No es la primera vez que hablamos del motor híbrido y sus ventajas, y parece que os interesa mucho el tema, sobre todo en lo relativo a su fiabilidad, recarga, rendimiento y otros aspectos más cotidianos, como el tipo de conducción recomendada. Por eso nos hemos decidido a crear un artículo sobre cómo es la conducción de un motor híbrido, que esperamos te sea de utilidad.
Cambiando a un motor híbrido: ¿cómo es la experiencia?
El motor híbrido es el que combina una parte térmica con un pequeño propulsor eléctrico. Su sistema se va a encargar de gestionar de forma automática ambos motores en función de la potencia que se requiera en la forma de conducción del usuario. De esta forma, es la batería la que manda la energía al motor eléctrico y el de explosión va a actuar como propulsor único o como fuente de recarga de la batería.
Como hemos comentado en otras ocasiones, este tipo de vehículos híbridos son más beneficiosos para el medioambiente porque tienen un consumo muy bajo, reducen sus emisiones y pueden circular en modo eléctrico (también llamado EV) durante varios kilómetros, contaminando así lo menos posible.
La conducción de un vehículo con motor híbrido
Hay que tener en cuenta que si nos decantamos por este tipo de coche tenemos que hacerlo pensando en un cambio de conducción. No es un coche pensado para aquellos que buscan potencia, ya que normalmente son turismos de baja cilindrada y potencia, sino para usuarios eficientes que quieren contribuir a la sostenibilidad con su manera de conducir.
Por eso, el tipo de conducción a la que podemos aspirar, en detrimento de la deportiva o agresiva, es una eficiente y ahorradora, aunque con ello no queremos decir que un vehículo con motor híbrido no cuente con prestaciones, ¡al contrario! Esto es lo que tienes que tener en cuenta:
- Frenada regenerativa: Olvídate de pegarte lo máximo posible al vehículo de delante antes de frenar. Es necesario levantar previamente el pie del acelerador para que el sistema de retención cargue la batería y en caso de frenar hay que hacerlo de forma progresiva y prolongada para recuperar mayor energía.
- En la circulación por autopista o vías rápidas, el motor híbrido no se encuentra tan cómodo en cuestiones de ahorro como un vehículo convencional, ya que las baterías le dan un extra de peso. Por eso, cuando te encuentres con alguna cuesta debes accionar el acelerador de forma constante. Después, puede aprovechar las bajadas para regenerar energía de nuevo. Así, el objetivo en estas vías va a ser consumir poco e ir recargando la batería progresivamente.
- En circulación por vías urbanas o atascos, se consigue un mayor ahorro con respecto a los motores tradicionales, sobre todo si activas el modo EV del que te hablábamos antes, que activa el modo eléctrico hasta los 50 km/h, que es la velocidad máxima en poblado y el consumo se reduce a 0 litros. ¡Así no tendrás ninguna excusa para pasarte de esa velocidad!
Esperamos que esta información sobre el motor híbrido te haya servido para conocer un poco mejor su forma de conducción óptima.