OBD es la abreviatura de On Board Diagnostics (Diagnóstico de a bordo). El sistema OBD es un sistema de conexionado entre las diferentes unidades del vehículo y un ordenador externo que permite verificarlas. Desde los años 80, el sistema OBD, ha ayudado a los talleres en el diagnóstico de averías, pero veamos más en profundidad para qué sirve, cuáles son sus características y dónde se ubica el conector OBD.
Evolución del sistema OBD
El sistema OBD surge en California en el año 1988, cuando la California Air Resources Board determinó que todos los coches a gasolina debían contar con un dispositivo que controlase los límites máximos de emisiones del vehículo (el sistema OBD, con su correspondiente conector OBD). Para que el conductor pudiese detectar un mal funcionamiento del dispositivo, se obligó a los fabricantes a incorporar también un display luminoso que indicase los fallos.
En 1996 se creó el sistema OBD II, más estricto en el límite de emisiones. En Europa se introdujo el EOBD (Diagnóstico de a bordo Europeo) basándose en el sistema OBD II americano. Sin embargo, el EOBD es una herramienta más sofisticada que exige que los repuestos sean de alta calidad y específicos para el vehículo y modelo.
Desde el año 1996, el OBD II es obligatorio en todos los automóviles nuevos en Estados Unidos. En base a esta normativa estadounidense, se creó la Directiva 98/69EG en Europa, que impone la obligación a los fabricantes de tener un puerto EOBD desde el año 2000 para los motores gasolina, 2003 para los diésel y 2005 para los camiones.
Además, este sistema verifica el estado de todos los sensores involucrados en las emisiones, por ejemplo, el sistema de inyección o la entrada de aire al motor. Cuando algo falla, el sistema informa al conductor encendiendo una luz de advertencia.
Aparte de la luz de emergencia, el dispositivo ofrece un registro del fallo y sus posibles causas. Esta es la ayuda que el sistema OBD ofrece a los talleres, ya que para cada fallo ocurrido existe un código asignado y cada fallo tiene una explicación y una solución. Por eso es importante conocer qué es y dónde se sitúa el conector OBD, para poder acceder a esta información.
Los códigos generados siguen el estándar SAE J2Q12, un código de 5 dígitos que comienzan por la letra Y.
El primer dígito representa lo siguiente:
- P: Electrónica de motor y transmisión
- B: Carrocería
- C: Chasis
- U: No definido
El segundo dígito indica la organización responsable de definir el dígito:
- 0: SAE, código común a todas las marcas
- 1: El fabricante del vehículo
El tercer dígito representa una función específica del vehículo:
- 0: Sistema electrónico completo
- 1 y 2: Control del aire y combustible
- 3: Sistema de encendido
- 4: Control de emisión auxiliar
- 5: Control de velocidad y ralentí
- 6: ECU y entradas y salidas
- 7: Transmisión
El cuarto y quinto dígito están específicamente relacionados con el fallo del vehículo.
¿Dónde está el conector OBD y cómo conectarse a él?
Aunque dependiendo del vehículo puede cambiar de lugar, el conector OBD suele estar ubicado en la zona de los pies del conductor, ya sea debajo del volante o en la caja de fusibles. Otros fabricantes sitúan la conexión OBD en la parte del cenicero, en la guantera central o incluso bajo el asiento del copiloto.
El conector OBD ha evolucionado desde la clásica conexión RS-232 hasta las conexiones bluetooth y wifi que permiten conectar al coche dispositivos como un ordenador, una tablet o un smartphone para hacer uso del sistema.
La posible integración generalizada de sistemas remotos de diagnóstico podría suponer el fin de la exigencia de instalación de puertos EOBD en los nuevos modelos (previa actualización del reglamento).
Esto puede verse como una ventaja para los fabricantes, ya que se blinda el acceso al vehículo, evitando toda manipulación externa. Sin embargo, el hecho de que los vehículos equipen un conector OBD o EOBD, abierto y accesible, permite a los talleres independientes diagnosticar a través de sus equipos y actuar de forma ágil. Sin esta opción, el taller debería realizar las operaciones de diagnóstico, sincronización y ajuste del sistema de forma remota, a través del servidor del fabricante. ¿Podría esta situación limitar la libre competencia entre talleres?.
Por el momento, la instalación de este sistema en los vehículos actuales sigue siendo obligatoria. De hecho, desde mayo de 2018, tras la reforma de la normativa de las Inspecciones Técnicas de Vehículos, se incluyó la obligatoriedad de monitorizar los vehículos matriculados a partir del 1 de enero de 2011 (y en el caso de los industriales, a partir del 1 de enero de 2014) mediante un equipo de análisis EOBD, para verificar la no manipulación de los sistemas de anticontaminación y de los sistemas de seguridad.
Conclusión
Por lo tanto, se puede concluir que el sistema EOBD es una ayuda fundamental para el profesional del taller de reparación de vehículos. Esto es así porque, a través del conector OBD o EOBD, este sistema agiliza el diagnóstico y permite optimizar los tiempos empleados.