Siempre hay personas dispuestas a hacer el bien por los demás y a ofrecer favores sin pedir nada a cambio. Gente que participa activamente en su comunidad y que lucha día a día por hacer más cómoda la vida de otros. En este artículo vemos uno de estos casos, el de David McCoy, el dueño de un taller que lleva 15 años realizando reparaciones gratuitas.
Car Care, en los suburbios de Atlanta
David McCoy es el regente del taller Car Care, situado en la ciudad de Atlanta. Se encuentra en una zona alejada del centro, lo que se podría denominar los suburbios de la ciudad, donde existe un alto grado de criminalidad y las condiciones de vida no son las mejores.
En este contexto, David McCoy se ha convertido en una persona muy respetada por la comunidad y su taller, en un lugar de referencia. ¿El motivo? Si tienes un buen motivo, en su taller no vas a tener que pagar la reparación.
Con la ayuda de la comunidad
En un principio, McCoy comenzó con su negocio de forma normal, pero poco a poco fue viendo las necesidades que pasaban muchos de sus clientes, y en numerosas ocasiones su corazón empezó a ablandarse. Así surgió una idea: ofrecer reparaciones gratis a quien de verdad lo necesitara, algo muy importante en este suburbio de Atlanta, ya que el transporte público no llega hasta la zona.
Su taller empezó ofreciendo reparaciones gratis a madres solteras y enfermos de cáncer, pero fue abriendo su abanico gradualmente. En la actualidad su lema es: “¿Lo necesitas de verdad? Si es así, nosotros lo hacemos”.
Para realizar estas reparaciones gratuitas el taller cuenta con la ayuda de 40 voluntarios, que se encargan de estos vehículos dos veces por semana. A veces, el volumen de vehículos es tan grande que muchos tienen que quedarse en lista de espera para la próxima semana.
El servicio que este taller está haciendo para su comunidad va mucho más allá del simple valor de estas reparaciones. Se trata de un proyecto basado en el respeto y la colaboración al que ya se ha unido mucha gente. Por ejemplo, la iglesia del barrio recauda donaciones para que estas reparaciones gratuitas puedan seguir adelante. No en vano, solo para estas averías, el taller gastó el año pasado más de 60.000 euros en piezas.
Sin duda, una gran iniciativa que ya lleva 15 años en marcha, y que demuestra que todavía hay personas dispuestas a ayudar a los demás.
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