La ficha técnica de un coche es algo así como el “DNI del vehículo”, el documento que lo identifica en el presente y que deberá hacerlo también en el futuro, aunque dicho vehículo haya sufrido modificaciones. ¿Cuáles son los datos que deben figurar en esta tarjeta? ¿Qué cambios realizados en el vehículo deben quedar registrados en ella?
¿Qué es la ficha técnica de un coche?
La tarjeta de ficha técnica es un certificado obligatorio que identifica a un vehículo y a su propietario. Es entregada y supervisada por el Ministerio de Industria y en ella se hace constar la matrícula y el número de bastidor del vehículo, así como la contraseña de homologación. Tras la realización de unas pruebas que todos los fabricantes han de cumplir, se validan todos los requisitos y se expide este número de homologación.
¿Qué datos deben constar en la ficha técnica de un coche?
Además de los datos identificativos ya comentados, que han de ser únicos e intransferibles para cada vehículo, hay muchas otras características que se deben incluir en la ficha técnica de un coche:
- Marca, modelo, versión y denominación comercial.
- Tara.
- MMA (masa máxima autorizada).
- Medidas de los neumáticos.
- Número de plazas.
- Altura, anchura, longitud y distancia entre ejes.
- Motor, tipo de motor, cilindrada, número de cilindros y potencia en CV y KW.
- Emisiones de CO₂.
¿Qué tipo de reformas se han de incluir en la ficha técnica?
El Manual de reformas de vehículos señala que una modificación, sustitución, actuación, incorporación o supresión efectuada en un vehículo que no cambie las características por las que el vehículo en cuestión puede ser definido, o que no afecte a ninguno de los actos reglamentarios aplicables ni a las prescripciones contenidas en la Directiva 2007/46/CE no debe ser considerada como reforma.
Por tanto, cualquier modificación o actuación realizada en el vehículo después de su matriculación y que haga variar sus características debe constar en la ficha técnica del coche.
¿Cuáles son las homologaciones más comunes?
Una de las más comunes es la instalación de un gancho-remolque. Una vez acoplado se ha de hacer constar en la ITV y, una vez pasada la inspección, se apunta la modificación en la ficha técnica.
Otra de las modificaciones más comunes es el cambio de neumáticos. A pesar de que muchos fabricantes indican en la ficha técnica una serie de medidas de neumáticos compatibles con el modelo, si se desea instalar en el coche neumáticos de otro tamaño también se debe iniciar el proceso de homologación. Cabe destacar que existen los llamados neumáticos equivalentes que, aun no estando en la ficha técnica del coche, son válidos por presentar unas dimensiones totales de la rueda iguales a las que tenía el anterior neumático. Algunos fabricantes y estaciones ITV disponen de tablas de equivalencias o programas de cálculo de equivalencias para saber si el nuevo neumático montado es compatible.
Modificación de partes de la carrocería
También están los casos en los que se modifican partes de la carrocería, por ejemplo paragolpes, spoilers, alerones y otros elementos. Todas estas modificaciones estéticas deben constar en la ficha técnica.
Por otra parte, una de las modificaciones más en auge es la homologación de motores para adaptarlos a las exigencias de la normativa Euro, la cual prohíbe circular a vehículos diésel matriculados antes de enero del 2006 y a vehículos de gasolina anteriores al 2000. Esta restricción afecta a los motores anteriores a la homologación Euro 3 en el caso de los motores de gasolina, e inferiores a la Euro 4 en el caso de los motores diésel.
En cualquier caso, el procedimiento que se debe seguir, y por el cual se basan todas las estaciones de ITV, es el Manual de reformas de vehículos. En él se estipula qué procedimiento se debe seguir en cada situación y qué documentación es necesario aportar. De todas formas, si tienes alguna duda, puedes acudir personalmente a una estación de ITV y plantear tus preguntas.