El sellador de tornillos es una solución óptima para asegurar las uniones atornilladas. Las uniones atornilladas o amovibles son un sistema de fijación utilizado universalmente para infinidad de ensamblajes, tanto en el sector industrial en general como en el del automóvil en particular. Una unión atornillada está formada por dos elementos básicos, un tornillo o espárrago y una tuerca u orificio roscado, que se unen entre sí gracias al tallado específico que se les realiza.
El principal problema de este sistema de fijación es que presenta una clara tendencia a aflojarse como consecuencia de distintos factores, lo que obliga a intercalar otros elementos, como arandelas, para reducir este inconveniente. Aun así, es necesario utilizar también un producto adhesivo conocido como fijador de tornillos, o fijador de roscas, para garantizar totalmente la fijación de la unión.
Antes de hablar de las características que debe reunir un sellador de tornillos de calidad, hay que remarcar por qué es importante prestar atención a este tipo de detalles, que pueden marcar una gran diferencia en los resultados. La globalización de la economía ha hecho que muchas empresas proliferen internacionalmente y extiendan y amplíen sus vías de negocio por distintos países. Esto ha provocado que, a día de hoy, exista una competencia feroz y una gran variedad de productos aparentemente muy similares o incluso idénticos entre sí.
Sin embargo, esta realidad no es del todo cierta. Por lo que el consumidor debe analizar con detalle el bien que va a adquirir para conocer de forma exhaustiva qué está comprando y poder determinar aspectos tan relevantes como su calidad, su rendimiento o el resultado que ofrece a medio y largo plazo, entre otros.
Por lo tanto, cuando se va a comprar un sellador de tornillos, es evidente que el análisis de sus características cobra especial importancia para tener la seguridad de que reúne 5 cualidades imprescindibles en este tipo de productos.
¿Cuáles son las 5 cualidades imprescindibles que un fijador de tornillos debe reunir?
Un sellador de tornillos está diseñado fundamentalmente para evitar el autoaflojamiento de determinados tornillos y roscas que están sometidos a unas condiciones de trabajo severas. Para conseguir esta finalidad, el fijador de roscas escogido debe contar con estas 5 cualidades:
1.- Resistencia al envejecimiento. Es fundamental que el sellador de tornillos garantice la durabilidad de las uniones roscadas ya que, con el tiempo, la fijación tiende a perder eficacia debido a la presencia de cargas, vibraciones, rozamientos y/o altas temperaturas.
2.- Posibilidad de ser retirado con herramientas manuales. Muchas de las uniones roscadas suelen ser desmontadas en algún momento de su vida útil, cuando hay que efectuar reparaciones o trabajos de mantenimiento. Esto establece la necesidad de que el sellador de roscas empleado sea de resistencia media, ya que solo así se evita tener que usar fuentes de calor para extraer el tornillo o la tuerca.
3.- Buena resistencia mecánica, química y/o térmica. Un número importante de las uniones roscadas utilizadas en máquinas y vehículos se emplean para ensamblar distintos componentes por los que circulan fluidos (aceite, líquidos refrigerantes, etc.) que pueden atacar químicamente al sellador y deteriorarlo. Por ello, que el fijador de tornillos disponga de resistencia química es imprescindible para que mantenga intactas sus cualidades con el paso del tiempo y no se produzcan fugas o el aflojamiento de la unión. Además, ciertos sistemas mecánicos generan cargas y trabajan a temperaturas altas que podrían comprometer el cometido del fijador de roscas si no dispone de una buena resistencia mecánica, química y térmica, respectivamente.
