Sonda lambda: función, tipos y problemas comunes

Por Ruta 401

La sonda lambda es un componente fundamental en el control de emisiones de los vehículos actuales. Su aparición se remonta a hace más de 40 años, cuando Volvo la colocó por primera vez en sus modelos 240 y 260 en serie. 

La función primordial de esta sonda es medir la concentración de oxígeno en los gases de escape y asegurar una mezcla de aire y combustible ideal en el motor. Así, gracias a ella, no solo se mejora la eficiencia del motor, sino que se logra reducir la emisión de partículas contaminantes.

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¿Qué es la sonda lambda?

La sonda lambda, también conocida como sensor de oxígeno, es un dispositivo electroquímico que se encuentra en el sistema de escape de los vehículos.

En los automóviles con motores Otto, se suele atornillar en el escape, antes del convertidor catalítico. Por su lado, los vehículos más modernos están equipados con dos sondas, una delante y otra detrás del convertidor catalítico. Excepto aquellos con motores Otto con turbocompresor, en los que la sonda lambda normalmente se ubica tras el mismo. En motores con los cilindros en V, se suele emplear una sonda por cada bancada de cilindros. 

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La sonda lambda genera una señal eléctrica basada en la cantidad de oxígeno presente en los gases de escape. Esta señal es enviada a la unidad de control del motor (ECU), que ajusta la proporción de aire y combustible inyectado en el motor para mantener la combustión dentro de los parámetros ideales

En cuanto a sus componentes, esta sonda está formada por una parte cerámica y unos electrodos de titanio o circonio. Además, en la actualidad lleva incorporado un elemento calefactor o resistencia que le permite alcanzar la temperatura de funcionamiento adecuada.

¿Qué tipos de sonda lambda existen?

Principalmente, hay dos tipos de sondas lambda:

  • Binaria o de banda estrecha. Es la versión más simple y menos costosa. Sencillamente, proporciona una señal que indica si la mezcla es rica (contiene demasiado combustible) o pobre (contiene demasiado aire), y no es capaz de leer correctamente los datos reales hasta que consigue una temperatura elevada.
  • Lineal o de banda ancha. Esta ofrece una medición más precisa de la mezcla aire-combustible que la sonda lambda binaria o de banda estrecha y, por lo tanto, es más cara. Además, es capaz de proporcionar una lectura continua de la relación entre aire y combustible.

¿Cómo funciona una sonda lambda?

Para que la sonda lambda funcione adecuadamente, debe alcanzar una temperatura de alrededor de 300 ºC. Esto se logra mediante una resistencia incorporada que la calienta hasta la temperatura de operación óptima.

A partir de ahí, como hemos avanzado hace un momento, la sonda lambda genera una señal de voltaje y la transfiere al sistema de control del motor. Esta señal indica cuál es la proporción entre aire y combustible y, con esta información, la ECU puede actuar en consecuencia, ajustando las cantidades si hace falta. 

Hay que tener en cuenta que la mezcla ideal para un motor de gasolina es de 14,7 gramos de aire por cada gramo de combustible. Esta proporción permite una combustión completa, con la que se evita el exceso de hidrocarburos no quemados en el catalizador. Para los vehículos diésel, la mezcla óptima es un poco diferente, concretamente de entre 14,5 y 12 gramos de aire por cada gramo de combustible. 

Problemas comunes de la sonda lambda y medidas de prevención

La sonda lambda de un vehículo puede sufrir distintos tipos de averías y problemas. Aquí puedes ver algunos de los más habituales y cuáles son sus consecuencias: 

  • Cuando la sonda lambda no analiza bien los gases de combustión, es posible que aumente el consumo de combustible. Esta avería hace que pueda incrementar la cantidad de hollín en el filtro de partículas, lo que generará una saturación excesiva del mismo y, a su vez, una obstrucción en uno de los componentes más caros del vehículo.
  • La suciedad acumulada, el exceso de contaminación y el gripaje en la rosca del sensor pueden alterar la precisión de las mediciones de la sonda. En caso de gripaje en la rosca, la forma más rápida de solucionar este problema consiste en aplicar un aceite mineral como LOCTITE LB 8040
  • Durante el proceso de curado de las siliconas acéticas, utilizadas, por ejemplo, para sellar colectores de salida de gases de escape, las partículas cerámicas que se volatilizan pueden acumularse en las ranuras de entrada de gases de escape de la sonda lambda, lo cual termina por colmatar los colectores y estropearlos. Este problema puede solucionarse utilizando siliconas neutras no volátiles, como LOCTITE SI 5699 o LOCTITE SI 5910.
  • Una sonda lambda defectuosa puede enviar señales erróneas a la ECU, lo cual provocará que la mezcla de aire y combustible sea incorrecta y, posiblemente, causará daños en el catalizador
  • Los defectos en el cableado que conecta la sonda con la unidad de control pueden generar averías que afecten a la comunicación entre ambos, lo que se traduce en lecturas erróneas. Estos defectos pueden ser causados por una avería técnica o por el efecto de un elemento externo.
  • El fallo de la resistencia o calentador también es un problema habitual que provoca un funcionamiento más tardío e incorrecto de la sonda lambda.

Como medida preventiva para evitar todas estas averías y contratiempos, en la medida de lo posible, conviene revisar la sonda lambda en kilometrajes superiores a los 80.000 km. Es aconsejable limpiar la rosca que se encuentra en el tubo de escape y aplicar un atigripante libre de metales, como LOCTITE LB 8009, en la rosca del sensor. Esto ayudará a evitar que se gripe y, además, facilitará su sustitución en caso de avería.

Más allá de la detección de los problemas mencionados, ¿cómo se puede saber que se está circulando con este componente en mal estado? Hay varias formas: por un lado, normalmente, se encenderá la señal luminosa de avería de motor en el cuadro y, por el otro, el vehículo irá perdiendo prestaciones o presentará anomalías en el ralentí.

La sonda lambda: un componente esencial para reducir la contaminación

La sonda lambda es uno de los sensores más importantes para la gestión del sistema de emisiones de un automóvil. Este elemento asegura que la combustión sea lo más eficiente posible y juega un papel fundamental en la reducción de la huella ambiental de los vehículos. Por ello, en vehículos que tengan más de 80.000 km, es necesario verificar su buen estado físico y realizar una prueba con escáner OBD (on-board diagnostics) . Esta medida es imprescindible para asegurar que el automóvil cumple con las normativas de emisiones vigentes.

 

 

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Categorias: Mecánica