El pegamento anaeróbico es uno de los adhesivos más utilizados en el sector industrial. Como otros pegamentos, permite la unión entre materiales de igual o distinta naturaleza sin necesidad de aplicar calor o disponer de herramientas específicas.
Sus aplicaciones y formatos son variados y están relacionados con las propiedades mecánicas y químicas que ofrece, por lo que antes de utilizarlo hay que valorar las características de la unión con la que se trabaja para garantizar que el sellador empleado dispone de los niveles de resistencia, adhesión y cohesión necesarios.
Características del pegamento anaeróbico
Los pegamentos anaeróbicos son productos líquidos de un componente y base química acrílica que curan al ser aislados del oxígeno y al entrar en contacto con superficies metálicas. Otras de sus principales características son las siguientes:
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Tienen una alta resistencia a la cortadura, a la temperatura (soportan hasta 180 °C, en algunos casos), a agentes químicos y al envejecimiento medioambiental.
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Se distinguen los pegamentos anaeróbicos estándar y los estructurales. Los primeros muestran una resistencia a la tracción y al pelado inferior.
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Gozan de un alto grado de elongación.
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Presentan una buena resistencia a vibraciones y esfuerzos de fatiga.
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Son productos con una buena fluidez, lo que les permite adherir perfectamente sobre sustratos poco preparados y con cierta rugosidad.
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Son selladores, ya que tienen capacidad de sellar uniones y fugas, gracias a su reducida contracción tras el curado.
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Sirven para aportar fijación en uniones roscadas.
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Muestran una buena adhesión sobre distintos sustratos, incluidos algunos plásticos y superficies pasivadas (dependiendo del tipo de pegamento anaeróbico). Sin embargo, en este último caso se debe activar previamente el sustrato con promotores de adherencia para garantizar una adhesión correcta.
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Curan completamente en 24 horas, aunque este tiempo se puede acortar con la aplicación controlada de calor durante un periodo corto de tiempo (por ejemplo, 30 minutos a 120 °C).
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Ofrecen propiedades anticorrosivas.
Aplicaciones del pegamento anaeróbico
Un pegamento anaeróbico dispone de una gama de aplicaciones muy variada. Sin embargo, estos selladores se utilizan principalmente para unir, sellar y fijar elementos ensamblados mecánicamente. De forma más concreta, estos son algunos de sus usos habituales, tanto en el sector industrial en general como en los talleres de automoción:
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Fijación de uniones roscadas mediante pegamentos como LOCTITE 243 para evitar el autoaflojamiento propio de este sistema de fijación.
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Retención de piezas cilíndricas, rodamientos y bujes a través de productos específicos como LOCTITE 648.
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Sellado de uniones roscadas, tuberías y bridas de unión en aquellos montajes dinámicos que están sometidos a vibraciones y/o cambios de presión y de temperatura. Un ejemplo de pegamento anaeróbico para este uso es TEROSON SI 5331.
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Formación de juntas para solventar los problemas característicos de las juntas de estanqueidad precortadas (pérdida de elasticidad, relajación, deformación, etc.). Algunos ejemplos de productos destinados a tal fin son LOCTITE SI 5910 y LOCTITE 518 Roller Pen.
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Impregnación de piezas metálicas de fundición o de metal sinterizado.
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Pegado de paneles en vehículos de emergencia o industriales.
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Adhesión de componentes de distinta naturaleza como molduras, espejos retrovisores, etc.
Consideraciones a la hora de aplicar un pegamento anaeróbico
Estas son las consideraciones que se deben tener en cuenta de forma estricta para aplicar un pegamento anaeróbico sin reducir la resistencia final de la unión:
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Seguir las instrucciones de aplicación del fabricante.
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Asegurarse de que la superficie está completamente limpia y desengrasada. Para ello se debe utilizar un limpiador eficaz como TEROSON VR 10 o LOCTITE 7063.
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Activar la superficie cuando sea requerido por el fabricante o por las características del sustrato. Por ejemplo, algunos plásticos deben ser activados con un promotor de la adhesión como TEROSON 150 para garantizar la adherencia y la durabilidad de la unión.
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Aplicar el adhesivo en su rango idóneo de temperatura, que normalmente se sitúa entre los 10 y los 35 °C, aunque actualmente existen pegamentos anaeróbicos que aseguran la adhesión a temperaturas inferiores.
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El curado del sellador se puede acelerar con aporte de calor controlado o a través de un activador específico para aplicaciones a baja temperatura como LOCTITE SF 7649.
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Cuando se utilizan fijadores de roscas sobre orificios pasantes, se recomienda dosificar 1 o 2 gotas en el segundo-tercer filete de rosca del tornillo. Durante el montaje el producto va a ir desplazando el aire y se va a distribuir por el resto de filetes que contacten con el alojamiento hembra en el que se va a montar. Para usar el pegamento anaeróbico en orificios ciegos, lo recomendable es aplicar varias gotas en el fondo del alojamiento hembra. El aire atrapado va a provocar que el adhesivo emerja y fluya al interior de las roscas.
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Para sellar uniones roscadas de tornillería estándar hay que dejar libre el primer filete de la rosca de entrada macho y aplicar un anillo de producto que debe rellenar convenientemente los valles del tallado. En el caso de sellar uniones roscadas de mayor tamaño se ha de aplicar, además, otro anillo de producto en la rosca hembra.
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Es necesario evitar que la punta del dosificador toque los sustratos metálicos para que no se produzca la solidificación del pegamento anaeróbico en esta zona y no se obstruya la salida de producto de cara a posteriores aplicaciones.
Conclusión
El pegamento anaeróbico abre un nuevo abanico de opciones de sellado y fijación para sustratos de distinta naturaleza. Está especialmente indicado para la unión y pegado de materiales metálicos, sin embargo, aporta unos niveles altos de resistencia a la cortadura, a la temperatura, a los agentes químicos y al envejecimiento medioambiental en cualquiera de sus aplicaciones recomendadas por el fabricante.