A veces el trabajo no nos deja disfrutar como quisiéramos de las Navidades. Son fechas en las que preferiríamos estar en compañía de nuestros seres más cercanos en lugar de estar trabajando. Sin embargo, también hay algunas formas de celebrar la Navidad en el taller que nos pueden hacer sentir, al menos por un momento, como en casa.
Decorar la fachada
Los adornos transmitirán que tu taller comparte la ilusión y la esperanza que desprende el espíritu de la Navidad. Ten en cuenta las posibilidades que te ofrece tu fachada y aprovéchalas. Un cartel navideño, un vinilo en el escaparate, un Santa Claus sujetando un neumático en la entrada... Las opciones son muy variadas.
Adornar el interior
También puedes decorar el interior de tu taller con adornos navideños: un pequeño belén, espumillón, luces de colores o incluso el típico árbol. Ten cuidado de no colocarlos en lugares donde entorpezcan el trabajo o puedan suponer algún riesgo (por ejemplo, no se debe colocar el árbol cerca de alguna zona donde se realizan operaciones que generen chispas).
El día de los regalos
La Navidad es la época de los regalos, y esto también lo puedes hacer extensible al taller. Organiza un amigo invisible, por ejemplo, y que cada uno vaya dejando sus regalos junto al árbol. El día indicado, el equipo se puede reunir para abrir sus regalos. El objetivo final, más que el regalo, es confraternizar y fomentar la unión del equipo.
Detalles para los clientes
También puede ser el momento perfecto para quedar bien con los clientes: un pequeño obsequio para el coche, un juguete para sus hijos o incluso un descuento para un futuro servicio. Este pequeño gesto es de gran ayuda para fidelizar al cliente.
Brindar por el nuevo año
El último día de trabajo del año, al terminar la jornada, reúne a tu equipo, y brinda por las cosas buenas que trajo el año que dejáis atrás y por los objetivos para el año entrante. Aprovecha para hablar sobre las expectativas para el nuevo año mientras celebras su llegada.
Jornada de puertas abiertas para los niños
¿Qué te parece organizar una jornada para los más pequeños? Puedes abrir las puertas del taller para los hijos o sobrinos del equipo. Siempre es bonito enseñarle nuestro trabajo a nuestros hijos, y nos aporta un extra de energía y de ilusión para saludar el nuevo año con la mejor de las sonrisas. Eso sí, la supervisión por parte de los adultos es fundamental.
Comida de navidad
Quien dice comida, dice cena o incluso pica-pica. Acondiciona la recepción o alguna otra sala del taller, por ejemplo. Cada miembro del equipo puede llevar algo que haya preparado. Y, ¿por qué no? La familia y los amigos también son bienvenidos. Y si estás cansado del taller, ve a un restaurante de la zona
Como ves, siempre hay maneras de disfrutar de la Navidad (o, al menos, intentarlo) aunque nos toque trabajar.
