Qué hay que saber sobre el filtro del habitáculo

Por Ruta 401

El filtro del habitáculo es un componente fundamental para garantizar una buena calidad del aire en el interior del vehículo. Aunque es conocido como «filtro antipolen», lo cierto es que también es una barrera contra bacterias, hollín e incluso frente a gases nocivos y malos olores. 

Se encuentra instalado en el circuito de aire acondicionado y climatización del vehículo. Y su función es bloquear las partículas contaminantes que pudieran venir del exterior o de otras zonas del automóvil y depurar el aire que entra en el habitáculo. 

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Se trata de un componente al que debe darse la importancia merecida, especialmente en una época como la que estamos viviendo, marcada por el Covid-19. Y es que el filtro del habitáculo contribuye a evitar problemas respiratorios en los ocupantes.

filtro del habitaculo

Requisitos de un filtro del habitáculo de calidad

Un filtro del habitáculo de buena calidad debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Presentar una baja pérdida de carga.
  • Tener una alta capacidad de acumulación de polvo.
  • Contar con un material filtrante antibacteriano.
  • Ser ignífugo.
  • No absorber la humedad.
  • Ser resistente a temperaturas extremas y al agua.

Tipos de filtros del habitáculo

Los filtros del habitáculo más comunes suelen ser de dos tipos: 

  • Filtros de polen. Estos son los más convencionales y baratos. Están fabricados en papel plisado, igual que los filtros de aire del motor. Pero, al tener que filtrar partículas más pequeñas como el polen o el polvo, son filtros de alta eficiencia (filtros HEPA).
  • Filtros de carbón activo. Esta clase es más avanzada y más cara. Además de filtrar de forma más eficaz las partículas de polen y polvo, también neutraliza la entrada de gases nocivos o malos olores. Eso es posible gracias al carbón activado que se encuentra impregnado en el medio filtrante.

¿Cuándo sustituir el filtro del habitáculo? 

Es inevitable que el filtro del habitáculo, con el tiempo, acabe tupiéndose y dañándose, lo cual evita la purificación del aire que entra en el vehículo. Normalmente, los fabricantes aconsejan su sustitución cada 15.000 km o una vez al año (especialmente en primavera). Aunque este límite va a depender del entorno de circulación habitual del automóvil. 

En un entorno urbano, este componente corre el riesgo de obstruirse antes que en un entorno con menos circulación. Por ello, es aconsejable realizar un control visual del filtro del habitáculo en todos los intervalos de mantenimiento y atender a las siguientes señales que pueden alertar de que está sucio:

  • Problemas para desempañar el parabrisas.
  • Olores desagradables al conectar la climatización.
  • Falta de eficiencia en el sistema de climatización (no enfría lo suficiente o expulsa aire con menos potencia), que puede llegar a estropearse.
  • Reacciones adversas en los ocupantes del vehículo (problemas respiratorios).
  • Acumulación temprana de polvo en el salpicadero de forma no justificada.

¿Cómo sustituir el filtro del habitáculo?

Por lo general, los coches convencionales equipan un único filtro del habitáculo. Aunque en el caso de los vehículos de mayor envergadura (como pueden ser los modelos SUV, familiares, monovolúmenes, berlinas grandes o furgonetas) es posible que haya más de uno.

El filtro del habitáculo suele estar instalado en la guantera o bien en la base del parabrisas. En el primer caso, se accede a él desde el interior del habitáculo, mientras que en el segundo puede alcanzarse desde el vano motor. 

Un consejo para higienizar el sistema de ventilación es que, antes de instalar el nuevo filtro, se aplique un producto desinfectante en el interior del habitáculo, como LOCTITE SF 7080. Para ello, primero debe activarse el modo “recirculación” del sistema de climatización para que el coche no tome aire del exterior. Después, hay que cerrar todas las puertas y ventanillas y poner el aire acondicionado a la máxima potencia. La recirculación va a hacer que el producto recorra el circuito y proporcione una higienización óptima del sistema, además de un agradable olor.

La sustitución del filtro del habitáculo es una tarea tan sencilla como extraer el panel viejo y colocar el nuevo. Siempre y cuando el nuevo filtro sea un modelo específicamente adaptado al vehículo, se va a garantizar un óptimo montaje y se va a conseguir el resultado esperado.

Consejos y conclusión

El buen estado del filtro del habitáculo es determinante para evitar averías en el sistema de climatización y para garantizar la salud del conductor y del resto de ocupantes. Especialmente en primavera, el aumento de los niveles de polen y de temperatura hacen que este componente juegue un papel crucial en los casos de ocupantes con problemas respiratorios.

Además, como te hemos contado, un filtro del habitáculo en mal estado puede entrañar otros riesgos que comprometen la seguridad en la conducción. Algunos ejemplos son los problemas para desempañar la luna, que pueden minimizar la visión del conductor, o la merma en la entrada de aire fresco al habitáculo, que puede provocar somnolencia y fatiga.

Por todo ello, es crucial revisar el estado de este filtro en todos los mantenimientos preventivos y no sobrepasar nunca el kilometraje recomendado por el fabricante para su sustitución. Además, hay que utilizar siempre filtros de calidad y adaptados al vehículo, que garanticen la óptima ventilación del habitáculo.

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Categorias: Reparación mecánica