Por el entramado de las cámaras de combustión de un motor circulan siempre tres tipos de fluidos: el combustible, el aceite y el aire. Todos ellos deben estar completamente limpios de partículas para poder asegurar un buen estado general del motor, y para obtener esta limpieza es necesario disponer de los filtros correspondientes para cada uno. A estos tres filtros se añade un cuarto que se denomina “filtro de habitáculo”, y que se encarga de la calidad del aire que se respira dentro del propio vehículo.
El problema de los filtros es que con su uso habitual se van atascando y llenando de impurezas, por eso al cabo de un tiempo es necesario cambiarlos para poder asegurar la longevidad del motor y la calidad del aire que se respira en el interior.
Funciones de los filtros de coche
Son los encargados de:
- Proteger el motor aumentando su vida útil.
- Disminuir el consumo de carburante.
- Evitar los malos olores dentro del vehículo.
- Asegurar la calidad del medio ambiente optimizando el funcionamiento del motor.
Los filtros de coche se deben cambiar con respecto a las indicaciones del fabricante, lo que nos permite mejorar el rendimiento y la vida útil del motor. Normalmente, estos intervalos van desde los 7.500 kilómetros hasta los 15.000 kilómetros.
Tipos de filtro de coche
Según la tipología del filtro, lo cambiaremos en un momento concreto:
- Filtro de aceite: Lo hace reteniendo partículas metálicas, residuos de combustión o impurezas del combustible, que pueden influir muy negativamente en el funcionamiento del motor. El aceite está en constante movimiento a lo largo del mismo, por eso acumula las partículas que provienen del desgaste del material, así que el filtro asegura que el aceite continue limpio y además acumula estas partículas para poder desecharlas. El caso es que no se puede detectar su mal estado, por eso recomendamos que se cambie cada vez que se realice un cambio de aceite.
- Filtro de combustible: Es el encargado de retener las partículas que contiene el combustible. Su mal estado tiene incidencia directa en la potencia del vehículo y en los arranques debido a que no se realiza de forma correcta la mezcla de combustible. Si queremos comprobar si el filtro está en buen estado podemos fijarnos en si el humo del sistema de escape es más negro de lo habitual o si detectamos un vacío de potencia.
- Filtro de aire: Su función es retener las partículas sólidas del aire que entra al motor, que también influyen en su correcto funcionamiento. Podemos ver fácilmente si el filtro se encuentra en mal estado cuando observemos que está de color negro debido al hollín acumulado, si ha incrementado el consumo de combustible o si el vehículo ha perdido prestaciones. Además, de no realizar un correcto funcionamiento las partículas pueden pasar a la cámara de combustión, que se puede desgastar prematuramente.
- Filtro de habitáculo: Es el que tiene una incidencia directa en el conductor y los pasajeros del vehículo, ya que se encarga de filtrar las partículas de polvo, polución y gérmenes, evitando así que pasen al interior del habitáculo. Es importante mantenerlo en perfecto estado, sobre todo si pasamos largas jornadas conduciendo. Podemos detectar incidencias cuando disminuya el caudal de aire que proviene de las rejillas o si empezamos a percibir malos olores. De ser así, ha llegado el momento de sustituirlo. Existe un producto llamado Hygiene Spay que puede ser una buena alternativa al cambio y que puede alargar la vida útil del filtro de aire y del habitáculo.
En este post hemos tratado de explicarte cuáles son los tipos de filtro del vehículo y sus condiciones de mantenimiento.