Vida útil de un coche: en qué consiste y cómo alargarla

Por Ruta 401

Alargar la vida útil de un coche es el objetivo de muchas personas en la actualidad. De acuerdo con el estudio Arval Mobility Observatory (AMO) 2020, casi el 62 % del parque automovilístico español supera los 10 años. Esto se debe a que es muy común que los usuarios intenten estirar la durabilidad de su coche tanto como sea posible. 

vida util de un coche

Sin embargo, mantener un vehículo en perfecto funcionamiento durante tanto tiempo requiere, por parte del conductor, cuidar de todos los factores que afectan a la vida útil del coche, tanto los que están bajo su control como los que no. ¿Quieres ahondar más en la cuestión?

¿Cuál es la vida útil de un coche?

En líneas generales, la vida útil de un coche en años depende de muchos factores, lo cual hace que la cifra varíe. Pero, según el Informe Anual 2019 de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), la edad media del parque de vehículos en España es de 12,65 años. Por lo tanto, se puede estimar la vida útil media de los coches en unos 13 años aproximadamente. 

Ahora bien, si de kilometrajes se trata, tomando los datos del Observatorio Cetelem del Motor, se considera que la vida útil de un coche de gasolina ronda entre los 150.000 y los 200.000 kilómetros de media, mientras que para los coches diésel, la edad de jubilación estimada puede llegar a superar los 300.000 kilómetros. 

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Por supuesto, estas cifras no son válidas para todos los casos, ya que hay quienes recorren una cantidad inferior a 10.000 kilómetros al año y mantienen su vehículo en óptimas condiciones. Por eso, no es de extrañar que aún veamos circular y funcionar con normalidad coches que superan los 20 años de edad.

Entre las marcas populares que hoy en día destacan en cuanto a la durabilidad de la vida útil de sus coches en kilómetros se encuentran Volvo y Mercedes-Benz. Ambas tienen programas en los que premian y reconocen a los usuarios que superen los 250.000, 500.000, 750.000 e incluso más del millón de kilómetros. 

¿Qué influye en la vida útil de un coche?

vida util de un vehiculo

Hay quienes consideran que la calidad de los coches recientes es menor a la de aquellos que se fabricaban hace un par de décadas. Por eso, cuando se intenta estimar la vida útil de un coche, la marca y el modelo del vehículo son datos importantes a tener en cuenta.

Sin embargo, existen otros factores importantes que no dependen de las estadísticas ni de ningún proceso de fabricación, sino de los propios conductores, que influyen directamente en el ciclo de vida útil de un coche. Por ejemplo: 

  • La realización del mantenimiento del coche en los periodos de tiempo correspondientes.
  • Los tipos de recambio que se utilicen en los procesos de reparación.
  • Una conducción adecuada que no involucre accidentes, daños o sobreesfuerzo del vehículo.
  • La utilización de carreteras en buenas condiciones.

Teniendo esto en cuenta, el papel del conductor adquiere una importancia crítica en la vida útil de su coche.

