La transmisión de un vehículo es un conjunto de elementos que, relacionados entre sí, permiten llevar la potencia desde el cigüeñal del motor a las ruedas motrices.
En nuestro artículo “Así funciona la transmisión de un vehículo” ya explicamos el funcionamiento y los tipos de transmisión. Así que, en este nuevo artículo, nos centramos en los componentes principales del sistema de transmisión, los tipos de entrega en vehículos SUV e híbridos y el mantenimiento aconsejado para alargar la vida útil de sus componentes.
Componentes del sistema de transmisión de un vehículo
Los componentes principales del sistema de transmisión de un vehículo son los siguientes:
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Caja de cambios de velocidades. Es el elemento encargado de transferir el par motor a las ruedas motrices a través de una relación de engranajes. Pueden ser sistemas manuales, automáticos o semiautomáticos.
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Embrague. Es un sistema que funciona de enlace entre el motor y la caja de cambios. Su misión es acoplar y desacoplar el par motor del vehículo así como facilitar el cambio de velocidad de forma progresiva. Existen diferentes tipos: hidráulico, monodisco seco, multidisco, de fricción, de muelles, etc.
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Árbol de transmisión. Recibe el par de la caja de cambios y transmite la potencia a los ejes motrices a través del cónico-diferencial. Los vehículos de transmisión directa prescinden de este componente.
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Grupo cónico-diferencial. Su misión es la de transformar y transmitir el movimiento que recibe del eje longitudinal (árbol de transmisión) en movimiento transversal para dirigirlo a los palieres. Este grupo también se encarga de regular el giro de las ruedas cuando el vehículo toma una curva y evita que éstas patinen de forma continuada por descompensación de revoluciones.
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Palieres o semiejes. Transmiten el movimiento a las ruedas motrices. En algunas ocasiones los palieres funcionan como brazo de suspensión.
Clases de transmisiones en coches SUV e híbridos
En el artículo “Vehículos SUV: historia y evolución” se avanzaba el origen y progreso de vehículos SUV. Ahora, en plena fase de cambio, los fabricantes del sector trabajan día a día en el desarrollo de nuevos sistemas, combinando las transmisiones tradicionales con las más actuales. A continuación, describiremos algunos de los tipos de transmisión más empleados en coches SUV e híbridos:
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Tracción a las 4 ruedas. Es conocida por sus siglas en inglés AWD (all wheel drive). Este tipo de vehículos dispone de 2 ejes motrices. Es un sistema avanzado que analiza el estado del terreno y facilita el desplazamiento del vehículo sobre el firme, lo que favorece la estabilidad y la respuesta del vehículo. Subaru empezó utilizando este tipo de transmisión hace más de 40 años en su modelo Leone.
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Una variante de este sistema son los vehículos con el motor situado en el eje trasero, lo que permite prescindir del árbol de transmisiones. Esta opción no es habitual ya que suele presentar problemas de refrigeración del motor.
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Tracción trasera. Sus siglas en inglés son RWD (rear wheel drive). El par motor es transmitido hacia el eje motriz trasero a través del árbol de transmisión. BMW utiliza generalmente este tipo de tracción desde la década de los años 30 en modelos como el 303.
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Tracción delantera. Sus siglas en inglés son FWD (front wheel drive). Probablemente es la combinación más utilizada por los fabricantes en la Unión Europea debido a su menor complejidad mecánica. En este sistema, el par motor se transmite únicamente al eje motriz delantero, por lo que en este tipo de vehículos no existe el árbol de transmisiones. En el año 1959, el desarrollo del Mini supuso un avance en este aspecto, combinó el motor transversal con la tracción delantera y, por ello, es considerado el pionero de los vehículos utilitarios actuales.
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Tracción 4x4 conectable. Este sistema es conocido con las siglas 4WD (four wheel drive). Es un método de transmisión equivalente al AWD, pero que permite al piloto seleccionar, de manera manual, el bloqueo de uno o dos ejes gracias a que cada eje motriz dispone de su propio diferencial. Jeep incorpora este tipo de tracción en algunos de sus modelos desde los años 40.
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Híbrido en serie. Este sistema consta de un motor propulsor eléctrico principal que mueve el vehículo y otro motor adicional térmico de apoyo. Un ejemplo de este sistema es el BMW i3 REX.
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Híbrido en paralelo. Está compuesto por 2 propulsores, uno eléctrico y otro térmico que pueden impulsar el vehículo a la vez. Hoy en día, la mayoría de vehículos híbridos aplican esta tecnología. Hyundai utiliza este sistema en el Ioniq Hybrid.
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Híbrido serie-paralelo o reparto de potencia. Se trata de un sistema provisto con 2 motores, un propulsor térmico y un motor eléctrico. El propulsor térmico puede funcionar en serie o en paralelo, para cargar las baterías o desplazar el vehículo. Un ejemplo de esta tecnología es el Mitsubishi Outlander PHEV, el coche híbrido enchufable más vendido en España en el año 2017.
Consejos para el mantenimiento del sistema de transmisión
Las medidas de mantenimiento esenciales del sistema de transmisión son las siguientes:
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Supervisar el estado de los palieres. Es fundamental que los fuelles, juntas y rodamientos se conserven en buen estado, libres de impurezas u oxidaciones, y correctamente lubricados. El buen estado de los fuelles de palier es vital para garantizar el salvaguardo de estos elementos.
Los fabricantes recomiendan esta supervisión en las inspecciones rutinarias, para evitar contratiempos en la conducción: vibraciones durante la aceleraciones o desaceleraciones con cierta dureza (debidas a desequilibrios en el palier o por problemas en los diferenciales), ruidos metálicos al tomar una curva (causados por juntas homocinéticas en mal estado), etc.
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Comprobar el nivel del aceite del cambio y grupos, y renovarlo siguiendo las instrucciones que marca el fabricante (cantidad, viscosidad, periodos y modo de sustitución). En el caso de las cajas de cambio automáticas, esta medida evita patinajes en la aceleración al cambiar de velocidad.
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Verificar el recorrido, sonido y vibración del embrague. Es una revisión habitual en los mantenimientos básicos ya que es una medida fundamental para prevenir multitud de averías costosas.
Siguiendo estas pautas, evitar y detectar averías a tiempo en los elementos de transmisión. Un mantenimiento adecuado alarga la vida útil no solo de los componentes del sistema, sino también la del vehículo. Por ello, es de vital importancia seguir los planes de mantenimiento preventivos y predictivos aconsejados por los fabricantes.