4.- Viscosidad adecuada. La gran mayoría de los tornillos utilizados en la industria están fabricados con distintos metales (aleaciones de hierro, de aluminio, etc.) y presentan medidas diversas. Esto hace que deban haber fijadores líquidos para uniones de pequeña métrica y paso fino y productos más viscosos para pernos de métrica grande y paso de rosca basto, lo que obliga a disponer de varios productos que cubran las diferentes necesidades. A pesar de ello, algunos fabricantes reducen este inconveniente al poner a disposición de los profesionales del taller una gama de fijadores de roscas con un rango de aplicaciones mayor. Por ejemplo, LOCTITE 243 es un producto de resistencia media que muestra una alta efectividad, además de un excelente rendimiento y gran resistencia en tornillería de hasta métrica 36. Se pueden consultar las características de este sellador de tornillos de forma detallada en el artículo: “LOCTITE 243, el fijador de roscas indispensable para el taller”.
5.- Que sea un producto respetuoso con la salud de las personas y con el medio ambiente. La preocupación por estos importantes aspectos ha crecido significativamente en las dos últimas décadas. La sociedad es cada vez más responsable en este sentido y tiende a buscar alternativas menos dañinas y menos contaminantes. Se ha tomado conciencia del hecho que, que el sellador de tornillos y otros productos del taller cumplan con estas expectativas es importante para el bien de todos. En esta línea, los fabricantes han desarrollado productos como LOCTITE 2700, de resistencia alta, y LOCTITE 2400, de resistencia media, que no incorporan compuestos peligrosos ni nocivos, por lo que se pueden usar de forma totalmente segura y no conllevan peligro alguno para la piel, los ojos o las vías respiratorias.
Características generales de un fijador de tornillos
La principal característica de un fijador de roscas es su capacidad para fijar de forma segura una unión atornillada metálica, con el objetivo de evitar su aflojamiento. Sin embargo, el uso de un fijador de tornillos presenta otras muchas ventajas:
- Es un adhesivo anaeróbico que cura en ausencia de aire.
- Permite restituir las características mecánicas del sistema de fijación utilizado en fábrica, ya que los fijadores de roscas son utilizados por los fabricantes de multitud de componentes cotidianos e industriales, entre ellos los vehículos.
- Ofrece una gama variada de productos para adaptarse al tipo de unión atornillada y al nivel de resistencia requerido. Asimismo, algunos fabricantes comercializan productos, como LOCTITE 2400 o LOCTITE 2700, exentos de símbolos de peligro y advertencias de riesgos, lo que favorece a la prevención y a la protección de quienes los aplican.
- Su velocidad de secado se puede acelerar con la utilización de activadores como LOCTITE SF 7649.
- Su coste no es elevado y no requiere ningún útil o herramienta complementaria para ser aplicado, ya que se suministra directamente desde el envase en el que se almacena. Además, para conseguir su cometido no es necesario utilizar gran cantidad de producto, lo que también contribuye a reducir su coste económico.
- Elimina la necesidad de utilizar contratuercas o tuercas con retención.
- No requiere ningún conocimiento técnico para ser aplicado, ya que basta con utilizar el que mejor se ajuste a las características de la unión amovible.
- Evita la oxidación de la unión atornillada, algo muy importante cuando esta está expuesta a humedad y condiciones climáticas adversas.
- Absorbe las vibraciones y la expansión térmica propia de ensamblajes sometidos a un funcionamiento continuo, como máquinas, vehículos, etc., para evitar su aflojamiento.
- Compensa los pares de apriete inadecuados para evitar que la unión se acabe soltando.
- Rellena los huecos que existen entre los filetes de las roscas para evitar el movimiento de la unión roscada, que puede producirse por la carga de trabajo o por vibraciones, y para evitar fugas. Con ello, la unión atornillada sufre menos y se alarga la vida útil del conjunto.
