Iluminación en el taller, la luz adecuada para cada lugar

Por Ruta 401

En cualquier centro de trabajo, uno de los factores que ayuda a generar un buen ambiente es la iluminación. Una iluminación apropiada repercute en la productividad del taller. Además, ser eficientes energéticamente hará que los profesionales trabajen con mayor comodidad y que no tengan que forzar la vista. Con lo que también se evitan posibles enfermedades y lesiones como consecuencia de una visión deficiente.

iluminacion taller

La recomendación principal es el uso de iluminación natural o luz solar, con su evidente ahorro económico. Pero tiene un hándicap: no siempre se puede disponer de la misma cantidad de luz solar. Y para un correcto trabajo en el taller necesitas que la luz sea uniforme y evitar que se creen zonas de sombra. Si eres capaz de aprovechar adecuadamente la luz natural en los momentos que puedas, tendrás un buen camino recorrido en eficiencia energética. Recuerda que, en la medida de lo posible, la iluminación artificial debería ser un complemento de la luz natural.

Lo más conveniente es que utilices la luz necesaria en cada zona.  Aunque pueda parecer un engorro, eso impedirá gastar demasiada luz en áreas que no necesitan tanta o quedarse corto en las que se precisa de mayor potencia. Lo notarás en la productividad y también en las cuentas: el ahorro económico es evidente. Para cada zona del taller hay un tipo de iluminación.

 

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Cada zona de trabajo debe tener una iluminación diferente

Pero para saber cuál es la iluminación apropiada para cada lugar, debes conocer dos términos:

  • Nivel luminoso. Es el nivel de iluminación recomendado para cada espacio.
  • Lux. Es la unidad de medida del nivel luminoso. Para calcularla hay que medir los lúmenes de las fuentes de iluminación por los metros cuadrados de la zona. Para que te hagas una idea, una bombilla halógena de 10W equivale entre 50 y 80 lúmenes.

Una vez conocidos estos dos conceptos, hay unas recomendaciones mínimas para el uso eficiente de la iluminación, en función de la zona del taller en la que te encuentres:

  1. Áreas de trabajo. Las zonas de trabajo deben tener un buen nivel luminoso. La precisión en los detalles las hace zonas con mucha necesidad de luz. Se debe considerar un mínimo de 500 lux, aunque en la mayoría de trabajos se necesita casi el doble. Entre 750 y 1200 lux es la recomendación. Hay zonas que requieren de mayor luz, como por ejemplo las zonas de pintura. En ellas, es mejor el uso de luz natural siempre que sea posible.   
  2. Recepción y oficinas. Para un trabajo de oficina normal se necesitarán 500 lux, si la iluminación natural no es suficiente. La recepción debe contar con una luminosidad de 300 a 600 lux.
  3. Zonas de paso. Son zonas con poca necesidad lumínica, pues sirven para desplazarse caminando y sobra con distinguir el área de tránsito. Un mínimo de 100 lux son suficientes en estas zonas, que incluyen la iluminación de emergencia.
  4. Almacenes y lugares de archivo. 150 lux. Un poco más que las zonas de paso, aunque no necesitan de una iluminación continua ni fuerte.
  5. Fosos. Evidentemente, se hace necesario el uso de lámparas de mano, pero deberías pensar en algún sistema que permita al mecánico tener las manos libres.

Estos son los niveles recomendados, pero debes tener en cuenta que hay algunos condicionantes que exigen que se aumenten como pueden ser:

  • Si el contraste de color o luz entre el objeto que se pretende ver y el fondo es débil.
  • Si existe riesgo de caída o accidente. Por ejemplo, es un riesgo habitual en zonas de reparaciones o en algunas zonas de paso si no se tienen despejadas.

En todos los casos, la recomendación es buscar iluminación artificial cuya temperatura de color esté cercana a los 6500 grados Kelvin, que emiten brillo blanco. Es la llamada daylight o luz diurna, que equivale a la luz solar.

 

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