Comprar una cabina de pintura de segunda mano puede ser una buena opción en determinadas situaciones, ya que su coste será, evidentemente, inferior al de una nueva. Sin embargo, es importante asegurarse de que se encuentra en buenas condiciones, cumple unos requisitos mínimos y sus costes adicionales no la encarecen demasiado.
Función de las cabinas de pintura
La cabina de pintura es una instalación de gran importancia dentro del taller de carrocería, ya que permite la aplicación y el secado de pinturas y revestimientos en condiciones de trabajo y seguridad saludables para el medio ambiente y para los trabajadores.
Además, la importancia de esta instalación viene dada por aspectos tan significativos como estos:
- Aísla las operaciones de pintado para evitar que el ambiente del taller se contamine y afecte a otras zonas y trabajadores. También evita que se introduzcan en su interior corrientes de aire o residuos que circulen por el taller (siliconas, partículas de polvo, etc.).
- Permite regular y mantener controlada la temperatura, la humedad y el flujo de aire circulante en el interior de la cabina, a fin de optimizar el proceso de pintado y posibilitar resultados de mayor calidad.
- Integra una iluminación potente y uniforme que facilita la igualación del color y la aplicación de pinturas.
Sin embargo, uno de los inconvenientes de esta instalación es su coste de adquisición, ya que se trata de una de las inversiones más fuertes a las que se debe enfrentar cualquier emprendedor o persona que quiera pintar vehículos en su taller.
Por ello, comprar una cabina de pintura de segunda mano es una opción que, en ocasiones, se debe valorar para reducir gastos cuando se quiere iniciar este tipo de actividad empresarial.
Aspectos a tener en cuenta antes de comprar una cabina de pintura de segunda mano
En el momento de comprar una cabina de segunda mano, una de las principales variables a tener en cuenta es el precio de la instalación. No obstante, este no puede ser el único factor que determine la adquisición, ya que existen otros aspectos que pueden hacer que una cabina comprada a un precio inicial muy sugerente se convierta en una inversión desastrosa.
Antes de proceder a la compra de una cabina de segunda mano, es necesario analizar al detalle si sus características son adecuadas para el cometido que se pretende llevar a cabo. A modo de referencia, las características que debe tener una cabina de pintura destinada a pintar vehículos, para que se pueda trabajar cómodamente y con buen rendimiento son estas:
- Dimensiones mínimas: 6,5 metros de largo, por 3,8 de ancho, por 2,7 de alto.
- Estructura: paneles modulares galvanizados con aislamiento termo-acústico.
- Integración de filtros de techo y de suelo.
- Iluminación: 1.000 lux mínimo.
- Que disponga de fases de trabajo para pintar y secar.
- Regulación de temperatura para pintar y para secar (hasta unos 70 ºC).
- Impulsión y extracción mínima de unos 21.500 m3/h, con una velocidad del aire mínima de 0,3 m/s y con generadores de 5,5 CV.
Por otro lado, también se debe estimar el coste del desmontaje, del transporte y de volver a montar la instalación en el nuevo taller. Puede darse el caso de que, al tener que sumarle este coste, no resulte rentable comprar determinadas instalaciones de segunda mano, como son los plenums de aspiración y/o pintado.
Finalmente, se ha de comprobar el estado en el que se encuentran todos los elementos que conforman la cabina de pintura de segunda mano. De forma algo más concreta, se deben revisar los siguientes aspectos:
- Estructura de la cabina. Esta se debe encontrar en buen estado. Hay que revisar que no existan fugas, que las chapas no presenten daños como perforaciones y que las gomas de las ventanas no estén endurecidas, cuarteadas o con falta de estanqueidad.
- Puertas. Es imprescindible verificar el buen sellado de los cristales, el buen estado de las gomas, cristales y paneles metálicos y que las aperturas se hacen correctamente. Si la luz pasa a través de las juntas, es indicativo de una mala estanqueidad entre componentes. También es conveniente verificar el estado de las bisagras, ya que una falta de mantenimiento puede hacer que se encuentren dañadas.
- Piso. En este caso, hay que comprobar que las rejillas no presentan deformaciones y encajan bien con el resto. Además, hay que verificar si se encuentran limpias o hay que llevarlas a arenar para eliminar los depósitos de pintura pulverizada que se hayan acumulado sobre ellas.
- Iluminación. Es necesario comprobar el buen funcionamiento de todos los tubos de luz y el estado de las pantallas para asegurarse de que no están pulverizadas en exceso. En el caso de que disponga de luces LED, es conveniente ver si son LEDs específicos para cabinas de pintura, capaces de soportar las temperaturas de secado. Además, si las pantallas de las luces están pulverizadas, hay que tener en cuenta el tiempo y el coste que supone desmontarlas y limpiarlas.
- Filtros. Los filtros de la cabina requieren un mantenimiento periódico. Cuando los filtros de techo se deben cambiar, se ven como hinchados y negruzcos cuando la cabina está en marcha. Además, la saturación de estos filtros genera sobrepresión, que se nota al abrir o cerrar las puertas de acceso. Por el contrario, los filtros del suelo acostumbran a estar apelmazados cuando la pintura pulverizada los ha saturado. Si estos filtros deben ser sustituidos, es necesario contabilizar este gasto en el importe total de la compra.
- Correcto funcionamiento y mantenimiento de los sistemas de impulsión, extracción y calefacción. Su funcionamiento puede comprobarse encendiendo la cabina y probando las distintas funcionalidades desde el panel de mandos. .
- Cuadro de mandos. Debe estar completo y se ha de comprobar toda su botonería. En cabinas de pintura de segunda mano más completas, es fundamental que se adjunte el manual del usuario para poder sacar todo el provecho de esta instalación.
- Accesorios. Estos incrementan el valor de la cabina, pero también hay que comprobar su correcto funcionamiento y el tipo de mantenimiento que requieren.
Conclusión
La compra de una cabina de pintura es una inversión costosa para el taller de carrocería, por lo que comprar una cabina de pintura de segunda mano puede ser una opción más rentable a la hora de iniciar esta andadura empresarial. Si se opta por ello, es fundamental comprobar sus características, su estado, su funcionamiento y el coste de transporte de la misma. Además, existen otras opciones para adquirir instalaciones costosas, como es el renting, que también se han de valorar.