En la industria del automóvil existen tanto transmisiones manuales como automáticas. Estas últimas requieren de un mantenimiento específico para poder funcionar correctamente, y uno de sus elementos fundamentales es el aceite de transmisión, que en la industria se conoce como fluido de transmisión automática o ATF, por sus siglas en inglés. ¿Quieres saber más sobre el aceite de la caja de cambios, su mantenimiento, sus características y su tipología?
Evolución de las cajas de cambio automáticas
Las cajas de cambio automáticas han sufrido grandes avances durante estos últimos 20 años, que han hecho que los vehículos sean más eficientes, que se reduzca su consumo gracias a las cajas de cambio tipo DSG, que se facilite su manejo y que la conducción del automóvil sea más placentera.
Además, su fiabilidad ha aumentado, ya que las transmisiones automáticas pueden aguantar hasta 400.0000 km sin reparaciones, siempre y cuando se utilice el ATF adecuado y se realice su cambio con la frecuencia recomendada. De hecho, te aconsejamos que informes a los propietarios de los vehículos con cajas de cambio automáticas que el mantenimiento del aceite de la caja de cambios también es necesario.
Recomendaciones de mantenimiento del aceite de la caja de cambios
El mantenimiento periódico garantiza que la caja de cambios cuente con el nivel de aceite óptimo y que dicho fluido se encuentre en condiciones adecuadas para permitir un lubricado óptimo.
La periodicidad que los fabricantes suelen recomendar para la sustitución del aceite en una caja de cambios manual es de 60.000 km o dos años. En el caso de una transmisión automática, este dato va a depender de varios factores como el tipo de cambio y el modo de conducción, pero, de forma genérica, la periodicidad de sustitución recomendada también es de 60.000 km o dos años. Si bien es cierto que existen casos excepcionales como el de las transmisiones de variador continuo, en las que la sustitución del ATF se aconseja cada 90.000 km, o como el de las cajas de cambios exclusivas, en las que el modo de conducción puede afectar notablemente al ciclo de sustitución (en estos casos, este dato puede variar entre los 50.000 y los 125.000 km).
Finalmente, para cumplir con un mantenimiento adecuado del aceite de la caja de cambios es fundamental seleccionar un lubricante de alta calidad, a poder ser recomendado por el fabricante.
¿Qué características tiene un buen ATF?
El aceite de la caja de cambios cumple una función crucial para garantizar la vida útil del sistema de transmisión y del vehículo en general. Este lubricante se encarga de proteger de la abrasión y de la corrosión los componentes del mecanismo, así como de reducir las pérdidas energéticas por fricción, ya que neutraliza la temperatura de las piezas que contactan entre sí y las mantiene limpias. Además, ayuda a amortiguar impactos y vibraciones y, así, a proteger el complejo juego de engranajes del mecanismo.
Las propiedades que debe reunir un aceite de caja de cambios de calidad son las siguientes:
- Tener un correcto coeficiente de fricción.
- No ser corrosivo.
- Mantener una estabilidad térmica.
- Disponer de una buena detergencia, es decir, que mantenga sus propiedades al entrar en contacto con sustancias ácidas y contaminantes.
- Poseer estabilidad contra la oxidación.
- Minimizar la espuma y el desgaste.
- Mantener sus propiedades frente a la oxidación.
¿Qué tipos de aceite de caja de cambios existen?
El aceite de la caja de cambios es un compuesto formado por una base de aceite mineral o sintético (entre el 50 y el 95 %), un porcentaje de aditivos (entre un 5 y un 12 %) y optimizadores de la viscosidad (entre un 0 y un 35 %).
En función de la cantidad y tipología de los aditivos que incorpora, el producto va a ser destinado a una aplicación u otra. En este sentido, el American Petroleum Institute (API) los clasifica de la siguiente manera:
- GL-1. Para transmisiones manuales que trabajan en condiciones suaves. Se utilizan en algunos vehículos comerciales y vehículos especiales que exigen bajas velocidades y cargas. Estos aceites de caja de cambios contienen inhibidores de la corrosión y aditivos para prevenir espumas.
- GL-2. Para transmisiones de vehículos agrícolas que operan en condiciones de baja velocidad y carga. Pueden contener aditivos antidesgaste.
- GL-3. Para transmisiones de vehículos en general (que trabajan bajo carga media). Contienen aditivos antifricción.
- GL-4. Para vehículos de pasajeros y comerciales cuyas cajas de cambio son altamente solicitadas. Contienen aditivos de extrema presión.
- GL-5. Para cajas de cambio que trabajan en condiciones severas y son muy solicitadas.
- MT-1. Para transmisiones que operan en condiciones de carga extremas, por ejemplo en cajas de cambios asincrónicas de autobuses y de vehículos diesel pesados de carga.
Estos tipos de aceite de caja de cambios se pueden clasificar, a su vez, en función de su grado de viscosidad a una temperatura determinada (esta clasificación se rige de acuerdo con la especificación SAE J306). La clasificación es la siguiente:
Grado de Viscosidad |
Grado Máx. de temperatura para la viscosidad de 150.000 mPa·s |
Viscosidad ( sq·mm/sec) a 100 °C |
|
SAE |
Maxi |
Mini (1) |
Maxi |
70 W |
-55 °C |
4.1 |
|
75 W |
-40 °C |
4.1 |
|
80 W |
-26 °C |
7.0 |
|
85 W |
-12 °C |
11.0 |
|
80 |
7.0 |
< 11.0 |
|
85 |
11.0 |
< 13.5 |
|
90 |
13.5 |
< 18.5 |
|
110 |
18.5 |
< 24.0 |
|
140 |
24.0 |
< 32.5 |
|
190 |
32.5 |
< 41.0 |
|
250 |
41.0 |
Estos grados de viscosidad se pueden dividir, a su vez, en dos tipos: de invierno y de verano. Los grados cuyo código consta de una “W” son grados de invierno (winter) y son lubricantes con un comportamiento óptimo a bajas temperaturas. El resto de viscosidades se catalogan como grados de verano y garantizan una viscosidad determinada a temperaturas elevadas. El requisito de esta norma estipula que, a 100 °C, la viscosidad del aceite de la caja de cambios debe permanecer dentro de los límites del grado SAE tras realizarse una serie de pruebas de cizallamiento que miden los efectos de este sobre el lubricante después de 20 horas de prueba.
Conclusión
El mantenimiento de la caja de cambios es fundamental para garantizar su vida útil. En este sentido, es importante controlar el nivel de aceite, así como verificar que el líquido sea de calidad, se encuentre en buen estado y sea el tipo de aceite de caja de cambios recomendado por el fabricante.