El proceso de pulido de un vehículo se realiza en el taller en situaciones muy concretas con el objetivo de darle a la pintura el brillo que, por distintos motivos, no tiene. Para llevar a cabo este trabajo, se utilizan máquinas específicas denominadas pulidoras de coche.
Estas máquinas tratan la pintura del vehículo con delicadeza para conseguir obtener el brillo y el aspecto superficial deseados.
Tipos de pulidoras de coche
El pulido y abrillantado de la pintura de un vehículo se pueden realizar con estos tipos de máquinas específicas:
- Pulidoras rotativas. Se trata de un tipo de máquina con un cabezal de pulido que gira de forma radial, lo que le aporta una mayor capacidad de abrasión. La pulidora de coche rotativa integra un arranque progresivo para evitar que, en las velocidades de giro altas, se pueda dañar la pintura, y dispone de un regulador de velocidad para adaptar el giro a las necesidades del tipo de pulido (más o menos agresivo). Estas características hacen que este tipo de pulidora sea la más común en los talleres de carrocería. Sin embargo, su utilización requiere cierta destreza para evitar daños mayores sobre la pintura.
- Pulidoras orbitales o de doble acción. En este caso, la máquina describe un movimiento oscilatorio continuado en torno a un eje fijo, lo que le aporta un mayor control sobre el pulido a costa de perder capacidad de abrasión. Este tipo de pulidora de coche también dispone de regulación de velocidad y está especialmente indicado para efectuar encerados de la pintura o pulidos y abrillantados de menor envergadura.
Características generales de las pulidoras para coches
A la hora de adquirir una pulidora para coche es necesario tener en cuenta las distintas particularidades que las caracterizan, a fin de elegir la más conveniente en función de las necesidades personales de cada uno y de las instalaciones disponibles. Así pues, se deben valorar las siguientes variables:
- Tipo de máquina. Como se ha detallado anteriormente, existen pulidoras de coche radiales y orbitales. Es importante conocer las peculiaridades y el rendimiento de cada una de ellas para escoger la que mejor se adapta a las necesidades del taller o la persona. Este tipo de herramientas específicas tienen limitado el giro de revoluciones (entre unas 2.000 y 7.000 RPM como máximo) para evitar daños sobre la pintura o que el pulimento salpique. En ningún caso se pueden utilizar amoladoras destinadas al limado y corte de metales que no integran un control de velocidad y arranque progresivo, ya que este tipo de máquinas giran desde el inicio a un régimen muy elevado (unas 13.000 RPM) y pueden causar daños.
- Tipo de alimentación. Las pulidoras de coche pueden alimentarse eléctrica o neumáticamente. Lo más común es escoger máquinas de alimentación eléctrica, ya que de esa manera no es necesario disponer de una instalación de aire comprimido. Además, el flujo de electricidad es más constante que el del aire comprimido suministrado, que puede reducirse por el uso de varias herramientas a la vez. También existe la posibilidad de adquirir pulidoras con batería para evitar la necesidad de disponer de una toma de corriente cercana.
- Tipo de accionamiento. Cualquier pulidora de coche dispone de un interruptor de encendido y apagado. No obstante, es recomendable asegurarse de que dicho interruptor ofrezca la posibilidad de ser bloqueado voluntariamente en el modo de encendido, ya que esto evita la necesidad de estar pulsando continuamente el interruptor cuando se efectúan pulidos o encerados de carrocería completa.
- Ergonomía de la herramienta. Algunos trabajos de pulido, abrillantado o encerado de carrocerías completas requieren un tiempo de intervención elevado. Del mismo modo, pulir piezas bajas o altas también resulta una tarea ardua. En ambas situaciones, que la pulidora disponga de empuñaduras, agarres y asas con un diseño ergonómico (fabricadas con materiales que no resbalen, con un asa regulable, etc.) permite efectuar el trabajo con mayor comodidad y seguridad.
- Potencia. Esta es una particularidad muy importante en las pulidoras para coches, puesto que, dependiendo del uso que se le vaya a dar, se debe elegir una de mayor o menor potencia. En cualquier caso, una mayor potencia no asegura que la herramienta sea de mayor calidad, ya que el material y el mecanismo con el que se haya fabricado su motor es de suma relevancia para poder soportar la potencia mencionada y el uso prolongado. Además, para efectuar pulidos en el taller, se requieren máquinas con mecanismos internos eficientes y duraderos más que una gran potencia. La máquinas pulidoras suelen comercializarse con potencias de entre 500 y 1.600 W.
- Plato pulidor. Este es el accesorio sobre el cual se montan las boinas de pulido, abrillantado y encerado. Suele ser de 125 mm y está acolchado para amortiguar y distribuir convenientemente la presión de pulido y se adapte a las líneas de la carrocería. También existen en el mercado platos de mayor diámetro, como los de 150 y 180 mm.
- Órbita. La órbita determina el tamaño del movimiento que hace el plato pulidor y, por tanto, la raya resultante. Existen distintas órbitas, como la de 14, la de 15 o la de 21 mm, entre otras.
- Peso. Es importante que la pulidora de coches pese lo menos posible, ya que de esa manera el trabajo para el profesional del taller es menos costoso. El peso adecuado para una pulidora moderna es de unos 2 o 2,5 kg.
- Nivel sonoro. Para evitar la fatiga auditiva del trabajador y de las personas que hay a su alrededor, es importante que la pulidora de coche posea unos límites de ruido emitido máximo. Generalmente, este límite en una pulidora profesional se sitúa en torno a los 80 dB, con lo cual no es necesario utilizar protección auditiva para su uso.
- Vibraciones emitidas. Las vibraciones emitidas por la máquina se transmiten al cuerpo a través de la mano y el brazo. Estas vibraciones son dañinas para la salud y pueden provocar, a largo plazo, trastornos neurológicos y músculo-esqueléticos entre otros. Este aspecto es analizado por los fabricantes para minimizar los efectos nocivos sobre la salud, pero también para facilitar el trabajo con ellas, ya que operar con una herramienta que vibra en exceso es muy molesto. Un valor aceptable de vibraciones transmitidas se sitúa en torno a los 2,5 m/s2 .
Recomendaciones para elegir una pulidora de coches
Al elegir una pulidora de coche, se debe valorar el tipo de trabajo que se va a efectuar y determinar si va a ser ocasional o profesional. Las pulidoras profesionales siempre van a ser bastante más caras de adquirir, aunque aportan un acabado de mayor calidad y van a ser herramientas duraderas. En cambio, las destinadas a un uso ocasional se pueden comprar por precios más asequibles, pero no ofrecen los mismos niveles de calidad ni las mismas garantías.
A partir de ahí, se deben tener en cuenta las particularidades mencionadas en el punto anterior para valorar las características de cada pulidora de coches y así adquirir la que mejor se ajuste a nuestras necesidades.
Conclusión
Una pulidora de coches está diseñada específicamente para restaurar el buen aspecto de la pintura envejecida o para corregir defectos de pintado. Para obtener el mejor resultado se deben utilizar máquinas fiables, especialmente cuando el uso que se les va a dar es profesional. Finalmente, recordar que, para efectuar los procesos de pulido, abrillantado y encerado con éxito, también se deben emplear productos de calidad como estos.