Desde hace muchos años, la pintura de los vehículos, como la pintura metalizada para coches, ha sido utilizada por los fabricantes como un reclamo más de marketing, es decir, para conseguir aumentar el número de ventas. Especialmente cuando un determinado vehículo está enfocado a un cliente potencial muy concreto (clientes que buscan coches con líneas deportivas, vehículos de gama alta, etc.).
Por ello, cada fabricante de automóviles dispone de una gama de colores para sus vehículos personalizada y muy cuidada. Esta variedad de colores empezó a aumentar significativamente con la llegada de los esmaltes acrílicos bicapa, que fueron sustituyendo a las tradicionales pinturas monocapa (actualmente, las pinturas monocapa ya no se usan en el pintado de vehículos en fábrica).
Los esmaltes acrílicos bicapa abrieron el abanico de posibilidades colorimétricas hasta permitir la variedad que conocemos hoy en día, gracias a la introducción de las pinturas metalizadas para coches. En la actualidad, la pintura metalizada es una de las opciones preferidas por los compradores para revestir sus vehículos y darles un toque personalizado.
Definición y funciones de la pintura metalizada para coches
La pintura metalizada es una sustancia de textura líquida utilizada para revestir objetos, que aporta un color concreto y que integra en su composición una serie de pequeñas partículas brillantes (pigmentos metálicos, perlados, etc.) que ofrecen un efecto de color, reflejo o brillo determinados.
La principal función de la pintura metalizada para coches es la misma que la de cualquier otro tipo de revestimiento de decoración, es decir, pretende embellecer la superficie para hacerla más atractiva a la vista. Además, cumple otras funciones no menos importantes como las siguientes:
- Realza las líneas del vehículo.
- Dota al coche de efectos visuales concretos que aumentan su vistosidad.
- Da la opción de escoger y personalizar el color que mejor se ajusta a las necesidades o gustos del dueño.
Las pinturas metalizadas utilizadas en automoción son de base acrílica y deben ser aplicadas mediante un sistema de pintado bicapa o tricapa. Eso significa que necesitan ser cubiertas por un barniz o laca que aporte protección y sellado a la superficie y realce el propio efecto metalizado.
Tipos de pigmento que integra una pintura metalizada para coches
Los pigmentos que integra una pintura metalizada para vehículos se clasifican según el tipo de partículas que se incluyen en su composición. Así, se diferencian estos tres tipos de partículas:
- Metálicas
- Perladas
- Especiales
Partículas metálicas
Son las más comunes y utilizadas actualmente en la pintura metalizada para coches. Se trata de unas partículas en forma de pequeñas láminas capaces de reflejar la luz que reciben como si fueran un espejo. Esto hace que el usuario perciba la reflexión como un efecto metálico brillante.
Estas partículas se fabrican en diferentes tamaños (finos, medios y gruesos), formas (irregulares o lenticulares) y tonos (plateado o dorado) para conseguir un efecto metálico más o menos marcado y poder ser añadidas a una determinada pintura de color (azul, roja, etc.) para obtener colores metálicos. Para conseguir efectos de reflexión mejorados, también pueden ser mezcladas con partículas de otro tipo como las de mica.
Partículas perladas
En este caso, las partículas que provocan el efecto de la pintura metalizada para coches son pequeñas escamas de diferente tamaño obtenidas del mineral de mica. Estas aportan un brillo opalino como el del nácar (de color entre blanco y azulado con reflejos irisados), gracias a que se recubren con óxidos metálicos.
Estas partículas se mezclan con pigmentos traslúcidos, por lo que los colores perlados presentan una opacidad muy baja que hace que sea imposible aplicarlos directamente sobre la superficie sin haber sido previamente mezclados con un color liso o metalizado.
El pigmento translúcido deja pasar la luz para que se aprecie el color de base, mientras que la partícula perlada la refleja, creando un efecto muy atractivo con cambios de tonalidad o incluso de color.
Partículas especiales
Estas partículas ofrecen un efecto más llamativo y menos habitual en la pintura metalizada para coches. Son pigmentos utilizados más comúnmente en la personalización de vehículos que en la fabricación estandarizada de coches.
Los pigmentos de este tipo más conocidos son los colorstream (colores camaleón o “flip-flop”), formados por láminas de dióxido de silicio recubiertas con óxido metálico, capaces de reflejar distintos colores o tonalidades. Esta composición hace que este tipo de pintura metalizada cree un efecto policromático o multicolor en el que el tono percibido varía dependiendo del ángulo desde el cual es observada el vehículo.
Otro pigmento especial que también se está utilizando es el de los colores conocidos como eléctricos. Este pigmento ofrece un efecto cristalino (denominado Xirallic) que aporta unos niveles superiores de transparencia y destellos coloreados de brillo. En este caso, las partículas que se encuentran en la pintura son de óxido de aluminio con recubrimiento de óxidos metálicos. Además, dependiendo del recubrimiento que reciba su núcleo y del espesor del mismo, se pueden conseguir efectos específicos de color. Por ejemplo, al revestirlos con dióxido de titanio se obtienen efectos plata, oro, azul, rojo y verde, o al recubrirlos con óxido de hierro se consiguen efectos bronce o cobre.
Consejos para aplicar correctamente las pinturas metalizadas
Las pinturas metalizadas para coches presentan un determinado efecto visual que hace que el proceso de igualación del color al repintar piezas sea más complejo. Esta dificultad viene dada porque estos colores pueden cambiar de apariencia dependiendo de multitud de factores, entre los que destacan los siguientes:
- La tonalidad del color ofrecido por el fabricante de la pintura no concuerda fielmente con la original del coche. Para evitar este problema, se debe recurrir a la modificación del color o a técnicas de difuminado. Para conocer más sobre estos aspectos de la colorimetría se puede consultar el siguiente documento: “Guía sobre la colorimetría en el taller”.
- El pintado se ha realizado en condiciones inadecuadas. La humedad, temperatura, etc. pueden modificar la claridad del color, especialmente en los colores con partículas metálicas.
- No se ha seguido una técnica adecuada de pintado. Esto puede provocar cambios de tonalidad, mala distribución y alineación de las partículas metálicas (efecto flop), falta de opacidad, etc.
- No se han aplicado los fondos estipulados por el fabricante. Hacerlo es necesario en colores rojos perlados, colores candy y colores efecto camaleón. Dar un número de manos excesivo puede oscurecer el color en los efectos perlados rojos. Por ello, siempre se deben seguir las instrucciones del fabricante.
- Se ha obviado la aplicación de una última mano a mayor distancia y con menor presión para igualar el color y evitar los sombreados propios de los colores metalizados.
Conclusión
La pintura metalizada utilizada en el sector de los coches es uno de los distintos revestimientos utilizados sobre la carrocería de los vehículos actuales. Su principal función es la de embellecer la carrocería para hacerla más llamativa y personalizarla, en la medida de lo posible, al gusto del usuario. Los efectos de reflexión obtenidos con estos colores resultan más o menos marcados dependiendo del tipo de partículas metálicas que integren el color escogido. En cualquier caso, este tipo de pinturas requieren tener en cuenta una serie de consideraciones de aplicación para evitar diferencias de color o de tonalidad que estropeen la reparación efectuada.
Fecha de actualización: 15 de marzo