Reparar una fuga de aire acondicionado en el coche es importante, ya que el sistema de aire acondicionado o de climatización de un vehículo es un elemento clave para conseguir unas condiciones de ambientales idóneas en el interior del habitáculo. Gracias a ello, se incrementa sustancialmente el confort durante la conducción, con el objetivo de mejorar la experiencia al volante y la seguridad.
Un mal funcionamiento de este sistema puede afectar a las capacidades del conductor. La fatiga, el cansancio, la somnolencia, la falta de visibilidad por empañamiento de los cristales, etc., cuando las temperaturas ambientales son extremas, pueden hacer que exista un mayor riesgo de sufrir accidentes.
Principios de funcionamiento del aire acondicionado
Para entender cómo funciona un sistema de aire acondicionado hay que tener claros una serie de principios. El primero y más básico hace referencia a los 3 estados de la materia: gaseoso, líquido y sólido.
Podemos encontrar el agua en cualquiera de estos 3 estados. Si partimos del estado líquido, al aplicarle calor suficiente pasará al estado gaseoso. En cambio, si mediante algún sistema de refrigeración, absorbemos dicho calor, el agua líquida se convertiría en hielo, es decir, pasará a estado sólido. La aplicación o absorción de calor del elemento es lo que permite el paso de uno a otro estado.
El otro principio que es necesario entender es el de punto de ebullición, el momento en el cual la presión del vapor de un líquido cualquiera es igual a la presión atmosférica. Este punto también depende de la presión a la que esté sometida la sustancia en cuestión. En este sentido, todos los líquidos se comportan de manera semejante. En el caso del agua, cuanto más baja es la presión, menor es la temperatura a la que entra en ebullición para transformarse en vapor (evaporación).
El principio de evaporación es precisamente el que se aplica en los sistemas de aire acondicionado para vehículos. En este caso, no se emplea agua sino una sustancia de fácil ebullición denominada agente refrigerante.
Para enfriar algo es preciso que expulse calor. A estos efectos, se implanta en los vehículos un sistema de refrigeración por compresión. Un agente frigorífico circula en un circuito cerrado y cambia continuamente entre los estados líquido y gaseoso:
- Se comprime en estado gaseoso.
- Se condensa y entra en calor.
- Se evapora por reducción de la presión y absorbe el calor.
Es decir, el objetivo de este sistema no es generar el frío, sino extraer el calor del aire que ingresa en el vehículo.
Zonas frecuentes de pérdida de gas refrigerante
Una de las causas más comunes por las que este sistema falla es porque existe una pérdida de gas. Para subsanar este problema, es importante localizar y reparar cualquier fuga en el aire acondicionado del vehículo.
El circuito de aire acondicionado y de climatización es un circuito cerrado y estanco de ciclo continuo por el cual circula un gas refrigerante (R134a y R1234yf) que no se consume. Cuando se detecta que el nivel de gas es inferior al estipulado, se debe buscar la zona de pérdida del gas para poder reparar la fuga de aire acondicionado y evitar que, con el tiempo, el sistema refrigere de forma incorrecta.
A pesar de que el circuito está diseñado para que sea estanco y no se produzcan pérdidas, es habitual que, con el paso de los años, los conductos por los que circula el gas y las juntas de goma que sellan las conexiones se deterioren. Esto da lugar a fugas de distinta complejidad, que provocan la pérdida progresiva o súbita de la capacidad para refrigerar el habitáculo. También es frecuente que se produzcan pérdidas a través de las válvulas de servicio.
Además, hay que tener en cuenta que la pérdida de capacidad refrigerante se puede deber a averías en otros componentes del circuito como el compresor, la válvula de expansión, el condensador, el ventilador, los filtros o el sistema eléctrico, entre otros.
Cómo detectar fugas en el circuito de aire acondicionado
Puesto que el gas refrigerante es incoloro, es imposible detectar las fugas de aire acondicionado a simple vista. Así pues, se deben aplicar métodos que permitan al profesional del taller saber con certeza el punto concreto de la fuga. Los métodos de detección de fugas de gas refrigerante son los siguientes:
- Mediante la utilización de colorante y lámpara UV
- Mediante detector electrónico
- Mediante aplicación de presión en el circuito
Mediante la utilización de colorante y lámpara UV
Este método de detección de fugas es el más antiguo de los tres mencionados. Consiste en añadir un agente colorante fluorescente miscible con el refrigerante y el aceite que se añade a la carga de gas para que manche las zonas por las que se produce la pérdida de refrigerante.
Tras unos minutos de funcionamiento del circuito (5 minutos mínimo), el operario ya puede buscar la pérdida. Para ello, se tiene que colocar unas lentes tintadas de color amarillo e ir proyectando luz ultravioleta con una lámpara específica a lo largo de todas las canalizaciones y conexiones. Estas lentes protegen contra la luz UV y ayudan a detectar la fuga, de forma que allí donde se aprecie un mancha verdosa, existe una pérdida de gas refrigerante que se debe reparar.
Su principal inconveniente es que no es capaz de revelar microfugas. Por eso, utilizando este sistema no siempre se logrará encontrar la pérdida y reparar el aire acondicionado en el coche. En el siguiente vídeo se ve la forma de aplicar este método de identificación.
