Desde hace unos años, los talleres mecánicos móviles y de asistencia a domicilio han experimentado un gran auge y se han convertido en una opción escogida por muchos de los emprendedores interesados en el sector de la reparación de vehículos.
Los talleres móviles consisten en vehículos (furgonetas o pick ups) equipados con todo lo necesario para realizar cualquier reparación mecánica básica. Los mecánicos atienden los servicios en una centralita o a través de otros canales (WhatsApp, por ejemplo) y se desplazan al lugar indicado para prestar el servicio.
Algunos optan por abrir desde cero un taller móvil independiente que ofrezca únicamente servicios a domicilio o en vías públicas; otros, expanden su negocio y vinculan al taller principal estos nuevos servicios de asistencia en domicilio o en carretera.
En cualquier caso, los beneficios son múltiples. Los costes fijos son menores y la inversión inicial no es tan elevada. Además se ofrece a los clientes un servicio exclusivo basado en la rapidez y la comodidad.
Sin embargo, desde su aparición, estos talleres móviles han estado envueltos en polémica ya que el marco legal no establece una legislación clara para este tipo de nuevos talleres. Esto ha provocado que muchos de ellos hayan estado operando dentro de la alegalidad o, directamente, de forma ilegal.
Conepa busca el marco legislativo común
En este sentido, la patronal Conepa lleva años pidiendo que se establezca un marco normativo común para los talleres tradicionales y los talleres móviles. Hasta el momento la única norma que regula la actividad de los talleres móviles se encuentra en el Real Decreto 455/2010, y señala que “la actividad de asistencia mecánica o eléctrica en carretera deberá ser realizada como servicio dependiente de un taller”.
Por su parte, los talleres móviles defienden su independencia del resto de taller y niegan su obligación de prestar sus servicios como empresa o entidad de asistencia vinculada a un taller. El resultado es que los talleres móviles defienden la legalidad de sus servicios, mientras que la patronal y los talleres tradicionales aluden a una presunta competencia desleal.
El Ministerio de Industria tiene la última palabra
Conepa se ha dirigido al ejecutivo español en varias ocasiones para conseguir que se revisara el marco normativo referente los talleres de reparación. Fue la vicepresidenta y portavoz del gobierno quien, en enero de 2015, trasladó al Ministerio de Industria la petición.
En diciembre de 2015 la secretaria de estado de Industria se comprometió a estudiar el marco legal de los talleres españoles y establecer una normativa para los servicios móviles de reparación y asistencia. En abril de 2016, ante el silencio del Ministerio de Industria, Conepa insistió con una nueva carta en la que recordaban “la necesidad de regulación de los servicios de reparación y mantenimiento de vehículos realizados fuera de los talleres”. De momento, sigue sin haber noticias al respecto.
Lo que está claro es que para evitar la proliferación de “piratas” y de talleres ilegales, es necesario contar con una regulación sólida del sector y, en estos momentos, se está demostrando que no la hay.
