El año 2015 se ha cerrado con unos datos que no resultan positivos en lo que se refiere al número de averías de coches en carretera. Según el informe del RACE (Real Automóvil Club de España), las averías mecánicas crecieron un 9% durante el pasado año, en el que se dio asistencia a 600.000 vehículos, 50 más que en el año anterior.
En lo que se refiere al tipo de averías, se llevan la palma la batería (122.935), los neumáticos (56.624), el motor (27.226) o el alternador (28.389). Cabe destacar el gran aumento de las averías relacionadas con los neumáticos (11,1%) y las del alternador, que se incrementan en un 57%. Pero si hay un tipo de averías que aumentaron de forma desmedida en el año 2015, estas son las relacionadas con el embrague, casi un 90%.
Este aumento de las averías en carretera tiene relación, directa o indirecta, sobre el número de accidentes que se producen, por lo que no es de extrañar que éstos hayan aumentado un 11,2%, pasando de los 25.992 a los 28.914. También cabe destacar que han aumentado los accidentes con víctimas mortales, pasando de 984 en 2014 a 1.018 en 2015. Especialmente pronunciado ha sido el aumento de las víctimas mortales entre los conductores de motocicletas, que pasan de 170 a 219, o en los ciclomotores, de 17 a 28.
Conclusiones acerca de los datos sobre averías en carretera
El mantenimiento de los coches cada vez se descuida más, en el sentido de que los propietarios los llevan menos al taller para realizar una revisión profesional del vehículo. Se posponen las revisiones y se dejan pasar los pequeños fallos, los cuáles pueden convertirse en problemas mayores que se pueden manifestar en mitad de un trayecto. Hay que concienciar acerca de la necesidad de realizar mantenimientos periódicos para garantizar el buen estado de las piezas y componentes, y evitar estas averías en carretera.
Esto se une a un parque automovilístico cada vez más envejecido, en el que el 30% de los vehículos supera los 15 años de edad (la media ronda los 11 años). Es evidente que un coche de más de 10 años y con muchos kilómetros en sus ruedas necesita revisiones con mayor periodicidad, y no solo cuando toca pasar la ITV.
También es importante tratar de convencer al motociclista acerca de la necesidad de usar elementos de seguridad a la hora de conducir una moto (monos, cascos integrales). La mayoría de los fallecidos en ciclomotores en accidente de tráfico no llevaban un casco homologado.
Por último y a modo de conclusión, destacar que los talleres deben jugar un papel fundamental en la concienciación del conductor en lo relativo al mantenimiento del vehículo, pero no pueden estar solos. Un taller puede realizar labores de comunicación de forma aislada e individual, pero también puede buscar colaboraciones con asociaciones que le otorguen más poder de difusión, u organizar campañas conjuntas con la DGT para fomentar una actitud responsable acerca del mantenimiento de los vehículos.
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