La masilla de carrocero es uno de los materiales que más se usan en un taller de chapa y pintura. Se utiliza para igualar e integrar una superficie metálica o plástica que previamente ha sido reparada por presentar daños de distinta índole (golpes, arañazos, etc.). Se trata de un producto que no es especialmente difícil de manipular, pero que debe ser aplicado correctamente para facilitar los procesos posteriores de lijado e igualado.
¿Qué es la masilla de carrocero?
La masilla es una pintura de fondo definida como un producto de relleno destinado a igualar la superficie tras haber sido reparada. Es un producto de dos componentes que se han de mezclar con un catalizador específico de peróxido de benzoilo que favorezca una reacción química que haga que la masilla seque.
La proporción de catalizador recomendada por los fabricantes que hay que añadir se sitúa en torno al 2-3%. Una cantidad inferior hace que la masilla no cure completamente y provoque embazamientos de la lija y, en algunos casos, obliga al profesional del taller a tener que retirarla por estar demasiado blanda.
Sin embargo, cuando la proporción de catalizador es excesiva, el tiempo de manipulación se acorta y existe el riesgo de que tras el pintado de la pieza afectada aparezcan sangrados, sobre todo en colores blancos.
Por último, es importante recordar que existen diferentes tipos de masillas con características concretas para ofrecer el mejor resultado según sea el soporte sobre el que se apliquen. En esta guía básica sobre masilla se analizan los tipos de masilla más comunes que se pueden encontrar en automoción, así como otros aspectos relevantes que tener en cuenta sobre estos productos.
Proceso de aplicación
A continuación se detalla la forma de llevar a cabo el proceso de aplicación:
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Eliminar la pintura si se ha efectuado una reparación de forma manual. Para ello, conviene emplear una herramienta rotativa (radial o taladro generalmente) sobre la que se monta un disco abrasivo que debe generar el menor calentamiento y la menor reducción del espesor del material posibles.
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Abrir los bordes de la pintura y lijar la superficie donde se va a aplicar la masilla. Esta operación se efectúa con una rotorbital sobre la que se monta un disco abrasivo de grano entre P-80 y P-120.
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Matizar la periferia del parche para asegurarse de que la masilla que se aplique quede depositada en una zona lijada. Con ello se evitan futuros desprendimientos de la masilla. En este caso, se utiliza un grano P-120 o P-150.
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Soplar o aspirar la superficie y desengrasarla para obtener la mejor adherencia posible. El desengrasado se efectúa con un desengrasante de evaporación rápida como TEROSON VR 20.
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Realizar la mezcla de la masilla con el catalizador en la proporción indicada anteriormente. La mezcla debe ser homogénea para obtener un secado uniforme y completo de toda la masilla aplicada. La mezcla se puede realizar con movimientos circulares para favorecer la homogeneidad de la misma. Sin embargo, con este método coge aire, lo que da lugar a la aparición de porosidades una vez seca la masilla. Para evitar este inconveniente, se recomienda mezclar ambos componentes con movimientos planos de espátula, cortando y aplastando el producto.
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Aplicar la mezcla con desplazamientos los más cortos posibles; siempre desde un extremo del parche al contrario siguiendo la misma dirección. Primero, hay que extender una primera capa ejerciendo presión para rellenar bien los huecos y los valles en los que se pueden formar bolsas de aire. A continuación, es momento de dar una segunda capa de relleno; en este caso, tumbando más la espátula y ejerciendo poca presión. Finalmente, se debe alisar el parche de masilla ejerciendo poca presión para eliminar rebabas y bordes que dificulten el lijado posterior.
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Lijar la masilla de forma adecuada una vez que se haya secado (tras 20-30 minutos) con el objetivo de igualar e integrar el parche en el resto de la pieza. Para ello, se debe realizar un desbastado suave con rotorbital para eliminar cualquier borde (no necesario en daños leves) con una lija de grano grueso (entre P-80 y P-150 generalmente). A continuación, hay que igualar el parche a mano con taco y utilizar también granos gruesos, y, finalmente, afinar la masilla de nuevo con rotorbital siguiendo una secuencia adecuada que termine en P-220 o P-240 (no se pueden saltar más de dos granos). El lijado se tiene que hacer siguiendo una técnica específica que permita la integración del parche en el resto de la pieza para reducir las aguas y evitar los rechupados. En el artículo “Directrices y precauciones para lijar la masilla” hay una explicación detallada de cómo proceder.
