En artículos anteriores ya os hablamos sobre los aceites ATF empleados en los sistemas de transmisión automática. Hoy vamos un paso más allá y os mostramos dos maneras de realizar un cambio de aceite ATF.
Los sistemas de transmisión automática son aquellos que detectan por sí mismos el régimen de revoluciones del motor y son capaces de realizar el cambio de marchas sin que el conductor tenga que pisar el embrague y accionar la palanca de cambios. No es un sistema muy habitual en España o Europa, pero sí en otros países del mundo, como es el caso de los vehículos producidos en Estados Unidos.
En la actualidad se pueden encontrar diversos tipos de cajas de cambios automáticas (con convertidor de par, robotizadas, de doble embrague, etc). Todas ellas necesitan que se les dispense un mantenimiento adecuado, lo cual incluye el cambio del aceite ATF.
Cambiar el aceite ATF en transmisiones automáticas
Las cajas de cambios automáticas están compuestas de numerosas piezas móviles, algunas de las cuáles solo están en contacto con el ATF, mientras que otras están completamente sumergidas en éste. Esto quiere decir que el ATF es fundamental para el correcto funcionamiento de la caja de cambios. Por tanto, hay que comprobar su nivel periódicamente y cambiarlo en caso de que sea necesario. En caso de no hacerlo la transmisión irá perdiendo efectividad y se producirá la acumulación de impurezas que pueden provocar desgaste e incluso la rotura de la transmisión.
Existen dos procedimientos a la hora de cambiar el ATF de la caja de cambios. Ambos son válidos, aunque a continuación explicaremos los motivos por lo sque uno nos parece mejor que el otro.
El primer sistema consiste en vaciar el aceite a través del cárter. Es el más rápido y sencillo, y es cierto que se logra extraer gran parte del aceite ATF ya usado. Sin embargo, no se logra extraer el 100% y siempre se dejan restos de suciedad e impurezas en el interior de la caja. Esto implica que al rellenar con aceite nuevo, éste se mezclará con el antiguo y con las partículas e impurezas que quedaron dentro.
El segundo sistema es el que os recomendamos desde Ruta 401 y consiste en tener un equipo especial para extracción y llenado de ATF. Para emplear estas máquinas antes se debe quitar el cárter y cambiar el filtro de la caja de cambios. Se conectan a la caja de cambios mediante unas mangueras de entrada y salida que garantizan la extracción de aceite viejo y la inyección de aceite nuevo sin que ambos líquidos se mezclen. Junto con el aceite, estos equipos también succionan casi todas las impurezas que pudiesen quedar en el sistema, garantizando que una vez hecho el cambio la proporción de aceite nuevo será del 97%. Se trata de una operación que no se demora demasiado (unos 20 o 30 minutos) y que garantiza el correcto cambio del ATF.
Además, en la actualidad estos equipos han evolucionado y realizan operaciones como el llenado de aceite de forma automatizada. Todo el proceso se puede gestionar desde un panel de mandos, a través del cual se gestionan los niveles de ATF para ceñirse a las recomendaciones del fabricante y garantizar ua lubricación óptima. Incluso incorporan otras funciones adicionales, como la posibilidad de guardar la información en una base de datos e incluso imprimirla desde el propio equipo de extracción. Pero, sin duda, su función estrella es la de limpieza automática, que evita la acumulación de suciedad y aumentala vida útil de la transmisión.
Ambos sistemas son sencillos y bastante rápidos, pero la efectividad que se consigue con la máquina de extracción y llenado es mucho mayor. Todas sus ventajas redundan en un mayor cuidado de la transmisión y el aumento de su vida útil.