La tecnología llega en la mayoría de los casos para ayudar. En un taller, donde se utilizan numerosas herramientas, es importante contar con los últimos avances para mejorar la eficiencia y seguridad en el trabajo. Uno de los trabajos más peligrosos que se pueden realizar en un taller es la soldadura. En él, es vital la protección y la comodidad para realizar un trabajo lo más preciso posible. Para ello, llega hasta los talleres la máscara de soldar automática que permite mejorar la productividad y aumentar la seguridad.
Estas máscaras cuentan con un obturador electrónico fotosensible, esto significa que en cuanto los sensores detectan la luz infrarroja o ultravioleta que produce el arco de soldadura, la máscara se oscurece automáticamente. Por lo general, las partes de una máscara de soldar automática son:
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Carcasa que protege toda la cabeza. Cuenta con un arnés para un mejor agarre.
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Una protección para mentón y cuello.
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Perillas para ajuste tanto del grado de oscurecimiento como de la acción pivotante de la máscara. Es importante que se pueda regular el oscurecimiento en función de la magnitud del trabajo a realizar. A mayor amperaje, mayor grado de oscurecimiento.
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Varios sensores de arco.
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La ventana de visualización fotosensible.
El oscurecimiento automático lo produce una carga eléctrica que se proporciona mediante una batería de litio o con energía solar. Estas segundas no requieren de mantenimiento continuo ni estar pendiente de que se acabe la batería, aunque las de litio tienen una vida bastante extensa. Sobre todo si se presta atención a usar convenientemente el interruptor de encendido/apagado que incorporan.
Principales ventajas de la máscara de soldar automática
Las máscaras de soldar automáticas presentan muchas ventajas, siendo las más importantes las siguientes:-
Protección total. La máscara de soldar automática tapa toda la cabeza, con lo que la protege completamente de chispas y quemaduras. La mayoría añaden la protección del cuello también. Además, el oscurecimiento automático hace que la cantidad de radiación que llega a los ojos no alcance nunca niveles peligrosos. Esto las convierte en un seguro para evitar los riesgos laborales de un trabajo complicado.
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Productividad. El uso de una máscara de soldar automática hará más productivo y eficiente al trabajador. Debido a que se oscurece en función del arco de soldadura, el soldador tendrá en todo momento pleno control de lo que está haciendo. Al fijarse a la cabeza al principio del trabajo, no es necesario subir y bajar la máscara cada vez para controlar cómo va la soldadura. La misma pantalla se aclara al detectar que el calor vuelve a temperatura ambiente cuando no se está soldando
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Comodidad. La máscara de soldar automática no se mueve de la cabeza ni es necesario ajustarla conforme avanza el trabajo de soldadura. Así que no hay que subirla y bajarla, lo cual conlleva que ambas manos están libres, facilitandose así apoyarse o sujetarse. Además, si se elige acorde al usuario, es posible que sea personal.
Todas las máscaras de soldar automáticas se atienen a unos estándares de calidad y seguridad, así que son una elección garantizada. Aunque su precio es el más elevado, en lo que a máscaras de soldar se refiere, son una inversión acertada. Mejora la calidad, el tiempo y la seguridad de los trabajos de soldadura y eso al final repercute en los beneficios y la buena reputación del taller.
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