Publicidad en vehículos: una tendencia al alza

Por Ruta 401

Hasta hace no mucho, el marketing en casi cualquier taller de reparación se limitaba al boca a oreja, la entrega de publicidad a gente de paso o la colocación de folletos en parabrisas de vehículos. Pero los tiempos han cambiado y la mayor parte de empresas, sean del sector que sean, también han evolucionado en sus métodos de hacer marketing. Esto se ha visto impulsado principalmente por internet y, en concreto, las redes sociales.

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Y es que las nuevas tecnologías permiten realizar campañas que pueden llegar potencialmente a una gran audiencia, con un desembolso económico reducido (incluso inexistente).

Sin embargo, queremos dejar de lado por un momento el marketing online y prestarle atención a una estrategia de marketing offline que supone una alternativa interesante: la publicidad en vehículos.

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Publicidad en el coche: en qué consiste

Estamos acostumbrados a ver coches de empresas que llevan rotulado el nombre y logotipo de la misma. Es una práctica bastante habitual que está creciendo cada vez más y que ofrece diferentes variantes.

Una de las más habituales es la de contratar espacios publicitarios en taxis u otros medios de transporte. Hasta ahora es una de las formas más frecuentes, aunque se suele tratar de publicidad bastante discreta y no está claro que dé los resultados esperados.

Otra de las posibles soluciones es acudir a agencias especializadas en este tipo de anuncios. Existen diversas compañías que se encargan de gestionar este tipo de campañas. Ejercen de intermediarios entre el usuario que quiere poner el anuncio en el coche, y la empresa que quiere anunciarse. La agencia y la empresa anunciante establecen las condiciones del acuerdo (precio, tamaño del anuncio, duración de la campaña, tipo de vehículo), que normalmente incluye ciertas obligaciones para el dueño del coche, como la necesidad de recorrer “X” kilómetros o de moverse por una determinada zona.

Cabe decir que en algunos casos el vehículo que lucirá la publicidad será de un particular, pero en otros puede ser ofrecido por la propia agencia, o incluso por el propio taller, si así lo desea. Lógicamente, estos servicios tienen un coste.

Por otro lado, está la posibilidad de realizar este tipo de campañas por nosotros mismos, utilizando por ejemplo un coche taller. Basta con crear un logo atractivo, vinilar el vehículo y darle visibilidad. En este caso no existirán intermediarios ni un particular encargado de “enseñar” el logo por la calle. Seremos nosotros mismos quienes debemos darle visibilidad, por ejemplo circulando o aparcándolo en zonas concurridas.

La publicidad es recomendable que sea bastante llamativa. Ya que nos hemos decidido a vinilar un coche propio, se puede hacer algo que realmente logre captar la atención de futuros clientes. Por supuesto, siempre debe estar bien visible el nombre del taller y los datos de contacto y debe quedar bien explícito el tipo de servicios que ofrece.

Esta opción va a ser más económica que la anterior, aunque también exige mayor trabajo e involucración por parte del taller. Además, se puede combinar con otro tipo de iniciativas, al estilo de la camioneta de Red Bull. Todo el mundo asocia la presencia de ese vehículo con algún evento relacionado con el surf, el esquí, el motor o los deportes de riesgo. Bien, pues se puede intentar lo mismo con nuestro propio vehículo. Por ejemplo, ofreciendo con él un servicio de mantenimiento a domicilio, de forma que todo el mundo relacione el vehículo con ese tipo de servicios.

También hay que resaltar que hay a quien no le convence este tipo de publicidad por ser demasiado llamativa, pero eso ya va sobre gustos. En cualquier caso, dentro de la publicidad offline para un taller, puede ser una de las más efectivas.

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