Para que un taller mantenga unos clientes fieles, ha de asegurarse que todos sus empleados dispongan de las herramientas necesarias para realizar el trabajo de la manera más eficaz posible. Y esas herramientas empiezan por una ropa laboral adecuada.
Una apropiada ropa de trabajo de taller incide en varios aspectos positivos, que serán beneficiosos para todos: empleados y clientes. Invierte en ropa de buena calidad para contribuir a la seguridad, ya no solo por el hecho de que garantiza la integridad física de los empleados, sino porque podrías incurrir en un delito contra la seguridad en el trabajo. Recuerda siempre que muchas veces lo barato sale caro, confía en proveedores reconocidos, más en una época en la que por reducir unos euros, se recorta muchas veces en calidad.
Dado que en un taller se manejan productos tóxicos, la ropa de trabajo es de vital importancia para que los trabajadores no puedan entrar en contacto directo con los productos tóxicos y puedan sufrir algún tipo de quemadura o intoxicación. Hay que asegurarse que los empleados lleven un calzado con suela antideslizante y protegido en la puntera, así como el uso de cada elemento de protección individual dependiendo de los trabajos concretos que se realicen. Un trabajador que usa ropa adecuada se siente más seguro y eso puede incluso ayudar a mejorar su productividad, además de evitarle riesgos innecesarios para su higiene.
Imagen de marca
La seguridad es probablemente la principal razón por la que deberías tener ropa de trabajo propia del taller, pero no la única. Que todo el personal vista el mismo uniforme proporcionará una imagen de marca fácilmente reconocible que a su vez, generará más confianza en el cliente. Así facilita que al llegar a un taller el cliente pueda reconocer a los empleados y dirigirse a ellos. Pero no solo para el cliente, para el trabajador la imagen de marca le genera un sentimiento de pertenencia que alimenta la unión y el trabajo en equipo. Un uniforme cómodo y seguro motivará a los trabajadores y les servirá de estímulo emocional para desempeñar su labor de una manera aún más proactiva.
Tener una imagen de marca genera impresiones positivas en los clientes, ya que otorga una sensación de seriedad y profesionalidad. Transmite a los clientes que tu empresa es sólida y que te preocupas tanto de tus trabajadores como de cuidar que el funcionamiento del taller sea lo más perfecto posible. Una imagen cuidada es una imagen bien valorada.
Para esa imagen de marca es muy importante valorar, por ejemplo, qué colores son acordes con la imagen que se quiere transmitir, por lo que debe ir en consonancia con la imagen del resto del negocio. La imagen es global, debes generar en el cliente una sensación única, no un contraste de impresiones. Si le transmites confianza, seguridad e imagen de empresa sólida, es probable no solo que vuelva a confiar en tu taller para siguientes visitas, sino que también lo recomiende a sus conocidos.
Por todo ello, la inversión en ropa de trabajo de taller no debe suponer un quebradero de cabeza, es completamente necesaria. La seguridad, el reconocimiento y la imagen de marca no pueden permitirse dudas ni recortes. Todos los miembros de la empresa y los clientes lo agradecerán, los primeros porque se sentirán parte importante de un gran conjunto como es la empresa y los segundos porque se sentirán mucho más tranquilos al dejar sus coches en tus manos.