Ruta 401
El Blog de los Profesionales del Taller

Para que un taller mantenga unos clientes fieles, ha de asegurarse que todos sus empleados dispongan de las herramientas necesarias para realizar el trabajo de la manera más eficaz posible. Y esas herramientas empiezan por una ropa laboral adecuada.

Dedicarse a la mecánica es una actividad que para mucha gente del sector es un hobby. Y no hay nada más gratificante que convertir tu pasión en tu profesión, algo que hará que te dediques a ella con más intensidad si cabe. Y llegado el momento te puedes llegar a plantear: ¿y si tuviera mi propio taller? Una vez has decidido lanzarte a la aventura de gestionar tu propio negocio, hay algunas cosas que debes saber sobre cómo abrir un taller.

En un taller podemos encontrar muchos tipos de Equipos de Protección Individual  (EPI), uno de los más comunes son las máscaras para soldar, que son un protector rígido con una ventana que facilite la visión del usuario, ventana que puede ser fija o móvil. La máscara para soldar queda fijada a la cabeza y es un elemento indispensable para la protección facial y ocular.

En cualquier taller hay reparaciones sencillas y otras que requieren más dedicación y horas de trabajo. En concreto, hoy vamos a hablar de uno de los problemas más habituales a las que nos tenemos que enfrentar en el taller: las averías derivadas de fugas en la junta de la culata o en la misma culata, bien por una fisura interna o externa.

Los productos para el tratamiento y sellado de piezas metálicas son indispensables en cualquier taller mecánico. Si bien es cierto que hay talleres que están mucho más especializados en la modificación y tratamiento de piezas metálicas con objetivos estéticos, cualquier taller necesita este tipo de productos para limpiar metales, pulirlos, o realizar operaciones de ensamblaje o chapa y pintura.

El inexorable paso del tiempo afecta a todas las circunstancias de la vida, el reloj no se detiene y solo los más fuertes sobreviven. Estas palabras que bien podrían ilustrar un libro sobre la evolución, las podemos aplicar al taller. No hay que dejar que los avances técnicos y tecnológicos, los cambios y las nuevas tendencias te pillen desprevenido. Establece un plan de formación continua en el taller para que mejore el rendimiento del mismo.

Aunque los fabricantes de automóviles intentan reducir el número de piezas e integrarlas cada vez más, aún quedan demasiados elementos que necesitan de fijación. Y no solo eso, sino que piezas como roscas o tornillos necesitan la ayuda de productos de sellado para resistir la vibración y los elementos físicos a los que se enfrentan en un automóvil.

El sector de la automoción es uno de los que mantienen una buena salud en España. Si bien las ventas de coches no llegan a las cifras de hace unos años, la producción de vehículos en nuestro país sigue viento en popa, siendo el 2º principal productor de la UE y el 9º del mundo.

Sin embargo, la automoción también se enfrenta a nuevos retos, algunos de los cuales (quizá los más importantes) tienen que ver con la reducción de las emisiones de gases contaminantes.

Uno de los aspectos que más debes cuidar en tu taller es el cuidado de tus empleados y el respeto a la normativa vigente. Cada vez más se insiste, desde los distintos organismos del Estado, en el cumplimiento de la ley de prevención de riesgos laborales. Pasarla por alto puede salir muy caro si en algún momento se recibe la visita de uno de los Inspectores de Trabajo y Seguridad Social.

Conocida coloquialmente como “cemento”, la masilla es un elemento muy útil a la hora de reparar y mejorar el aspecto de la carrocería. La reparación de raspones y golpes en la carrocería del coche es uno de los servicios más demandados en los talleres. Y aunque suelen significar trabajo para el chapista, la utilización de masillas es una solución, que si bien no elimina el trabajo que realiza el chapista, sí que proporciona buenos resultados y permite que el exterior de los vehículos luzca un buen acabado.