Clasificación de los fijadores de roscas
Los selladores de roscas se clasifican según su nivel de resistencia, por lo que es importante conocer esta característica de aquel que se vaya a utilizar para obtener el mejor resultado y garantizar la durabilidad de la unión amovible. Dicho esto, los tipos de fijador que existen, en función de los niveles de resistencia que pueden presentar, son los siguientes:
- Fijador de tornillos de resistencia baja. Este tipo está especialmente indicado para evitar el aflojamiento por vibración en uniones atornilladas de fácil desmontaje, pequeño tamaño (menos de ¼”) y paso de rosca fino. Permite el desmontaje con herramientas manuales y garantiza la fijación cuando la tornillería está ligeramente contaminada con aceites de motor o fluidos de corte, a la vez que evita la entrada de humedad. Un ejemplo de fijador de tornillos de este tipo es LOCTITE 222. Las principales aplicaciones de estos productos son las siguientes:
- Fijación de componentes como carburadores, bombas, cajas de cambio o prensas.
- Fijación de tornillos de ajuste, de cabeza avellanada y tornillos prisioneros sobre cualquier metal, incluidos los que están pasivados como los aceros galvanizados.
- Ensamblados de metales de baja resistencia como el aluminio o el latón, que pueden romperse durante el desmontaje o por un exceso de apriete.
- Fijación de componentes variados como coronas de reloj, gafas, etc.
- Fijación de cualquier tornillería metálica, esté o no pasivada.
- Fijación de tornillos del volante motor, corona del diferencial, tornillos del cigüeñal, cárteres, pernos de balancín, conjunto de poleas, tornillos de sujeción de tapas, tapones del drenaje, de aceite, de pinzas de freno o de bombas de agua, entre otros.
- Fijación de espárragos en bloques de motor o cuerpos de bombas, o fijación de pernos de anclaje del ventilador y de la tapa de balancines.
- Fijación de tornillería de mayor métrica en general.
- Uniones ligeramente contaminadas.
¿Por qué utilizar un sellador de roscas?
El primer motivo para usar un sellador de roscas es el indicado anteriormente en relación a la necesidad de evitar el autoaflojamiento. A partir de ahí, estos son otros aspectos que fundamentan su utilidad:-
Son productos diseñados específicamente para conseguir un óptimo sellado de las roscas. Gracias a ello, el resultado obtenido es el mejor posible y se eliminan los problemas que ocurrían hace años cuando se utilizaban materiales que no se habían desarrollado para tal fin, como la pasta con base de aceite o selladores de base disolvente. Ninguna de estas opciones llegaba a ofrecer un sellado del todo efectivo ni una fijación estanca y fiable, a no ser que se sobrepasasen los pares de apriete establecidos, lo que podía provocar deformaciones o roturas sobre los elementos atornillados.
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El desarrollo y la evolución de estos consumibles ha permitido personalizar distintos selladores de roscas para adaptarlos a usos concretos y a uniones atornilladas específicas (selladores de resistencia baja, media o alta).
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Hacen posible reproducir e imitar la fijación de origen, en la que los selladores de roscas se utilizan ampliamente como selladores de uniones roscadas de distinto tamaño.
¿Cuál es el sellador de roscas más efectivo?
No existe un sellador de roscas mejor que otro, sino que existen varios productos idóneos para distintos tipos de montaje o trabajo específico. Todos ellos tienen unas características generales que se detallan en el siguiente artículo.
A la hora de escoger uno concreto, es fundamental hacer una valoración exhaustiva del tipo de unión roscada. Hecho esto, se pueden determinar las siguientes variables y decidir, según las mismas, la mejor opción:
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- Características del tipo de rosca en cuanto a su métrica y su paso de rosca. Se debe elegir un fijador o sellador de roscas con una viscosidad acorde a la capacidad de relleno de holguras según el tamaño de rosca.
- Frecuencia de desmontaje
- Propiedades concretas del sellador de roscas
Características del tipo de rosca
Para tornillería de paso fino y tamaño inferior a ¼ ” se puede utilizar uno de resistencia baja, como LOCTITE 222. Con este sellador se fijan uniones roscadas de tornillos que ensamblan pequeños elementos como tapas de carburador, coronas de reloj, tornillos prisioneros, etc. En cualquier caso, la tendencia en muchos sectores, como el de la automoción, es a utilizar selladores de rosca de resistencia media.
