El lijado de la masilla constituye una operación muy común en el día a día del taller de carrocería, puesto que la gran mayoría de los daños que se conforman se terminan igualando con la aplicación de éstas masillas.
Aunque parezca una operación sencilla que se pueda realizar con un simple papel de lija, el profesional del taller ha de tener en cuenta que existen distintas herramientas y granos de lija que van a influir notoriamente en el desarrollo del proceso y en el acabado obtenido.
Por tanto, el resultado final de la reparación y la calidad obtenida va a depender, en gran medida, de lo capaz que sea el profesional del taller de ejecutar un lijado acorde a las necesidades de cada daño.
Defectos de acabado derivados de un mal lijado de la masilla
Los defectos de acabado más comunes ocasionados por una mala ejecución del lijado de la masilla son los siguientes:
- Aparición de rayas tras el pintado.
- Rechupado del parche de masilla.
- Existencia de “aguas”.
- Presencia de poros.
Útiles de lijado
Los útiles o herramientas de lijado más utilizados son las rotorbitales y los tacos o calas de lijado. Sin embargo, existen en el mercado otros tipos de máquinas como las lijadoras de zapata o las garlopas neumáticas. Cada uno de ellos presenta unas características y son utilizados generalmente en un momento concreto del proceso de lijado.
De las rotorbitales, es destacable señalar que han de disponer de órbita 5 o 7 y montar un plato duro o semiduro. Además, las enfocadas a uso profesional, integran una toma de aspiración para favorecer la absorción del polvo generado, y un regulador de velocidad. Esta última prestación permite que se trabaje con un número de revoluciones adecuado al tipo de lijado que se va a realizar (más o menos grueso). Habitualmente, la rotorbital se utiliza para desbastar inicialmente el parche y para afinar la masilla, aunque todo el proceso se podría ejecutar con máquina.
Esta herramienta destaca por su versatilidad, y por su mayor capacidad y velocidad de lijado, a pesar de lo cual solo dispone de un plato plano circular de tamaño concreto (150 mm) que abarca una menor superficie. Como consecuencia de su planitud, es más complejo dejar uniformes las zonas con curvatura.
En relación a los tacos o calas de lijado, sus principales ventajas son que existe un mayor control del lijado. Además, la variedad de tacos en el mercado es muy amplia para adaptarse a distinta longitudes, anchuras y formas de parche. En contraposición, el esfuerzo a realizar por el operario es mayor y los procesos de lijado, de desbaste inicial y de afinado son más costosos, con lo cual se suele emplear únicamente para igualar el parche de masilla.
Consideraciones a tener en cuenta
Los aspectos más destacables a tener en cuenta cuando se procede a lijar la masilla son los que a continuación se enumeran:
- Utilizar siempre lijas en seco (nunca al agua), ya que la humedad penetrará por capilaridad a través de la porosidad de la masilla y llegará hasta el metal provocando a medio y largo plazo la reacción química de corrosión.
- Adecuar al grano de lija y la herramienta empleada a las necesidades de la reparación.
- Seguir una técnica de lijado ordenada y coherente.
- Aplicar constantemente técnicas de verificación que muestren el avance del lijado, generalmente a través de comprobación con la mano o con el uso de guías de lijado.
- Afinar convenientemente la masilla con la precaución de que haya un salto entre granos de más de tres numeraciones.
- Conectar el aspirador al útil de lijado, y colocarse guantes de nitrilo, mascarilla para polvo y gafas de seguridad.
Técnica de ejecución del lijado para igualar e integrar el parche
Para obtener una buena uniformidad e integración del parche se han de seguir las siguientes directrices:
- Dividir el parche según los planos que forme la pieza y lijar cada uno de ellos de forma independiente y progresiva.
- Iniciar el lijado desde el exterior del parche apoyando el útil de lijado sobre una zona que se encuentre en buen estado y que servirá de guía durante el avance del lijado.
- La presión de trabajo debe ser ligera para que no se elimine demasiada masilla ni se dejen marcas difíciles de eliminar.
- El avance del lijado se realiza con movimiento diagonal atravesando todo el parche, primero en un sentido y luego en el otro a fin de cruzar las pasadas y evitar la aparición de aguas.
- La velocidad de avance debe ser acorde a la masilla que tenga el parche, aunque de forma general ha de ser lo suficientemente lenta como para que se vaya igualando la superficie.
- Se debe seguir la forma de la pieza a través de un movimiento adecuado de la muñeca o utilizar tacos de lijado con formas específicas.
- Una vez esté igualado, se puede realizar un lijado con movimiento circular para eliminar la masilla de una forma más uniforme y reducir la aparición de aguas, especialmente en planos de la pieza curvos.
- Las zonas internas del vehículo han de ser lijados con lija de mano.
- Para restablecer la rectitud de contornos o nervios, colocar cinta de carrocero o americana sobre el nervio, lijar el plano correspondiente, invertir la posición de la cinta y lijar el nervio sobre el otro plano. Finalmente retirar la cinta, dar unas pasadas en cada plan, y ajustar la agudeza del nervio a la de origen utilizando una lija de mano.
Proceso genérico de lijado
El proceso de lijado genérico operativo a seguir de forma secuenciada cuando se emplea de forma combinada la rotorbital y el taco es el siguiente:
1. Elegir el grano de lija adecuado al tamaño del parche:- Daño grave o daños en lo que se ha rellenado más de lo habitual: Lija de grano P-80.
- Daño medio: Lija de grano P-80 o P-120.
- Daño leve: Lija de grano P-120 o P-150.
2. En parches de tamaño medio o grande, desbastar el parche con la rotorbital y el grano escogido teniendo la precaución de lijar solamente la capa superior, eliminando rebabas y cantos. En parches pequeños obviar este paso.
3. Una vez desbastado, aplicar guía de lijado sobre la masilla (opcional) y realizar el igualado manual de la superficie con un taco de forma y tamaño adecuados al parche en cuestión. Para ello seguir la técnica de ejecución analizada en el apartado anterior.
4. Una vez el parche está igualado e integrado en toda su periferia con el resto de la pieza, se procede a afinar la masilla con rotorbital, utilizando interface en los parches con curvatura. Para ello, seguir la siguiente secuencia:
- Parches en los que el lijado se inicia con P-80, rebajar a continuación con P-150 y finalizar con P-220.
- Parches en los que se comienza a lijar con P-120, afinar con P-180 y terminar con P-240.
Conclusión final
El proceso de lijado constituye una operación dentro del taller de carrocería que tiene gran influencia sobre el acabado final de la reparación. Por ello, ha de ejecutarse con la máxima responsabilidad utilizando los productos, herramientas y técnicas más adecuadas a cada situación.