La evolución tecnológica en el mundo de la chapa y de la pintura avanza a un ritmo más pausado que el generado en la mecánica. No por ello dejan de producirse avances que faciliten la tarea diaria del profesional del taller. En este sentido, la aparición poco llamativa hace unos años de los denominados equipos de inducción está viviendo su esplendor actualmente gracias a la mayor difusión y comercialización efectuada por los fabricantes.
Básicamente, un equipo de inducción es una máquina eléctrica capaz de aplicar calor de forma localizada, precisa y controlada sobre una o varias zonas de la carrocería, incluso, en algunos casos, de forma simultánea.
El calentamiento se obtiene a través de un fenómeno físico de inducción en el cual el calor es producido mediante unos campos magnéticos de alta frecuencia generados por una fuente de alimentación de corriente alterna. Dicho de forma más precisa, la fuente de alimentación envía la corriente alterna a una bobina integrada en el elemento inductor de calentamiento para que se cree un campo electromagnético en sus alrededores y se produzca el calentamiento del metal gracias a la capacidad conductora eléctrica que presenta el material metálico.
Aplicaciones de los equipos de inducción
El uso de equipos de inducción magnética sólo es válido para efectuar trabajos sobre metales férreos, es decir, para trabajar sobre carrocerías de acero, ya que el aluminio, aunque es un buen conductor eléctrico, presenta una mayor disipación del calor, es decir, tiende a no retener el calor y a enfriarse antes.
De forma general y sin atender a las peculiaridades concretas de cada equipo y fabricante, las principales aplicaciones de estas máquinas son las siguientes:
- Despegado de elementos de la carrocería como molduras, anagramas, adhesivos, lunas pegadas, etc.
- Calentamiento de revestimientos como los antigravillas para eliminarlos fácilmente
- Calentamientos de tornillos, pernos, inyectores, etc. para desbloquearlos y poder desenroscarlos.
- Desabollado de pequeñas deformaciones como las generadas por granizo.
Ventajas de los equipos de inducción
Si se atiende a las aplicaciones de estas máquinas analizadas en el apartado anterior, claramente se aprecia que se trata de una herramienta capaz de cumplir diversas funciones, con lo cual destaca por aportar una versatilidad muy significativa. Esta circunstancia hace que se simplifique el equipamiento necesario en un taller de carrocería, a la vez que solventa ciertos problemas derivados del uso de otros útiles y herramientas.
Otras ventajas que ofrecen los equipos de inducción son las enumeradas a continuación:
- Son equipos de pequeñas dimensiones que apenas ocupan espacio.
- El calentamiento es generado en el propio metal de forma rápida sin necesidad de aplicar ningún tipo de llama.
- El calentamiento es localizado, preciso y menos molesto para los operarios gracias a que el equipo dispone de unos inductores o bloques que actúan únicamente sobre la zona donde es colocado (en algunos equipos no es ni necesario que se toque la pieza).
- La unidad de mando de estos equipos dispone de unos reguladores que permiten controlar eficazmente el calor aportado sobre la pieza, aumentando la eficacia de la intervención.
- No daña los componentes anexos a las piezas sobre las que actúa, con lo cual reduce los tiempos de intervención derivados de operaciones de desmontaje.
- Permite un proceso de desmontaje más limpio de las lunas o componentes pegados (molduras, anagramas, etc.), ya que elimina la necesidad de intercalar útiles o componentes cortantes que pueden provocar daños sobre los guarnecidos, paneles de instrumentos, pinturas, etc.. Además, no dilata el adhesivo durante las operaciones de despegado.
- Reduce significativamente el riesgo de inhalación de polvo derivado de la eliminación del antigravilla, aunque aumenta la inhalación de humos al calentar adhesivos.
- Facilita la separación de las placas asfálticas colocadas en los interiores de algunos paneles de la carrocería, reduciendo el riesgo de rayar la cataforesis de protección.
- Posibilita el desabollado de pequeños golpes sin dañar la pintura, hecho que reduce el tiempo de intervención y mantiene las pinturas aplicadas en fábrica.
- Algunas variantes de equipos incorporan avisadores acústicos y ópticos para alertar al operario de que el calor es excesivo y existe riesgo de quemar o dañar la pintura.
Composición de los equipos de inducción magnética
El equipo básico de inducción eléctrica puede variar según el fabricante, aunque generalmente está formado por la fuente de alimentación AC que integra un panel de mandos con interruptor de encendido y apagado, toma para colocar la manguera y uno o varios inductores (cada inductor está destinado a una aplicación concreta), y un regulador de potencia/tiempo.
Por otro lado, dependiendo de las posibilidades y la tipología de la máquina, el equipo puede incluir o ser complementado con pedal de accionamiento, otros inductores para operaciones concretas, cuñas de plástico para separara elementos pegados sin rayar la pintura, etc.
En el siguiente enlace se pueden ver los componentes de un equipo de inducción y algunas de las funciones que realiza.
Conclusión final
Los equipos de inducción magnética constituyen una herramienta muy polivalente en el taller de carrocería que, además, tiene aplicaciones muy prácticas en el taller de mecánica. Esta peculiaridad le permite colocarse como una opción muy a tener en cuenta en los talleres para aumentar la productividad de ciertas operaciones con la obtención de resultados muy buenos. Finalmente cabe destacar que su constitución y utilización es muy sencilla, aunque no por ello hay que obviar la necesidad de seguir las instrucciones de uso y de prevención de riesgos indicadas en el manual del fabricante.