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Iniciar el proceso de preparación (aplicación de imprimaciones y aparejos) y de acabado del vehículo (pintado de la zona reparada) una vez lijada, afinada e integrada la masilla.
¿Cómo se aplica la masilla para carrocería?
Aplicación de la masilla a espátula
1. Se aplica una primera capa dentro de los límites del parche con una inclinación de la espátula de unos 60° a la vez que se ejerce presión. De esta forma se evita la formación de bolsas de aire que podrían provocar rechupados.
2. Se aplica una segunda capa de relleno que sobrepase ligeramente los límites del parche en la cual se reduce el ángulo de la espátula a unos 30°, así como la presión ejercida. De este modo se consigue poner bastante masilla para el posterior alisado y lijado.
3. Por último, se realiza una tercera pasada sin masilla para carrocería en la espátula, poniéndola casi plana y sin ejercer presión. Gracias a ello se consigue alisar la superficie eliminando bordes y escalones, lo que va a facilitar el lijado.
Aplicación de la masilla con pistola de extrusión
La aplicación de la masilla de carrocero con pistola de extrusión también se realiza en tres pasos para conseguir el mismo resultado que el mostrado en el apartado anterior, a través de la aplicación de cordones de masilla que luego se alisan con la espátula. Esta es la forma de hacerlo:
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Se aplican uno o varios cordones de masilla para carrocería y se alisan ejerciendo presión con un ángulo de espátula abierto (unos 60°).
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Se vuelven a aplicar uno o más cordones de masilla y se les da forma con la espátula, reduciendo el ángulo de la misma y ejerciendo una presión más reducida.
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Se alisa toda la masilla depositada pasando la espátula a un ángulo muy reducido (unos 10°) y sin apenas hacer presión.
Aplicación de la masilla con pistola aerográfica o pulverizadora
La aplicación de estas masillas requiere la utilización de pistolas pulverizadoras con un pico de fluido que oscile entre 1.6 y 2.2, dependiendo de la fluidez que se le de a la misma. A continuación se efectúa la regulación de la pistola según su tecnología (convencional, HVLP o híbrida) y, finalmente, se aplica la masilla para carrocería siguiendo la técnica básica de aplicación de pinturas que puede encontrarse en el siguiente artículo: ‘Secretos para conseguir un óptimo pintado de la carrocería’.
Consejos de selección y aplicación de la masilla
La masilla de carrocero es un producto diseñado para igualar la superficie reparada, por lo que no es recomendable abusar de ella para eliminar el trabajo de desabollado y conformado del material dañado. La recomendación de los fabricantes es la de utilizar un espesor máximo de capa de un milímetro, salvo en aquellos casos justificados en los que ha sido imposible realizar el desabollado de forma completa por cuestiones técnicas.
Para conseguir los mejores resultados y evitar problemas de desconchamientos u oxidación a medio o largo plazo es necesario que el soporte esté preparado convenientemente.
También se debe llevar a cabo la selección de la masilla que mejor se adapte al tipo de reparación y al sustrato sobre el que se va a aplicar. Por ejemplo, cuando es necesario superar el milímetro de masilla, se han de utilizar masillas específicas con mayor capacidad de relleno y mejores propiedades mecánicas, como TEROSON EP 5010 TR.
Sin embargo, para fondos con poca adherencia, como los plásticos y aceros galvanizados, se utiliza una masilla que presente mejor adhesión. Para fondos galvanizados, se recomiendan masillas como TEROSON UP 240, mientras que para plásticos, se aconsejan otras como TEROSON UP 250, que aporta flexibilidad y una mayor capacidad de relleno.
Finalmente, la mezcla se debe efectuar de forma concienzuda para que quede homogénea. Se debe seguir la técnica de aplicación que permita la obtención de un parche masillado que quede liso y sin bordes.
Conclusión
La masilla forma parte de las capas de pintura que integra una reparación, por lo que tiene una gran influencia sobre el resultado final de la reparación. Por ello, tanto en la selección de la masilla como en el proceso de preparación previa del fondo y de aplicación de la misma, deben cuidarse todos los detalles.
La masilla para carrocería es un consumible que tiene mucha influencia en el aspecto final de una reparación, por lo que tener en cuenta una serie de consideraciones a la hora de trabajar con ella, así como seguir unas determinadas técnicas de mezcla, aplicación y lijado ordenadas, permite que el profesional del taller obtenga los mejores resultados posibles.
Fecha de actualización: 27 de octubre de 2023