Elevador hidráulico: Tipos y consejos de mantenimiento

Por Ruta 401

elevador hidráulico

Un elevador hidráulico es un aparato que se utiliza para elevar cargas pesadas. Lo hace mediante la amplificación de fuerzas, gracias a la presión ejercida por la transferencia de un fluido (normalmente aceites sintéticos de baja viscosidad).  

Orígenes del elevador hidráulico

El funcionamiento del elevador hidráulico responde al principio de Pascal. Este tiene su origen en el siglo XVII, cuando el físico-matemático francés Blaise Pascal enunció la ley que se resume en que “la presión ejercida sobre un fluido poco compresible y en equilibrio dentro de un recipiente de paredes indeformables se transmite con igual intensidad en todas las direcciones y en todos los puntos del fluido”.

Pese a que se disponía del concepto desde el siglo XVII, la primera patente de prensa hidráulica no llegó hasta 1851 y fue concedida al maquinista estadounidense Richard Dudgeon. Lo que ahora se conoce como gato hidráulico se abrió paso en el mercado sustituyendo a las simples máquinas utilizadas en la antigüedad para dar apoyo a la fuerza humana o animal (palancas, planos inclinados, polipastos, gatos de tornillo o rosca, etc.).

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Componentes del elevador hidráulico

El elevador hidráulico, en su concepto más simple, está compuesto por dos émbolos: uno con un área de sección pequeña y el otro con una sección más grande. Al aplicarse una fuerza sobre el émbolo pequeño, normalmente mediante una palanca o una bomba, se presiona el fluido del interior del circuito, ejerciéndose una presión uniforme. Gracias a válvulas anti-retorno, se posibilita la circulación del fluido en un único sentido y de esta manera se acciona el émbolo de sección mayor, sobre el que se coloca la carga que se desea elevar. El resultado es una multiplicación de la fuerza según la relación entre las secciones de ambos émbolos que permite la elevación de la carga.

elevador hidráulico esquema

¿Qué tipos de elevadores hidráulicos hay?

Aunque los elevadores hidráulicos son empleados en la construcción y en la industria en general, su uso se ha extendido gracias a su empleo en el sector automotriz. Desde su ejemplar más básico, como es el “gato”, que se usa para operaciones de taller simples como la sustitución de una rueda, hasta el elevador de coches, esta clase de elementos se han convertido en herramientas fundamentales de todo taller mecánico. Y es que los elevadores hidráulicos facilitan el acceso a los bajos del vehículo y permiten que los trabajos se lleven a cabo de forma más ágil y cómoda. 

En el ámbito de los talleres mecánicos, existen varios tipos de elevadores según la función de elevación requerida:

  • Elevador de una columna. Este tipo de elevador hidráulico es móvil y compacto y, gracias a ello, es la mejor opción para talleres pequeños que no pueden comprometer un espacio para tal fin de forma permanente.

Dentro de este tipo de elevadores, se encuentra un amplio abanico de modelos dependiendo del peso de elevación requerido. El modelo más básico de esta variante es el “gato hidráulico”.

  • Elevador de dos columnas. Cuenta con dos columnas que pueden elevar el peso de manera equilibrada y es el modelo más extendido en los talleres mecánicos. Aproximadamente, un elevador hidráulico de dos columnas puede elevar un máximo de 6 toneladas.
  • Elevador de cuatro columnas. Cuenta con 4 columnas y, a diferencia del modelo anterior, no requiere un anclaje específico al suelo y puede elevar una mayor carga. Actualmente, se comercializa una amplia gama de elevadores hidráulicos de este tipo, con distintas capacidades y alturas.
  • Elevador de alineación. Estos son elevadores especializados que cuentan con equipamientos y prestaciones adicionales para facilitar la función de alineación de las ruedas del vehículo
  • Elevador de tijera. Se trata de un modelo de elevador hidráulico que utiliza un mecanismo de tipo “acordeón”.

Recomendaciones de mantenimiento de los elevadores hidráulicos

La potencia y velocidad de los elevadores hidráulicos puede controlarse mediante servomecanismos que permiten simplificar el mantenimiento de estos equipos en relación con los rozamientos mecánicos. No obstante, no pueden obviarse ciertas tareas de mantenimiento, como la comprobación de que los tacos de apoyo estén en buen estado o que los husillos y tuercas estén correctamente lubricados.

Además, al basarse en un sistema hidráulico, deben realizarse las inspecciones y mantenimientos necesarios que aseguren la ausencia de fugas en el circuito (por ejemplo: comprobar la ausencia de fugas en latiguillos o émbolos). Realizar las inspecciones adecuadas recomendadas por el fabricante asegura que el equipo cumple con las condiciones óptimas de funcionamiento y no se corren riesgos de accidente por fallo del sistema. No obstante, es fundamental que los operarios que utilicen estos equipos tengan la formación necesaria sobre el funcionamiento del mismo y la relativa a riesgos y medidas preventivas.

Por otro lado, es recomendable que la puesta a punto y la revisión periódica de este tipo de equipos sea realizada por un técnico capacitado y autorizado por el fabricante del elevador hidráulico.

Los elevadores hidráulicos están legislados bajo la normativa UNE-EN 1493:2011. Esta normativa, junto con la directiva 2006/42/EC, regula los detalles y condiciones que los elevadores de vehículos deben cumplir para ser eficientes y seguros para el taller mecánico.

Conclusión

Como conclusión final, cabe destacar que existen numerosos tipos de elevadores hidráulicos y, para elegir el más adecuado, se debe tener en cuenta el tipo de vehículo que van a soportar, el espacio que ocupan y las labores que se van a realizar en ellos.

Fecha de actualización: 25 de octubre de 2023

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