No son coches de juguete, pero algunos lo parecen. Muchos de nosotros tendríamos problemas para poder entrar en ellos. Por algo están entre los coches más pequeños que jamás se hayan fabricado.
El PEEL P50 sigue ostentando el récord de coche más pequeño del mundo. Fabricado en el año 1952 (solo se vendieron 47 unidades), este microcoche tiene una longitud de 1,37 m, bastante menos que una persona adulta tumbada, y su peso es de apenas 59 gr.
Es un vehículo que únicamente cuenta con tres ruedas y que solo tiene capacidad para un ocupante. Puede alcanzar una velocidad máxima de 60 km/h (no está mal), pero en cambio, no tiene marcha atrás.
Este fabricante tiene otros modelos de dimensiones reducidas, como es el caso del PEEL Trident, el hermano mayor del P50, cuyas medidas son 1,83 m de largo y 1,07 m de ancho.
Ya hablamos sobre el BMW Isetta en nuestro artículo sobre los coches con las puertas más curiosas. Este modelo comenzó su fabricación en los años 50 y estuvo en el mercado hasta principios de los 60, tiempo durante el cual se produjeron unas 140.000 unidades.
Este microcoche mide apenas 2,3 m de largo y su peso es de solo 330 kg. El acceso al vehículo se realizaba a través de una puerta situada en la parte frontal del vehículo. Debido a su forma y tamaño se ganó sobrenombres como el de “huevito” o “coche-pompa”.
El Volpe es un coche eléctrico italiano que busca hacer sombra a otros modelos urbanos como el Smart ForTwo. Y lo cierto es que en tamaño logra hacerles frente. El Volpe tan solo mide 2,2 metros de largo, por 1 m de ancho y 1,4 m de alto.
Existen distintas versiones del Volpe (Globo, Goal, Graffio, Zagato y Guru) que alcanzan una velocidad máxima de 48 km/h y tienen una autonomía que ronda los 60 km.
El Jurish Motoplan Prototype es un rara avis dentro de la industria del motor, tanto por su pequeño tamaño (solo 2,2 m de largo y apenas 160 kg de peso) como porque es un modelo del que apenas se tienen datos.
Fue presentado en el año 1957 y se fabricaron tres modelos, los cuales podían alcanzar casi 90 km/h. En la actualidad solo se conoce la existencia de uno de ellos.
Terminamos la lista con una curiosidad. En este caso no se trata de un coche homologado para circular por carretera. Ni siquiera es apto para ser conducido por una persona. Pero está en la lista porque es el coche con motor más pequeño del mundo.
Se trata de una maqueta de un Toyota AA de 1936 fabricada en el año 2003 por unos ingenieros japoneses. Mide tan solo 4,7 mm de largo, e incorpora un motor que gira a 600 rpm, lo cual le permite alcanzar una velocidad de 0,02 km/h. Una diminuta obra de ingeniería.
Algunos de estos vehículos han sacrificado la comodidad en la conducción por un determinado diseño y han resultado ser demasiado pequeños. Sin embargo, no hay duda de que los vehículos pequeños son cada vez más apreciados, sobre todo en entornos urbanos con una gran afluencia de vehículos. Lo importante en este caso es encontrar el equilibrio entre tamaño, rendimiento y confort.