Una de las inversiones que han de plantearse en un taller es la de las herramientas que en él se utilizan. A pesar de que el mercado ofrece cada vez más alternativas y mejoras, cada inversión puede conllevar riesgos. No son pocos los que se plantean adquirir herramientas de taller de segunda mano. Pero para adentrarse en el mundo del material ya usado hay que conocer primero cuáles son sus ventajas y desventajas.
La principal ventaja de las herramientas de taller de segunda mano es, sin duda, la económica. Adquirir este tipo de material supone para los gastos del taller un ahorro de coste importante respecto a las herramientas nuevas. Se puede acceder a herramientas de primeras marcas a menor precio. El mercado de segunda mano es un mercado en auge en todos los sectores, y el mecánico no es ajeno a la tendencia. Comprar herramientas de taller de segunda mano hace que el ahorro de unos cuantos euros pueda suponer un alivio en el balance de resultados.
En relación a la ventaja económica puedes encontrar dos muy relacionadas. La primera de ellas es que puedes adquirir herramientas de muy buena calidad que, si no fuera por el mercado de segunda mano, nunca podrías tener. Contar con herramientas de renombre puede ayudarte a dar una mejor impresión al cliente final. La segunda de las ventajas relacionads es que puedes aprovechar y cambiar todo el equipo de trabajo al completo, haciendo que todo él sea nuevo para ti.
Las herramientas de taller de segunda mano también pueden suponer una ayuda al medio ambiente. El reciclaje de éstas retrasa los desechos y alivia un poco la saturación de los vertederos.
No obstante, hay que sopesar si el ahorro de dinero compensa las desventajas de este tipo de herramientas respecto a las nuevas. En contra de las herramientas de segunda mano está su vida útil. Algo evidente pero no por ello menos importante. Ciertamente se ahorra dinero, pero es probable que una herramienta usada se tenga que reemplazar antes que una que se adquiera nueva.
Otra desventaja de las herramientas de segunda mano frente a las nuevas es la seguridad laboral. Una herramienta nueva tiene menos riesgo de sufrir cortocircuitos, roturas o mal funcionamiento. Precisamente por su desgaste, las herramientas de segunda mano son más proclives a correr el riesgo de accidentes. Esto no significa que sean peligrosas, pero sí que disminuyen la seguridad. Hay que fijarse muy bien lo que se compra.
Consejos para elegir herramientas de segunda mano
Para poder reducir las desventajas de las herramientas de taller de segunda mano hay que valorar ciertos aspectos cuando se proceda a su adquisición:
- Revisión del estado general. Una herramienta limpia, que tenga muestras de un buen cuidado, será más de fiar que otra que presente, por ejemplo, golpes importantes o roturas. Las manchas de óxido denotan poco cuidado. En los mangos habrá que prestar atención a que mantengan una buena fijación, que no presenten holguras o estén astillados.
- En las herramientas eléctricas habrá que comprobar el estado del cable. Los cables pelados o con empalmes no son buena señal.
- En las herramientas a batería es aconsejable que tenga batería de recambio. Una pequeña comprobación del estado del cargador y probar que la batería carga correctamente es una práctica necesaria.
- Desconfiar de los precios demasiado bajos. Puede parecer extraño ya que lo que se busca al comprar una herramienta de segunda mano es el ahorro de costes. Pero si el precio es muy bajo en relación al mercado se debe intentar averiguar por qué.
- Recurrir a un vendedor de confianza. El mercado de segunda mano es muy amplio, así que es mejor confiar en empresas o vendedores serios, y que ofrezcan garantías.