En casi todos los trabajos existen cosas positivas y otras que no lo son tanto. Son “gajes del oficio”, se suele decir. Seguro que a cualquier persona hay aspectos de su trabajo que no le gustan pero, ¿cuáles son las cosas que más molestan a un mecánico?
Cosas que molestan a un mecánico
Cargar con las culpas
Los mecánicos, igual que otros profesionales, muchas veces son tratados injustamente por sus clientes. Algunos de ellos, tras haber ido al mecánico, culpan a este de cualquier fallo o avería que sufra el coche durante un plazo X de tiempo, aunque esta avería no tenga nada que ver con la reparación o tarea por la que llevaron el coche al taller.
Escuchar ‘los mecánicos son muy caros’
Puede que las reparaciones en el taller sean caras o, mejor dicho, que sean un gasto que no apetece afrontar, sobre todo cuando es un imprevisto. Pero dentro de la factura del taller se incluyen muchas cosas: la energía y equipos utilizados, las piezas o recambios, las horas de trabajo, el sueldo de los profesionales, etc. No es que los mecánicos sean caros, es que las reparaciones de vehículos pueden ser complejas y requerir piezas y equipos con un coste elevado.
Que pongan en duda su profesionalidad
Hay quien no solo afirma que los mecánicos son caros, sino que además reparan los coches de forma que el cliente tenga que volver al taller más pronto que tarde. Nada más lejos de la realidad: los mecánicos dependen de la efectividad de su trabajo y a ningún profesional le gusta crearse una mala reputación. Es normal que esta sea una de las cosas que molestan a un mecánico, y mucho.
El cliente ‘sabelotodo’
El cliente que llega al taller con aires de superioridad, creyendo que sabe exactamente lo que le pasa al coche y dándole de antemano la solución al mecánico no suele ser muy apreciado. Es el tipo de cliente que, cuando el profesional del taller le da un veredicto diferente, insiste e insiste en su postura y, aunque la reparación vaya perfecta, siempre tiene algún “pero” que remarcar.
Ante un cliente así, el profesional del taller debe mantenerse firme en su posición y, aunque siempre es positivo oír otras opiniones, bajo ningún concepto debe dejarse manipular por las creencias del cliente, ya que este no es un profesional y no tiene los conocimientos necesarios. Eso sí, en la medida de lo posible, el técnico del taller tiene que poner todos los medios para que el cliente comprenda la decisión del taller y entienda que se está haciendo lo mejor para el vehículo.
Los estereotipos sobre la profesión
La mayoría de sectores profesionales tienen que lidiar con tópicos y estereotipos y, aunque sea una cosa que les moleste, los mecánicos no son una excepción. Muchos creen que un profesional del taller es una persona bruta, con pocos estudios, rodeada siempre de piezas, tuercas, polvo, grasa y suciedad, y cuyo único tema de conversación son los coches.
Pero esta descripción está lejos de la realidad. Ante la desaparición de los vehículos tradicionales y la cada vez más rápida evolución de los coches de nueva generación, el mecánico tradicional ha tenido que formarse y prepararse para poder abordar el nuevo día a día del taller.
Los vehículos en estados poco presentables
Los técnicos del taller deben estar preparados para toparse con todo tipo de dificultades en una actuación de taller, sin embargo, resulta muy difícil iniciar una reparación cuando el coche está excesivamente sucio. Cuando la zona afectada está llena de barro o desmedidamente ennegrecida, obliga al taller a ocuparse de ello antes de poder empezar el trabajo. Esto es algo que hace perder tiempo al profesional en cosas que no le pertocan y, además, puede mostrar una falta de consideración y respeto hacia él, por eso es una de las cosas que molestan a los mecánicos.
Los vehículos con la gasolina bajo mínimos
Muchos clientes llevan el coche al taller prácticamente sin gasolina. ¿Y si el mecánico tiene que probar el coche para ver de dónde viene la avería o para comprobar si ha sido solucionada? Es un detalle en el que muchos clientes no caen antes de acudir al taller y una molestia para el profesional.
Estas son siete de las cosas que más pueden molestar a un mecánico. Aunque quizá tú añadirías alguna más...