipo de baterías es del 50%.
  • Vida útil larga. Incluso siendo sometidas a ciclos de descarga profundos, tienen una vida útil extensa.
  • No requieren mantenimiento. Son componentes sellados y estancos que no requieren ningún mantenimiento. Aunque sí deben seguirse ciertas recomendaciones durante su vida útil para evitar su desgaste o daño prematuro.
  • Intercambio térmico medio. No disipan fácilmente el calor generado en su interior, por lo tanto, deben situarse lejos de fuentes de calor. Por el contrario, tienen un buen comportamiento a bajas temperaturas.
  • Son muy seguras. Sus paneles absorbentes de fibra de vidrio evitan riesgos de derrame del ácido ante una posible rotura o vibración extrema. Además, estos paneles confieren firmeza al bloque de la batería, lo que la hace más resistente a los impactos.
  • Ligereza. Las baterías AGM son más ligeras que las de ácido-plomo (el modelo más utilizado hasta hace unos años).
  • Riesgo ante sobrecargas. Ante una sobrecarga, la corriente promueve la producción de hidrógeno, lo que podría ocasionar la explosión de la batería.
  • Autodescarga reducida. Como tienen una autodescarga reducida, no requieren de ninguna actuación para evitar la sulfatación.
  • Sin recalibración. Al contrario que las de gel, las baterías AGM no requieren recalibración del sistema tras la recarga.

Recomendaciones para el cuidado de una batería AGM

Las baterías AGM no requieren mantenimiento. Sin embargo, sí deben realizarse una serie de revisiones necesarias durante las inspecciones periódicas recomendadas por el fabricante. Estos análisis muestran los posibles signos de daño o envejecimiento prematuro, lo que permite evitar una avería de mayor envergadura en el vehículo.

Se debe tener en cuenta que una batería que ha llegado al fin de su vida útil puede ocasionar picos de tensión y afectar a otros componentes del vehículo, como las unidades de control, el motor de arranque o el sistema multimedia. Una medida necesaria para el cuidado de una batería AGM es asegurarse de que los bornes se encuentran en buen estado, ya que, si se aflojan u oxidan, podrían producir fallos eléctricos.

Aunque suele ser de unos 4 años aproximadamente, la vida media de una batería puede variar en función del uso que hagamos de ella. Si se fuerzan en exceso los ciclos de arranque, se mantiene el vehículo en desuso durante un largo periodo de tiempo o se avería el alternador, la batería puede desgastarse de forma precoz.

Cuando llegue el momento, es fundamental que sea un profesional quien se encargue de sustituir la batería, y es que, una mala instalación puede exponer al vehículo a problemas eléctricos o acortar la vida útil de la batería.

Las baterías AGM pueden cargarse, pero debido al riesgo a padecer sobrecargas, es necesario que el profesional use un cargador de baterías avanzado, que controle adecuadamente la tensión aplicada para optimizar el ciclo de carga.

Algunos modelos de vehículos alertan al usuario, mediante testigos lumínicos en el cuadro de instrumentos, cuando es necesario sustituir o cargar la batería. Sin embargo, es importante prestar atención a los signos de fatiga perceptibles. El usuario puede evidenciar una señal de alerta en el momento en que nota una irregularidad en el arranque, ya que una batería gastada se traduce en un arranque mucho más enérgico del motor. 

Conclusión

Las baterías AGM ofrecen muchas ventajas, como su alta potencia, su rápida velocidad de carga o su larga vida útil. Además, no necesitan mantenimiento más allá de las revisiones periódicas. Por ello, son una muy buena opción para todo tipo de vehículos de combustión, no solo para aquellos de alta cilindrada.

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Categorias: Reparación mecánica