Vida útil de las piezas del coche

  • Correa de distribución. Es cada vez más duradera y en la actualidad se suele sustituir cada 100.000-180.000 km, o cuando vence el periodo de tiempo estipulado por el fabricante. Además, en el mercado se están empezando a utilizar de nuevo correas de distribución por cadena que eliminan la necesidad de mantenimiento preventivo.
  • Alternador. Su vida útil se sitúa en torno a los 200.000 km. En algunos casos, y dependiendo de la avería que presente, el problema se puede solucionar sin necesidad de cambiar el alternador entero.
  • Catalizador. Se estima que la vida media de un catalizador es de 90.000-120.000 km.
  • Turbo. Este sistema de sobrealimentación tiene una vida útil aproximada de 250.000 km.
  • Inyectores. Tienen una vida útil de 300.000-400.000 km. Este componente, junto con otros como el turbo o la EGR, suelen revisarse cuando el coche presenta pérdidas de potencia, tirones, consumos de combustible inadecuados o modos de funcionamiento degradados.
  • Válvula EGR. Su vida media ronda los 200.000 km, pero se puede alargar su duración mediante limpiezas periódicas.
  • Amortiguadores. Hay muchas variables que afectan al desgaste de los amortiguadores. Su vida útil se estima entre los 60.000 y los 80.000 km.
  • Embrague. Es un elemento cuyo desgaste va íntimamente ligado al tipo de conducción. Su vida media puede oscilar entre los 30.000 y los 200.000 km.
  • Frenos. Se estima que las pastillas aguantan 60.000 km de media, pero se recomienda revisar su estado a partir de los 25.000 km. Los discos suelen durar alrededor de 120.000 km y siempre se revisan cuando se lleva a cabo un cambio de pastillas de freno.
  • Neumáticos. Diversos estudios cifran la vida útil de los neumáticos entre los 30.000 y los 60.000 km, aunque los fabricantes recomiendan sustituirlos cuando el dibujo ha llegado al indicador de aviso o han transcurrido cinco años, periodo en el cual el neumático empieza a cristalizar (endurecerse).
  • Airbag. Cada fabricante establece un periodo en el que considera que el sistema de airbag “caduca”. En los coches de hace unos años este plazo solía ser de 10 años. Sin embargo, los componentes de los Airbag más modernos están diseñados para funcionar toda la vida y solo se prevé su sustitución en caso de accidente.

Estos datos han sido extraídos de diferentes estudios y de las opiniones de profesionales. No obstante, cabe destacar que la vida útil de estas piezas no siempre es la misma. Su duración depende de numerosos factores, como el tipo de conducción, la climatología o la calidad de la pieza. 

¿Cómo prolongar la vida útil de un coche?

vida util de un coche

Partiendo de la idea anterior, alargar la vida útil de un coche depende mayormente del trato y uso que se le dé. No es adecuado esperar a que comience a dar señales de avería para empezar a preocuparse por el mantenimiento y la revisión de piezas, por ejemplo.

En este sentido, para mejorar la vida útil de un coche el conductor debe realizar las siguientes tareas periódicamente: 

  • Cambio de aceite
  • Mantenimiento de la transmisión
  • Sustitución de la correa de distribución
  • Cambio de bujías y del filtro de aire
  • Cambio de los diferentes líquidos: refrigerante, de dirección, de pastillas y de frenos

Cómo de a menudo sea necesario realizar estas operaciones va a depender del uso que se le dé al vehículo. Por lo general, se recomienda que se le haga un mantenimiento completo una o dos veces al año. También se debe realizar el cambio de batería cada 5 años y la revisión de neumáticos cada 5 o 6, de media. 

Por otro lado, algunas buenas prácticas que se deben tener en cuenta en el día a día para alargar la vida útil de un coche son las siguientes:

  • Dejar de dar acelerones bruscos, ya que estos hacen que los cilindros se encharquen de combustible, el cual al no quemarse bien termina mezclándose con el aceite. Por si fuera poco, los acelerones también pueden causar múltiples tipos de averías en elementos como los pistones y la culata.
  • Llenar el tanque de combustible antes de llegar al mínimo, para así facilitar que los residuos se vayan acumulando en la parte baja del tanque, evitando que entren al sistema de inyección de combustible.
  • Evitar los obstáculos con altos y bajos relieves, como pueden ser los guardias tumbados o los baches. En el caso de que no se puedan evitar, es importante entonces atravesarlos a baja velocidad. De lo contrario, el paso constante sobre estos obstáculos a alta velocidad puede hacer que se rompa un faldón o el cárter, se averíen los amortiguadores o se desalinee la dirección.
  • Evitar cualquier tipo de bordillo. Cuando se sube un bordillo, o se gira el volante cuando el neumático está presionando uno, o cuando se estaciona el coche dejando que el neumático mantenga la presión sobre uno, se comienzan a afectar no solo los neumáticos en sí mismos, sino también a los diferentes elementos de la dirección y de la suspensión.
  • Utilizar únicamente aceites de alta calidad, ya que los motores actuales son muy sensibles a la calidad del aceite debido a que están diseñados para reducir al máximo las fricciones y los rozamientos. La mala lubricación es una de las principales responsables de acortar la vida útil del motor.
  • Calentar el coche antes de arrancar, durante unos 30 segundos en verano y 1 a 2 minutos en invierno. Esto permite que la bomba de aceite tenga tiempo suficiente para lubricar los diferentes componentes. Después de ese tiempo es recomendable iniciar con una conducción calmada, dándole tiempo al aceite para que vaya tomando la temperatura ideal.
  • Hacer correctamente los cambios de marchas. Pisar a fondo el acelerador en una marcha que no es la correcta (como cuando se sube una pendiente) somete a todo el sistema del coche a un fuerte estrés mecánico. Lo recomendable es ir evaluando que si se hace necesario llevar el acelerador a más de 2/3 de su recorrido, entonces es un buen momento para hacer un cambio de marcha y así poder llevar al acelerador a un estado más suave.

