La estanqueidad es una propiedad que se basa en la capacidad para evitar que entren partículas externas al interior de una pieza, circuito o habitáculo, ya sea agua, aire, polvo u otra substancia. Del mismo modo, la estanqueidad también permite evitar la fuga de cualquier tipo de sustancia líquida o gaseosa del interior de un recipiente.
Se trata de un término muy usado en el mundo de la producción, mecánica, reparación y mantenimiento de vehículos, por lo que es más que recomendable saber qué es exactamente la estanqueidad y cómo se mide.
Las juntas y su labor
Se denominan juntas los elementos que se emplean para sellar las dos caras de unión que conforman un cierre mecánico. Su función es proporcionar la estanqueidad necesaria para evitar fugas o la entrada de sustancias en el interior de la unión.
Su historia está muy ligada al desarrollo de la automoción de principios del siglo XX. Desde entonces, las juntas se han convertido en un importante elemento que se utiliza en numerosos componentes y sistemas del vehículo.
Es fundamental que los alojamientos o superficies de apoyo de las juntas de estanqueidad cumplan con unos requerimientos de calidad superficial determinados. El índice de rugosidad de dichas superficies dependerá del tipo de estanqueidad (estática o dinámica) y de la dureza de la junta, que vendrá determinada por la holgura de unión y la agresividad química del líquido o gas contenido.
Tipos de juntas de estanqueidad
A continuación, se describen los principales tipos de juntas de estanqueidad:
- Juntas de estanqueidad planas. Tienen la función de garantizar la retención de los gases y de los líquidos entre dos superficies planas. Se fabrican partiendo de planchas, hojas, barras y tubos que se cortan a través de troquelado o mediante sistemas CNC (corte por hilo, láser, agua, etc.).
- Juntas de estanqueidad tóricas. Su función es asegurar la estanqueidad de fluidos tanto en aplicaciones estáticas como dinámicas. Consisten en anillos toroidales de materiales elásticos, generalmente goma, caucho o silicona. Aunque las más utilizadas son las juntas tóricas de sección circular, también existen variantes de sección cuadrada, hueca o de sección especial fabricadas por extrusión y vulcanizado. La estanqueidad la consiguen gracias a su capacidad de aplastamiento y al recalcado que provoca la presión del líquido. Por este motivo, resulta fundamental que el alojamiento de la junta cuente con las medidas y la forma requeridas por el fabricante de las juntas de estanqueidad (según la aplicación correspondiente).
- Juntas de estanqueidad preformadas. Son juntas que tienen un diseño especial para adaptarse a la superficie de unión entre dos piezas y para estanqueizar dicho montaje. Se fabrican partiendo de planchas y hojas cortadas por medio de un troquel o mediante sistemas CNC (corte por hilo, láser, agua, etc.).
- Formadores de juntas. Este método de estanqueidad es una alternativa a todo tipo de juntas, especialmente a las juntas de estanqueidad preformadas. Está compuesto por formadores de juntas líquidas que se adaptan a la forma de la superficie, compensando los pequeños desniveles y anomalías y permitiendo crear una unión entre los sustratos y, por lo tanto, un sellado perfecto.
Existe una gran variedad de juntas que permiten soluciones de estanqueidad óptimas para cada parte del vehículo en función del tipo de fluido que contengan (ácidos, lubricantes, disolventes, alcalinos, viscosos, etc.), del tipo de ensamblaje entre las piezas de unión y del material de las mismas.
En el mercado se pueden encontrar también gran variedad de productos que mejoran notablemente las prestaciones de las juntas de estanqueidad. Existen productos específicos para cada fin (selladores, adhesivos, etc.). Además, existen productos destinados a la formación de juntas que reemplazan a las juntas convencionales.
¿Cuándo cambiar una junta de estanqueidad?
Esencialmente, existen dos situaciones en las que es necesario llevar a cabo la sustitución de las juntas de estanqueidad:
- Una junta debe ser sustituida una vez desmontada por mantenimiento o diagnóstico, ya que su material tiene memoria y, al ser desmontada, la pieza no recupera la medida y forma original y, por lo tanto, no puede volver a cumplir con los requerimientos de estanqueidad en el montaje posterior.
- Cuando se realiza una revisión del vehículo y se observan restos de líquidos o aceites alrededor de la carcasa o tapa de algún sistema que guarde fluidos. Normalmente, esto se produce por una mala estanqueidad y por tanto hay que cambiar la junta correspondiente.
¿Cómo sustituir una junta de estanqueidad?
A continuación, se describen los pasos generales que deben seguirse a la hora de sustituir una junta de estanqueidad:
- Tras el desmontaje del conjunto y la extracción de la junta vieja, el primer paso es limpiar y desengrasar correctamente el asiento de la junta mediante un producto como TEROSON VR 10 o LOCTITE SF 7063. Esto ayuda si se utiliza un formador de juntas.
- Seguidamente, hay que seleccionar la junta de sustitución en función de los requerimientos de la aplicación. En el caso de sustituir una junta de estanqueidad preformada, cabe la posibilidad de optar por un formador de juntas, que va a agilizar el trabajo del técnico de taller por su versatilidad y rapidez de curado. En el mercado existen distintos formadores de alta calidad y especializados para cada aplicación. Marcas como LOCTITE ofrecen en su catálogo un amplio abanico de opciones.
- A continuación, ensamblar el conjunto mediante la tornillería necesaria, empleando el par de apriete adecuado en cada caso.
- En el caso de haber utilizado un formador de juntas, el último paso consiste en limpiar el exceso de sellador y dejar curar el tiempo estipulado por el fabricante, teniendo en cuenta que la unión no puede ser sometida a esfuerzos severos hasta que su proceso de curado se haya completado totalmente.
¿Por qué es tan importante la estanqueidad?
Como ya se ha señalado, la estanqueidad es fundamental para evitar fugas en diversos elementos del vehículo. Las juntas en mal estado pueden provocar pérdidas de líquido o de gas que repercutan negativamente en el funcionamiento de sistemas como el de combustible o el del aire acondicionado.
Asimismo, la estanqueidad evita que entren agentes externos en el habitáculo o elementos del vehículo, impidiendo así que penetren la suciedad u otros agentes que podrían alterar la composición de los fluidos.
¿Cómo medimos la estanqueidad?
Para medir la estanqueidad se utiliza una herramienta denominada vacuómetro. Su modo de funcionamiento es simple: el vacuómetro mide el vacío de un lugar o elemento determinado y esto le permite detectar fugas por caídas de presión fácilmente.
Existen distintas clases de vacuómetros, pero los más habituales son los de accionamiento mecánico. Estos vacuómetros funcionan de forma similar a un manómetro tradicional y pueden medir la presión de líquidos o gases.
Consejos finales
El profesional del taller debe cerciorarse de sustituir las juntas según las recomendaciones y especificaciones del fabricante, así como asegurar la correcta instalación de las mismas.
Las juntas son elementos fundamentales y de seguridad en determinados componentes del vehículo. Por lo tanto, es importante cumplir con las indicaciones de mantenimiento o sustitución recomendadas y respetar su vida útil.