El imparable aumento del número de vehículos ha provocado que muchas ciudades de Europa hayan limitado la circulación por su área metropolitana. En España, este protocolo anticontaminación se aplica en Madrid y Barcelona, pero pronto podría ser extensible a otras localidades.
¿En qué consiste el protocolo anticontaminación?
El protocolo anticontaminación es una normativa que ha entrado en vigor en ciudades como Madrid y Barcelona, y que limita el uso y estacionamiento de ciertos vehículos en función de las condiciones ambientales.
Estos protocolos se activan en función de los niveles de contaminación, que se pueden dividir en los siguientes:
Madrid
- Preaviso: se activa si el nivel de contaminación es superior a 180 µg/m³.
- Aviso: a partir de los 200 g/m³.
- Alerta: se pone en marcha al superar los 400 µg/m³.
Barcelona
- Aviso preventivo: a partir de 160 µg/m³.
- Episodio: se activa al sobrepasar los 200 µg/m³.
Dependiendo del nivel de alerta y de los días consecutivos que lleve en funcionamiento, se pueden establecer diferentes escenarios.
Fuente del gráfico: Ayuntamiento de Madrid.
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En este artículo tienes todos los datos referentes a los posibles escenarios en Madrid.
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En este otro puedes ver la información sobre el protocolo en Barcelona.
¿Quién tiene que cumplir esta normativa medioambiental?
Todos los automóviles y furgonetas que circulen por Madrid, Barcelona o las áreas que rodean a estas ciudades están obligados a este protocolo, pero no todos necesitan llevar necesariamente un distintivo.
¿Cuál es el sistema de identificación de vehículos?
Dependiendo del nivel de alerta y el escenario vigente, se limita la circulación (y el estacionamiento) en algunas zonas a determinados vehículos. Para ello, se emplean tarjetas identificativas, las cuales informan sobre el tipo de vehículo y su grado de contaminación:
- Etiqueta azul oscuro: hace referencia a los coches con cero emisiones. La llevan los vehículos eléctricos, híbridos enchufables o alimentados con hidrógeno.
- Etiqueta verde o azul claro: la deben llevar los híbridos enchufables con autonomía inferior a 40 km y los vehículos que funcionan con GNP o GLP.
- Etiqueta verde: obligatoria para los coches diésel matriculados a partir de 2014 y los gasolina a partir de 2006.
- Etiqueta amarilla: identifica a los coches diésel matriculados a partir de 2014 y los gasolina a partir del año 2000.
¿Cómo adaptar un vehículo al protocolo anticontaminación municipal?
Las personas que viven o conducen habitualmente por estas ciudades deben tener mucho cuidado con las emisiones contaminantes del vehículo.
La entrada en vigor de este protocolo obligará a realizar revisiones periódicas de elementos del vehículo, como la válvula EGR. Otros elementos capaces de provocar un aumento en los niveles de contaminación son el turbo o el sistema de inyección si no funcionan correctamente.
Los conductores que circulen por zonas restringidas, según la clasificación de su vehículo (independientemente de que lleve tarjeta identificativa o no) se exponen a multas de hasta 90 euros.
Sin duda, es una medida que no ha gustado a muchos conductores porque limita su movilidad. Sin embargo, también es una normativa necesaria, ya que el aumento de la contaminación en las grandes ciudades es preocupante. Veremos si este tipo de iniciativas son efectivas a largo plazo.