Por otro lado, es importante que los cambios de marcha sean fluidos para evitar el desgaste de este componente. Para ello hay que cuidar de no mantener pisado el embrague todo el tiempo, ni engranar mal las marchas, ni hacer paradas cortas dejando una marcha metida y el embrague presionado, entre otros. Hay que tener en cuenta, además, que cuando se deja la mano en la palanca o el pie pisando un pedal durante una parada se comienza a desgastar el mecanismo del selector del cambio.

¿Qué hacer cuando un vehículo ha llegado al final de su vida útil?

Existen diferentes situaciones en las que se puede considerar que un vehículo ha alcanzado el final de su vida útil:

  • Cuando, tras un accidente, el coste de la reparación es más elevado que el valor venal del vehículo, por lo que generalmente son declarados como “siniestro total” por el perito de la compañía aseguradora.

  • Cuando el coste de reparación de una o varias averías es demasiado alto y llega a superar el valor de mercado de ese vehículo.

  • Cuando es el propio propietario el que decide, pese al buen funcionamiento del vehículo, renovarlo por uno con mayores prestaciones, menor antigüedad o mejor estado.

En la actualidad, todo el procedimiento de descontaminación, reciclaje y baja definitiva de un vehículo en la Dirección General de Tráfico (DGT) está regulado por ley. Por tanto, la recomendación más importante es depositarlo siempre en las instalaciones de un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos (CATV).

Los CATV o desguaces cuentan con servicios internos de recogida de vehículos con grúa, dado que de esta manera se facilita mucho más la entrega. En estos casos, es el propio operario de la grúa el que se hace cargo de recoger los documentos y de llevarlos al departamento de administración del desguace. Por su parte, el propietario recibe por correo electrónico el Certificado de Destrucción del vehículo y el justificante de baja definitiva en la DGT.

También conviene tener en cuenta que algunos CATV pueden solicitar al cliente algunos datos previos, por ejemplo el DNI, la matrícula del vehículo o el número de bastidor. Esto se hace para comprobar que la baja es tramitable y no existe ningún impedimento para realizar la gestión. Se pueden habilitar distintas vías para el envío, por ejemplo a través de correo electrónico o mediante WhatsApp.

También es importante que recuerdes a tu cliente que haga una revisión exhaustiva del vehículo antes de que sea trasladado al desguace. De este modo, podrá recuperar cualquier efecto personal o accesorio que desee conservar.

Otro punto por tener en cuenta es que, si el propietario decide hacer la entrega del vehículo haciendo uso del servicio de asistencia en carretera de su aseguradora, probablemente tenga que desplazarse personalmente hasta el CATV para facilitar la documentación y firmar tanto su consentimiento como la solicitud de baja definitiva de la DGT. En estos casos, el propietario deberá llevar consigo los comprobantes que acrediten dicho trámite: el Certificado de Destrucción y el justificante de tramitación de la baja electrónica en la DGT.

Conclusión

Para estimar la vida útil de un coche hay que considerar la calidad de fabricación de la marca y el cuidado y mantenimiento que el conductor le proporcione, además de ciertas circunstancias externas. Así, aunque se invierta en un coche de gran calidad, los años que este se mantenga en normal funcionamiento van a ser el reflejo del compromiso y la responsabilidad de su usuario o usuarios.  

 

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