La primavera marca el paso del frío del invierno al calor del verano. Muchos propietarios ya saben que durante esta época del año conviene revisar ciertos elementos del vehículo, pero no todos. Por ello, en este último caso, debe ser el propio taller quien informe a sus clientes acerca de las piezas o partes del vehículo que necesitan ser revisadas con la llegada de la primavera.
Filtro de aire
Durante la primavera, la cantidad de partículas en suspensión en el aire es mayor. Esta suciedad puede acumularse en el filtro del aire y provocar un mal funcionamiento a causa de un desgaste prematuro.
El mal estado del filtro del aire hace que el motor no “respire”, lo que le impide funcionar a máximo rendimiento. Esto se traduce en pérdida de potencia o un mayor consumo.
Neumáticos
Con la llegada de la primavera, es probable que haya que cambiar los neumáticos de invierno por los habituales de verano. La variación en las condiciones climatológicas afecta al estado del asfalto, por lo que llevar los neumáticos adecuados es fundamental para el buen rendimiento en carretera.
Limpiaparabrisas
Como dice el refrán, “en abril, aguas mil”. Durante la primavera, las precipitaciones suelen ser habituales, por lo que es importante revisar el estado de las escobillas del limpiaparabrisas.
Otros de los grandes enemigos de la visibilidad durante la primavera son las flores, las hojas de los árboles y, especialmente, los insectos. El impacto de insectos voladores contra el parabrisas dificulta la visión y provoca una sensación desagradable. Así, para poder retirar esta suciedad del parabrisas siempre que sea necesario, se recomienda revisar el estado del depósito del líquido limpiaparabrisas y rellenarlo si es necesario.
Inspección de bajos
En determinadas zonas donde las nevadas son habituales, se suele tratar el asfalto con sal, para que la nieve se derrita. La sal es muy efectiva para quitar la nieve de la carretera, pero también resulta bastante corrosiva para los bajos del coche.
Por ello, después del invierno se recomienda hacer una inspección de los bajos del coche, para comprobar si existe algún signo de corrosión. En caso de hallar óxido o identificar partes corroídas, se debe proceder a reparar o sustituir las piezas afectadas de inmediato.
Filtro del habitáculo
El filtro del habitáculo o el filtro de polen influye enormemente en el confort de la conducción, ya que se encarga de purificar el aire que entra en el habitáculo del vehículo.
Hay que tener en cuenta que durante la primavera aumenta la presencia de polen y otras partículas en el aire, lo que afecta especialmente a las personas con alergia. En ocasiones, cambiar el filtro de polen no es suficiente y es necesario revisar por completo el sistema de climatización del vehículo.
Como profesional, desde el taller puedes ayudar a tus clientes a tener sus vehículos preparados para la primavera. Muchos usuarios desconocen estas labores de mantenimiento, por lo que seguro que agradecen estos consejos. Sobre todo cuando comprueben que mejora el rendimiento (y la vida útil) de su coche.