El título del artículo puede hacer pensar que estamos cayendo en una incongruencia. Sin embargo, tratándose de dos negocios del mismo sector, y que tienen en común el amor por la mecánica, ¿sería una opción viable para una taller de coches reparar motos también? ¿Qué requisitos debería cumplir para adaptarse a este cambio?
En el ámbito de los talleres existe una gran variedad: talleres oficiales, independientes, generalistas, de chapa y pintura, etc. Por otro lado, existen talleres que solo dan cobertura a determinada clase o marca de automóviles, mientras otros están destinados a la reparación de varios tipos.
Ampliando los horizontes del taller
Pero, ¿y si un taller que siempre ha ofrecido servicios para coches ahora quiere entrar en el mundo de las motos? ¿Cuáles son los principales factores que se deben tener en cuenta?
En primer lugar, hay que considerar que ya ha quedado atrás la imagen tópica del taller de motos unipersonal y semiprofesional. En la actualidad, las motos han evolucionado, y también lo han hecho los talleres. Del mismo modo que las motocicletas ya incorporan inyección electrónica, centralitas, cuadros digitales, frenos ABS, control de tracción, y un largo etcétera, los talleres se han convertido en instalaciones muy completas que requieren del equipo necesario para dar cobertura a las motos actuales.
En este sentido, es necesario contar con las instalaciones, herramientas y equipos específicos necesarios para dar soluciones a la nueva demanda, además de contar con los profesionales adecuados. La inversión no será la misma que si el taller empezase desde cero, pero aun así, hay muchas cuestiones que valorar: negociar con nuevos proveedores, valorar si se necesitan aumentar las instalaciones o los almacenes, etc.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que el mundo de los coches es pasional, pero el de las motos lo es aún más. Para muchos, el coche es un medio de transporte necesario para el día día, mientras que con la moto establecen además un vínculo mucho más emocional.
Y es que ni las motos ni sus propietarios son iguales a los de los coches. Las motos tienen, por lo general un mantenimiento más sencillo, por lo que los usuarios que las utilizan en su día a día, sobre todo en ciudad, valoran mucho los servicios de mecánica rápida o los talleres que ofrecen motocicletas de sustitución.
Como ya mencionamos, otro punto importante es la necesidad de contar con personal especializado. La mecánica de coches y motos, aunque comparte conceptos y puntos muy similares, es diferente entre sí y requiere de nociones específicas de mecánica de motocicletas.
Aparte de todo lo relacionado con la inversión en equipos e instalaciones, y la contratación de personal, hay que tener en cuenta otro factor que, por causas muy distintas, también influye en el cambio del taller. Este factor no es otro que la percepción de los clientes.
Es común que muchas personas no se fíen de un negocio que abarca demasiados ámbitos, con el pretexto de que no se puede ser competitivo en todos. Esto podría disuadir a clientes potenciales. Por otro lado, si el taller lleva ya años ofreciendo reparaciones exclusivas de coches, ¿cómo reaccionarán los clientes antiguos ante el cambio? ¿Creerán que van a dejar más de lado las reparaciones de sus coches? ¿Confiarán en que también puedan ofrecer servicios de calidad en motocicletas?
En cualquier caso, si se salvan todos estos obstáculos y los clientes confían en el taller, que un taller de coches decida reparar motos puede ser una buena forma de ampliar los horizontes del negocio y llegar a un nuevo segmento de clientes. ¡Incluso podría llegar a convertirse en el secreto del éxito de tu taller!
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