La única manera de diagnosticar eficazmente un problema en el coche es haciendo una revisión a fondo y analizando la avería con un equipo de diagnosis. Sin embargo, hay ocasiones en los que existen indicios visuales que pueden dar pistas sobre el origen del problema. Por ello, en este artículo hablaremos de cómo se pueden diagnosticar averías según el humo que sale del escape.
Los motores de combustión interna expulsan gases como oxígeno, nitrógeno o dióxido de carbono, hidrocarburos o residuos sólidos, como hollín y carbonilla. Sin embargo, cuando la combustión no se realiza correctamente, el rendimiento del motor se ve afectado, y esta anormalidad se suele traducir visualmente en una expulsión de humos diferente a la habitual.
Dependiendo del tipo de avería, lo más habitual es encontrarse con humo de tres colores: humo blanco, humo negro o gris oscuro, o humo azulado.
Averías que provocan humo blanco
La expulsión de un bloque compacto de humo blanco puede ser indicativo de un problema relacionado con el agua, puede producirse como consecuencia de que el líquido refrigerante, por algún motivo, se ha introducido en la cámara de combustión. Aunque el motor realice una combustión normal mezclando combustible y oxígeno, el agua hace que la mezcla final se vea afectada.
Es frecuente que este problema se produzca a causa de fugas en la culata. Sin embargo, esto no quiere decir que sea sí o sí la causa de la avería, sino que es ahí donde hay que empezar a realizar el diagnóstico para verificar la causa real de la avería.
Averías que provocan humo negro o gris oscuro
En los motores diésel puede suceder que, al acelerar, el escape expulse una gran cantidad de humo negro. Normalmente, se trata de restos de hollín que quedan almacenados en los conductos de escape. Se suele asociar a conducir con marchas muy largas o a conducir habitualmente por ciudad a bajas revoluciones. Sin embargo, el exceso de humo negro también puede deberse a una inyección de combustible excesivamente larga.
En motores gasolina, el humo negro en el escape indica que la mezcla es demasiado rica, es decir, que tiene más combustible que aire, por lo que el motor no es capaz de quemarlo. La causa puede provenir de algún sensor que afecta a la gestión de la mezcla, de una sonda lambda defectuosa o de que el filtro de aire esté obstruido.
Averías que provocan humo azulado
Un exceso de humo azulado por el escape denota restos de aceite en la combustión. No solo el color del humo es indicativo de que la cantidad de aceite es demasiado azulada, sino que el olor de este tipo de combustión también es muy característico.
El motivo por el cual el motor puede consumir un exceso de aceite puede ser muy diverso: problemas en el turbocompresor o en los segmentos de pistón, uso de un aceite inadecuado, etc. Es posible que el problema provenga incluso de una avería que haga que se mezcle el aceite con el combustible.
En este artículo te hemos mostrado algunas posibles causas por las que el color del humo de escape puede verse alterado y que pueden ayudarte a diagnosticar el problema que sufre el vehículo. Pero no hace falta recordar que jamás se debe diagnosticar una avería a simple vista. El color del humo puede darte una pista, una idea del origen de la avería. Sin embargo, siempre se debe realizar una diagnosis completa.