Los selladores de resistencia media se utilizan en uniones roscadas de hasta métrica 36. Esta variante asegura una fijación duradera en aquellos casos en los que los esfuerzos y las vibraciones son mayores. Algunos ejemplos de sellador de roscas de este tipo son LOCTITE 243, LOCTITE 577 o LOCTITE 248. Estos productos son válidos para cualquier metal, toleran superficies ligeramente contaminadas con grasa y aceite y se utilizan en la fijación de componentes sometidos a esfuerzos más importantes (volante motor, pernos de balancín, etc.).
Finalmente, para aquellos casos en los que la tornillería presenta dimensiones de gran tamaño que exigen una mayor resistencia, se utilizan fijadores de roscas de resistencia alta como LOCTITE 270.
Frecuencia de desmontaje
Muchos componentes deben ser desmontados a lo largo de su vida útil para realizar reparaciones o tareas de mantenimiento. En estos casos, el sellador de roscas debe permitir un desmontaje con herramientas de mano. Los selladores de rosca de resistencia baja y media cumplen esta premisa, mientras que los de resistencia alta quedan reservados para fijar tornillería que no se debe desmontar de forma recurrente.
Propiedades concretas del sellador de roscas
Independientemente de que cada sellador de roscas pertenece a un grupo de resistencia concreto, los fabricantes desarrollan productos con formatos o características específicas para adaptarlos aún más al tipo concreto de trabajo o unión. Siguiendo con los ejemplos anteriormente citados, en la siguiente tabla se ven las propiedades específicas de cada uno de estos selladores:
Nivel de resistencia |
Ejemplo de producto |
Propiedad específica del sellador de roscas |
Resistencia baja |
LOCTITE 222 |
Ideal para roscas de paso fino, en uniones atornilladas estáticas o sometidas a muy bajas cargas mecánicas. |
Resistencia media |
LOCTITE 243 |
Desarrollado para conseguir el mejor resultado en las uniones roscadas de los componentes mecánicos del automóvil. |
LOCTITE 2400 |
Específico para componentes mecánicos. Su uso no conlleva riesgos ni peligros. |
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LOCTITE 577 |
Disponible en formato gel para roscas de paso grueso y tornillos de hasta 3 pulgadas. Ofrece un sellado instantáneo. |
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LOCTITE 248 |
Es de uso general. De aplicación en barra tipo cerosa para evitar el goteo. |
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Resistencia alta |
LOCTITE 270 |
Recomendado para uniones que no requieren desmontaje en componentes mecánicos. |
LOCTITE 2700 |
Recomendado para uniones que no requieren desmontaje en componentes mecánicos. Su uso no conlleva riesgos ni peligros. |
Modo de aplicación de un sellador de roscas
El proceso general a seguir para aplicar un sellador de roscas es el siguiente:
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Limpiar y desengrasar las roscas con LOCTITE SF 7063.
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Agitar el bote para que el contenido se mezcle de forma adecuada y no pierda propiedades.
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Aplicar el sellador de roscas según su formato y las indicaciones de su ficha técnica. De forma general, estos productos se aplican formando cordones que cubran todo el diámetro de la rosca a lo largo de unos 3 o 4 filetes, siempre dejando libre el primero de ellos.
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Valorar la posibilidad de utilizar un activador, como LOCTITE SF 7649, que acelere el curado del sellador de roscas.
¿Por qué LOCTITE 243 es un fijador de tornillería indispensable para el taller?
LOCTITE 243 es un fijador de roscas indispensable para el taller porque ofrece una gran versatilidad y permite un completo rango de aplicaciones en los automóviles. Esto se debe a que este producto queda enmarcado dentro de los fijadores de tornillería de resistencia media, es decir, es válido hasta M36.