Mediante detector electrónico
Se trata de un sistema capaz de detectar fugas de gas refrigerante de forma inmediata y sin necesidad de aplicar ningún tipo de colorante al gas de carga. El dispositivo dispone de una sonda de sensibilidad regulable que permite detectar pérdidas muy pequeñas (hasta 2 gr./año aproximadamente).
Para comprobar si existe una fuga, se debe acercar la sonda a las posibles zonas de pérdida y esperar a que el aparato devuelva una determinada señal acústica, luminosa y/o visual en la propia pantalla (depende del tipo de detector). En el momento en que aparezca, el profesional sabe que existe una fuga en ese punto concreto. Los detectores más modernos indican el tipo de fuga, clasificándolas por niveles para conocer de forma más exacta cuál es la pérdida real del sistema al año.
En el siguiente vídeo se puede ver el funcionamiento de un detector electrónico moderno.
Mediante aplicación de presión en el circuito
En este caso, el método de identificación consiste en vaciar el circuito de aire acondicionado y añadirle nitrógeno o gas formier (compuesto por un 95% de nitrógeno y un 5% de hidrógeno) a unos 12 bares de presión durante unos 10 minutos para observar si la presión se mantiene estable o se producen fugas. Si la presión no se mantiene, se debe a que existe una fuga en algún punto del circuito.
La localización exacta de la fuga se efectúa mediante el empleo de detectores electrónicos o aplicando aerosoles específicos de detección de fugas sobre las distintas posibles zonas dañadas, para revelar la pérdida a través de la formación de espuma.
El equipo para efectuar esta comprobación está compuesto por un kit de válvulas sobre el que se conectan las distintas mangueras y por la propia estación de carga del aire acondicionado, a través de la cual se realiza el proceso de vacío, carga y comprobación del circuito y de las presiones de trabajo. En el siguiente enlace está disponible un vídeo en el que se muestra el proceso de comprobación mediante gas formier.
Cómo reparar una fuga de aire acondicionado en el coche
Una vez localizada, se puede reparar la fuga de aire acondicionado en el coche de estas dos formas:
- Sustituyendo la pieza dañada
- Introduciendo selladores tapafugas de aire acondicionado en el sistema
De las dos opciones para reparar el aire acondicionado del coche, la más recomendable, por ser la que va a garantizar la total corrección del problema, es sustituir la pieza dañada. Para ello, en primer lugar se debe vaciar el circuito. A continuación, se sustituye la pieza dañada y se efectúa el proceso de vacío y carga con el gas refrigerante.
Sin embargo, también se comercializan productos específicos para tapar pequeñas fugas (los tapafugas de aire acondicionado), que son vendidos como una solución económica para estos casos concretos. Para reparar una fuga de aire acondicionado en el coche con un tapafugas de aire acondicionado, se deben seguir las instrucciones del fabricante. Aunque, en líneas generales, se trata de introducir el producto en el circuito de baja presión mientras el sistema de climatización está en funcionamiento y, a continuación, completar la carga con el gas refrigerante que corresponda.
Consejos para el mantenimiento del sistema de aire acondicionado
Uno de los puntos que hay que tener en cuenta es que el sistema de aire acondicionado se trata de un circuito cerrado, por tanto hay que controlar todo lo que entre en él. Por ejemplo, hay que vigilar que el agente refrigerante esté limpio y sea compatible con el sistema.
También hay que evitar que entre humedad en el circuito. Antes de rellenar el circuito, se debe vaciar totalmente el agente usado y es necesario asegurarse de que las tuberías están secas.
Uno de los elementos clave en el mantenimiento del sistema de aire acondicionado es el filtro de polen. Este elemento impide que las partículas e impurezas procedentes del aire del exterior entren en el habitáculo. El estado defectuoso de este filtro conlleva, no solo una disminución del confort en el habitáculo, sino también una reducción del caudal de aire entregado por el sistema de climatización.
Para mantener correctamente el sistema de aire acondicionado, es recomendable utilizar el desinfectante LOCTITE SF 7080 con cada cambio de filtro. Se trata de un limpiador bactericida en aerosol que deja un agradable olor a menta y eucalipto, y está especialmente indicado para la limpieza y desinfección de sistemas de aire acondicionado. Si quieres saber más sobre su funcionamiento puedes leer el siguiente artículo.
Conclusión
El sistema de climatización del vehículo incide directamente en el confort y la visibilidad del conductor al volante, por lo que su influencia sobre la seguridad activa es relevante y ha de ser tenida en cuenta. La causa más común de fallo en el sistema de climatización son las fugas en el circuito.
Para corregir el problema, se debe localizar la pérdida de gas con un sistema fiable de detección y, a continuación, subsanarlo preferiblemente a través de la sustitución de la pieza dañada. Además, los sistemas de aire acondicionado de los coches son proclives a generar malos olores y a acumular multitud de bacterias y gérmenes, por lo que es muy recomendable utilizar limpiadores desinfectantes específicos como LOCTITE SF 7080 para mejorar el ambiente dentro del habitáculo.
Fecha de actualización: 15 de marzo