El libro de mantenimiento: un aliado para ti y para la seguridad de los coches

Por Ruta 401

Además de una inversión económica importante, el coche es para el usuario una necesidad en el día a día. Por querer ahorrar, muchos propietarios prefieren esperar a que aparezcan averías o el vehículo comience a fallar para llevarlo al taller. Ese es un error del que un buen mecánico debería sacar a su cliente. El primer paso en la seguridad del coche es concienciar al propietario de la necesidad de realizar las revisiones periódicas. Por eso hay que asesorar al cliente. Para realizar dichas revisiones de forma más eficaz, el profesional cuenta con un arma poderosa: el libro de mantenimiento.

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Desde hace unos años, para mantener la garantía del fabricante no es necesario ir a los talleres oficiales. Eso ha ampliado el abanico de posibilidades para los propietarios de coches, que tienen más donde elegir. Pero esa garantía sólo la mantendrá si el mantenimiento y revisiones se hacen acorde a las instrucciones del fabricante, las cuales figuran en el libro de mantenimiento. Por dicho motivo, una vez realices la revisión tendrás que sellar el libro; con lo que en caso de no seguir las especificaciones y que algo salga mal, pondrás en juego tu prestigio y la confianza del cliente. Además de enfrentarte a posibles reclamaciones.

El libro de mantenimiento, un elemento a tener en cuenta

El libro de mantenimiento es el historial médico del coche y en él encontrarás qué "medicinas" necesita. Dicho de otra forma, cuando te enfrentas a una revisión deja que sea el libro el que te indique el camino a seguir. Si todas las revisiones se han sellado correctamente, sabrás exactamente las intervenciones a realizar. Aunque luego lo examines y puedas detectar otras necesidades, el libro de mantenimiento te indica los cambios y el mantenimiento que se le ha hecho al coche.

Niveles, filtros, pastillas de freno, amortiguadores, correas, incluso la climatización, todos los elementos que han de estar bien en el coche figuran en las revisiones. Como bien sabe cada mecánico, no todos necesitan ser cambiados o revisados con la misma frecuencia. Y como no es fácil que el cliente recuerde la última vez que su coche entró en un taller, el libro de mantenimiento es una guía fundamental.

Es vital que al realizar las revisiones se sigan las especificaciones del fabricante en cuanto a los lubricantes o aceites a utilizar. El aceite es el elemento clave en toda revisión, ya que con el paso del tiempo y los kilómetros pierde sus propiedades. Así que hay que sustituirlo para que mantenga sus prestaciones y no acorte su vida útil. Con este habrá que revisar y sustituir, en la mayoría de ocasiones, el filtro de aceite.

El libro de mantenimiento indica qué aceite necesita el motor. Utilizar uno de distinta y, sobre todo, menor calidad no tiene por qué ser perjudicial. Pero estarás obviando el aceite con el que el fabricante apunta que el motor alcanzará su rendimiento más óptimo.

Un buen mantenimiento evita averías inesperadas, y si el fabricante ha determinado un plan no deberías saltártelo. Las especificaciones concretas que figuran en el libro de mantenimiento son las que optimizan y alargan la vida útil del coche. Y hay que hacer caso al fabricante porque al fin y al cabo es quien conoce mejor los tiempos y componentes que se necesitan. Y es que, ¿quién conoce mejor a un hijo que su madre o su padre? 

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