Puesto que, por norma general, ninguno de los componentes de un coche supera ese diámetro, LOCTITE 243 puede cubrir cualquier unión atornillada de las utilizadas en los vehículos. Además, en el supuesto de encontrarse con una rosca que supere esta medida, siempre se puede recurrir a otros fijadores de tornillería de resistencia media como LOCTITE 248.
Además, posee una amplia resistencia térmica; es efectivo desde los -55 °C hasta los 180 °C.
5 motivos por los que usar LOCTITE 243 en el taller
- En ocasiones, los tornillos se pueden aflojar a causa de rozaduras, tensiones extremas o por haberlos apretado excesivamente. Una de las causas principales de una mala unión es el autoaflojamiento. Éste se produce debido al funcionamiento regular del motor y componentes mecánicos, que provocan que el tornillo vaya perdiendo sujeción. LOCTITE 243 rellena los huecos existentes en los surcos de las roscas, evita que el tornillo se mueva, y previene el autoaflojamiento.
- Otra de las causas más comunes de la mala calidad en la unión de piezas es la relajación. Suele ser provocada por una presión desmedida en el tornillo o por usar tornillos inadecuados. En muchas ocasiones, en caso de relajación, la única solución es la sustitución del tornillo, pero en otras ocasiones el desperfecto se puede arreglar con un fijador como LOCTITE 243.
- LOCTITE 243 también es una gran solución para esas tareas de fijación en las que no se pueda usar arandelas, pasadores u otros dispositivos de retención debido, por ejemplo, a la escasez de espacio o al propio diseño de las piezas. Téngase en cuenta que un fijador químico como este, además de bloquear la unión roscada, la sella con total eficacia, cosa que estos dispositivos mecánicos adicionales no pueden hacer.
- Se trata de un producto de aplicación sencilla. Para usarlo en orificios pasantes basta con aplicar unas gotas en el tornillo; en orificios ciegos se aplicarán las gotas en el tercio inferior de la rosca. En cualquier caso, se recomienda limpiar antes la rosca con LOCTITE SF 7063.
- Por último, se trata de un fijador que puede usarse en casi cualquier tipo de tornillería, desde roscas más pequeñas de M1 o M2 hasta otras muchos más grandes (M36). Además, LOCTITE 243 no solo garantiza una mejor fijación, evitando las fricciones y rozaduras, sino que también permite la extracción posterior del tornillo con la ayuda de herramientas manuales.
Mira el siguiente vídeo para ver LOCTITE 243 en acción:
Conclusión
Las uniones atornilladas o amovibles constituyen un número importante de los montajes necesarios para el ensamblaje de piezas, máquinas, componentes, instalaciones, objetos y automóviles. Muchos de estos elementos se desmontan con frecuencia para ser mantenidos o reparados, y es necesario que el operario devuelva los niveles de fijación de fábrica para garantizar la durabilidad de la unión y evitar el aflojamiento. Solo así, la actuación efectuada va a cumplir con las expectativas de los clientes más exigentes.
A grandes rasgos, los selladores de roscas aseguran la fijación de las uniones roscadas para evitar el aflojamiento por vibraciones y cargas de trabajo. Sin embargo, la variedad de productos en el mercado es amplia para adaptarse a cada situación de trabajo y a las características de cada unión. Por eso, conocer el nivel de resistencia del sellador de roscas y sus propiedades específicas, así como la frecuencia de desmontaje de la unión roscada, permite al operario efectuar la elección más correcta para obtener el mejor resultado.
Por último, el sellador de tornillos es una acción imprescindible en la fabricación y reparación de determinados componentes mecánicos para evitar el aflojamiento provocado por esfuerzos, vibraciones y condiciones de trabajo severas. Sin embargo, no todos los selladores de tornillos son iguales ni ofrecen las mismas garantías y propiedades. Por eso, antes de su compra, se debe efectuar un análisis exhaustivo del producto para determinar que posee las cualidades imprescindibles para garantizar un trabajo de calidad y duradero en el tiempo.