La cinta de aluminio es un elemento muy común y que puede servir de mucha ayuda, tanto en la vida cotidiana como en muchos otros sectores. Dentro del ámbito de la automoción también tiene su protagonismo, por lo que pasamos a ver dónde y cómo se puede usar la cinta de aluminio.
La cinta de aluminio en el taller
Aunque la cinta de aluminio en muchas ocasiones tiene esa aura de solución provisional y poco convincente, lo cierto es que en la actualidad ya existen productos de gran calidad y que se utilizan para muchos trabajos de reparación o modificación de vehículos. Sin embargo, también tiene muchas otras aplicaciones a nivel industrial, como por ejemplo de protección para los sistemas de ventilación o como aislante de camiones o cámaras frigoríficas.
Principalmente, la cinta de aluminio se suele utilizar en el taller con las siguientes funciones:
Como protección: Puede ser usada para aislar determinadas zonas de agentes externos, por ejemplo, la cinta de aluminio puede ser muy útil para cubrir zonas interiores del coche a la hora de realizar el proceso de pintura.
Función selladora: En este caso, su principal aplicación se basa en el sellado del interior de las puertas del vehículo, permitiendo así aislarlo del polvo, la humedad o la temperatura del exterior.
Como aislante sonoro: Se suele utilizar principalmente en el salpicadero, para evitar los ruidos producidos por los componentes plásticos del airbag, y también en el interior de las puertas de los vehículos. Ofrece un gran poder aislante con solo recubrir el 10% de la superficie.
Función identificadora: La cinta de aluminio se puede utilizar, por ejemplo, para fijar la identificación del airbag o la etiqueta de la caja de fusibles, pequeñas identificaciones que no conviene fijar con otros selladores.
Como elemento de unión: Uno de los usos más habituales de esta cinta es para unir elementos plásticos como el poliuretano o el polipropileno, elementos que están muy presentes en los salpicaderos de los vehículos. También sirven para unir elementos plásticos y de tela del interior del coche, como por ejemplo los paneles de tela a las puertas. Otras cintas de aluminio también permiten unir elementos externos del coche, como por ejemplo el retrovisor a su base.
Como puedes comprobar, la cinta de aluminio no se usa en el taller para grandes o complejas reparaciones, sino que es una gran solución para esos pequeños trabajos para los que no es recomendable usar otro tipo de selladores a base de agua o de spray, o para sacarnos de pequeños apuros en el día a día.
Por otro lado, la cinta de aluminio, por su gran poder adhesivo y aislante, también puede ser utilizada para recubrir, proteger y/o agrupar piezas, instrumentos o maquinaria que necesiten estar a salvo de gases, líquidos o suciedad.
En definitiva, la cinta de aluminio es un elemento que habitualmente debemos tener a mano y que nos puede sacar de un apuro. ¿Para qué se usa en tu taller?