¿Sabes cuándo debes sustituir las herramientas del taller?

Por Ruta 401

Para que un taller funcione es básico contar con una buena mano de obra. Sin embargo, los profesionales y operarios del taller no podrán realizar su trabajo con la máxima eficacia si no cuentan con las herramientas adecuadas.

herramientas-de-taller.jpg

 

La inversión en las herramientas de un taller medio suele oscilar entre los 30.000 y los 50.000 euros, pudiendo llegar hasta los 100.000, dependiendo de la calidad y variedad del equipo. Por ello, es importante realizar un mantenimiento continuo y saber cuándo es necesario sustituir las herramientas del taller.

Un taller debe contar con una serie de herramientas imprescindibles, tales como elevadores, bancos de trabajo, gatos hidráulicos, juegos de sierras, alicates, destornilladores, llaves varias, máquinas para desmontar y equilibrar neumáticos, aparatos para comprobación de válvulas, máquinas de diagnosis y un largo etcétera. Si además, el taller ofrece servicio de chapa y pintura, hay que incluir cabina, máquina de pintura, extractores, lijadoras, pistolas de pintura, y un sinfín de útiles básicos para poder dar el mejor servicio a los clientes y lograr que siempre vuelvan.

DESCARGAR GUÍA SOBRE HERRAMIENTAS EN EL TALLER

Llegados a este punto, hay que remarcar que la vida de los útiles de trabajo no es eterna. Las herramientas se desgastan, perdiendo poco a poco su utilidad, alargando los tiempos de reparación, disminuyendo la eficacia del taller y aumentando los riesgos de seguridad para los trabajadores. Por ello, surge el problema de cuándo renovar las herramientas.

Para renovar las herramientas es necesario analizar qué tipo de herramienta se trata. Hay ciertos útiles que pueden durar casi toda la vida. No es raro que en un taller existan herramientas de generaciones anteriores que funcionen a la perfección, como por ejemplo un calibre, vacuómetro u otras herramientas, generalmente manuales.

Las herramientas eléctricas y electrónicas han supuesto una ayuda al trabajador pero, por contra, sufren más averías y su vida útil es menor. Además, una mala manipulación por falta de formación o desconocimiento puede provocar que estas herramientas se estropeen más fácilmente. 

En los talleres de chapa y pintura hay que tener especial cuidado con la limpieza de los elementos. Si un pintor deja su pistola sin limpiar es probable que esa pistola ya no vaya a pintar igual que al principio. Por ello, es muy importane que los trabajadores entiendan que las herramientas deben manipularse correctamente.

A la hora de renovar las herramientas existen dos opciones: 

  • Acudir a un proveedor de herramientas que venda equipo nuevo. De esta manera las herramientas están sin estrenar y se dispone de garantía en caso de avería. El precio es mayor, pero también la calidad y la vida útil.
  • Buscar en el mercado de segunda mano. La principal ventaja de comprar a proveedores que venden de segunda mano es que se pueden encontrar kits de herramientas en un excelente estado a muy buen precio. Si se elige esta segunda opción hay que analizar muy bien las herramientas antes de comprarlas.

Si hablamos de tiempos concretos, hay que acudir a la tabla de vida útil de los bienes físicos del SII (Servicios de Impuestos Internos). Según estos datos las instalaciones eléctricas o los compresores tienen una vida útil media de 10 años. Las maquinarias pesadas y equipos en general, de 15 años. Y si nos vamos a las herramientas, las pesadas tienen una vida útil de 7 años, y las livianas de 3. Pero, por supuesto, todo ello depende del uso que les demos y del mantenimiento llevado a cabo.

 New call-to-action

 

Categorias: Gestión