La estanqueidad es una propiedad que se basa en la capacidad para evitar que entren partículas externas al interior de una pieza, circuito o habitáculo, ya sea agua, aire, polvo, etc. Se trata de un término básico dentro de diversos apartados de la producción, mecánica, reparación y mantenimiento de vehículos, así que veamos más en profundidad qué es exactamente la estanqueidad y cómo se mide.
Las juntas de estanqueidad y su función
Se denominan juntas de estanqueidad a los elementos que se emplean para sellar ambas caras de un cierre mecanizado, con el fin de proporcionar la estanqueidad necesaria para evitar fugas. Su historia surge de forma muy paralela al desarrollo de la automoción a principios del siglo XX. Desde entonces, las juntas se han convertido en un importante elemento que previene las fugas de lubricante en caso de desgaste del mecanizado o defectos en el mecanismo de apertura y cierre. Además, contribuyen a evitar vertidos que contaminan el medio ambiente y suponen un gasto adicional para el diseño del vehículo.
Tipos de juntas de estanqueidad
Se pueden citar varios tipos de juntas de estanqueidad:
- Planas
- Tóricas
- Flexibles preformadas
- Con reborde
Estos tipos de juntas varían dependiendo del vehículo y del material de las piezas que deben sellarse. Del mismo modo, también influye el líquido que albergará el elemento (ácidos, lubricantes, disolventes, alcalinos, viscosos, etc).
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¿Por qué es tan importante la estanqueidad?
Como ya hemos señalado, la estanqueidad es fundamental para evitar fugas en diversos elementos del vehículo. Las juntas en mal estado podrían provocar pérdidas de líquido o de gas que repercutirán negativamente en el funcionamiento de sistemas, por ejemplo en lo que respecto al sistema de combustible o de aire acondicionado.
Asimismo, la estanqueidad evita que entren agentes externos en el habitáculo o elemento, impidiendo así que penetre la suciedad u otros agentes que podrían alterar la composición de los fluidos.
¿Cómo medimos la estanqueidad?
Para medir la estanqueidad se utliza un aparato denominado vacuómetro. Su modo de funcionamiento es simple: el vacuómetro mide las caídas de presión de un lugar o elemento determinado. Esto le permite detectar fugas con facilidad ya que, en caso de haberlas, la presión cae.
Existen distintas clases de vacuómetros. Lo más habituales son los mecánicos. Estos vacuómetros funcionan de forma similar a un manómetro tradicional y pueden medir la presión de líquidos o gases.
Seguro que ya sabías de la importancia del término "estanqueidad" en el ámbito del taller. Pero, ¿qué aparatos te parecen más fiables para medirla?