La junta de estanqueidad o junta mecánica es un material adaptable que se emplea para sellar la unión entre dos piezas de un conjunto hidráulico o neumático, con el objetivo de evitar la fuga del fluido de su interior.
Las juntas pueden suponer un ahorro económico importante en el mecanizado de las piezas ya que, gracias a que están hechas de materiales adaptables, pueden corregir las desviaciones de las superficies de unión y evitan que estas se tengan que acoplar con exactitud.
El abanico de materiales empleados en la fabricación de juntas de estanqueidad es muy extenso, ya que la elección depende de varios parámetros como la temperatura de trabajo, la agresividad química del fluido a estancar y la propia exigencia de la aplicación. Las familias de materiales más utilizadas son el caucho, las siliconas, los metales blandos, los fieltros y los corchos, entre otros.
Tipos de juntas de estanqueidad
A continuación, se describen los principales tipos de juntas de estanqueidad:
- Juntas de estanqueidad planas. Tienen la función de garantizar la retención de los gases y de los líquidos entre dos superficies planas. Se fabrican partiendo de planchas, hojas, barras y tubos que se cortan a través de troquelado o mediante sistemas CNC (corte por hilo, láser, agua, etc.).
- Juntas de estanqueidad tóricas. Su función es asegurar la estanqueidad de fluidos tanto en aplicaciones estáticas como dinámicas. Consisten en anillos toroidales de materiales elásticos, generalmente goma, caucho o silicona. Aunque las más utilizadas son las juntas tóricas de sección circular, también existen variantes de sección cuadrada, hueca o de sección especial fabricadas por extrusión y vulcanizado. La estanqueidad la consiguen gracias a su capacidad de aplastamiento y al recalcado que provoca la presión del líquido. Por este motivo, resulta fundamental que el alojamiento de la junta cuente con las medidas y la forma requeridas por el fabricante de las juntas de estanqueidad (según la aplicación correspondiente).
- Juntas de estanqueidad preformadas. Son juntas que tienen un diseño especial para adaptarse a la superficie de unión entre dos piezas y para estanqueizar dicho montaje. Se fabrican partiendo de planchas y hojas cortadas por medio de un troquel o mediante sistemas CNC (corte por hilo, láser, agua, etc.).
- Formadores de juntas. Este método de estanqueidad es una alternativa a todo tipo de juntas, especialmente a las juntas de estanqueidad preformadas. Está compuesto por formadores de juntas líquidas que se adaptan a la forma de la superficie, compensando los pequeños desniveles y anomalías y permitiendo crear una unión entre los sustratos y, por lo tanto, un sellado perfecto.
¿Cuándo cambiar una junta de estanqueidad?
Esencialmente, existen dos situaciones en las que es necesario llevar a cabo la sustitución de las juntas de estanqueidad:- Una junta debe ser sustituida una vez desmontada por mantenimiento o diagnóstico, ya que su material tiene memoria y, al ser desmontada, la pieza no recupera la medida y forma original y, por lo tanto, no puede volver a cumplir con los requerimientos de estanqueidad en el montaje posterior.
- Cuando se realiza una revisión del vehículo y se observan restos de líquidos o aceites alrededor de la carcasa o tapa de algún sistema que guarde fluidos. Normalmente, esto se produce por una mala estanqueidad y por tanto hay que cambiar la junta correspondiente.
¿Cómo sustituir una junta de estanqueidad?
A continuación, se describen los pasos generales que deben seguirse a la hora de sustituir una junta de estanqueidad:
- Tras el desmontaje del conjunto y la extracción de la junta vieja, el primer paso es limpiar y desengrasar correctamente el asiento de la junta mediante un producto como TEROSON VR 10 o LOCTITE SF 7063. Esto ayuda si se utiliza un formador de juntas.
- Seguidamente, hay que seleccionar la junta de sustitución en función de los requerimientos de la aplicación. En el caso de sustituir una junta de estanqueidad preformada, cabe la posibilidad de optar por un formador de juntas, que va a agilizar el trabajo del técnico de taller por su versatilidad y rapidez de curado. En el mercado existen distintos formadores de alta calidad y especializados para cada aplicación. Marcas como LOCTITE ofrecen en su catálogo un amplio abanico de opciones como son las siguientes:
- LOCTITE 510. Un formador de juntas de alta resistencia térmica.
- LOCTITE 518. Un formador de uso general y de resistencia media, ideal para superficies metálicas.
- LOCTITE 5188. Una opción de alta flexibilidad.
- LOCTITE 574. Un formador de juntas de estanqueidad de curado rápido, para bridas rígidas.
- LOCTITE SI 5900. Un producto adecuado para diversos tipos de materiales, con buena resistencia a aceites y a los movimientos de la junta.
- LOCTITE SI 5910. Una opción de baja resistencia para bridas flexibles, que también ofrece buena resistencia a aceites y a los movimientos de la junta.
- LOCTITE SI 5920. Un formador de juntas de estanqueidad para bridas flexibles.
- LOCTITE SI 5970. Un producto que ofrece buena resistencia a los aceites.
- LOCTITE 406 O-RING. Un kit para formar, en cuestión de segundos, juntas tóricas de cualquier tamaño.
- A continuación, ensamblar el conjunto mediante la tornillería necesaria, empleando el par de apriete adecuado en cada caso.
- En el caso de haber utilizado un formador de juntas, el último paso consiste en limpiar el exceso de sellador y dejar curar el tiempo estipulado por el fabricante, teniendo en cuenta que la unión no puede ser sometida a esfuerzos severos hasta que su proceso de curado se haya completado totalmente.
Conclusiones
La estanqueidad es vital para el funcionamiento de diversos sistemas del vehículo, entre ellos el motor. Por este motivo, es fundamental sustituir a tiempo las juntas de estanqueidad ante una fuga o tras el desmontaje de las mismas, y siempre seleccionar un componente sustituto de calidad que cumpla con las exigencias de la aplicación.