¿Cómo homologar un coche histórico para que todo vaya sobre ruedas?

Por Ruta 401

Para poder homologar kits de piezas o recambios, estos deben estar sujetos a la normativa vigente y contar con la aprobación de una entidad cualificada. Pero, ¿qué ocurre con los coches históricos? ¿Qué se necesita para homologar uno de estos vehículos?

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Coches históricos vs. coches clásicos

En primer lugar, hay que destacar que nos estamos refiriendo a los vehículos históricos, que no son lo mismo que los vehículos clásicos. Los vehículos clásicos se podrían definir como aquellos que tuvieron una gran repercusión en una época pasada, y no existe una cifra de años concreta a partir de la cual un coche se pueda considerar un “clásico”.

En cambio, al hablar sobre los coches denominados históricos, hacemos referencia a un tipo de vehículo con unas características muy concretas:

  • Ha de tener, como mínimo, 25 años desde la fecha de la primera matriculación.
  • No debe incorporar ninguna pieza que modifique el aspecto original del vehículo.

Cabe decir que homologar vehículos históricos tiene ciertas ventajas. Por ejemplo, no pagan impuesto de circulación, y no están obligados a adaptarse a las normas de seguridad vigentes (basta con que cumplan las estipuladas en su época).

¿Cómo homologar un coche histórico?

Para homologar un vehículo histórico, se deben cumplir una serie de requisitos adicionales a los vistos en el epígrafe anterior. Pasemos a ver todo lo relacionado con los trámites que hay que realizar.

En primer lugar, es imprescindible entregar una documentación básica que citamos a continuación:

  • Fotocopia del DNI. Si no fuera el mismo que figura en el permiso de circulación, se deberá proporcionar una prueba del cambio de titularidad del vehículo.
  • Fotocopia de la ficha técnica original o del permiso de circulación.
  • Certificado de alta en un club de vehículos históricos.
  • Informe del fabricante o de dicho club en el que se explique por qué el coche puede formar parte de los llamados vehículos históricos.
  • En caso de que el vehículo sea importado de otro país, hay que presentar un justificante de compra original o la ficha técnica del país de origen.
  • Fotografías del vehículo, incluyendo carrocería, interiores, número de bastidor, etc.

Una vez que se tenga toda esta documentación, hay que acudir a un laboratorio oficial donde examinarán la información aportada, así como el propio vehículo. Basándose en esta revisión, el laboratorio emitirá un informe en el que se dictaminará si el coche es apto o no para figurar como vehículo histórico.

Con este informe y el resto de documentación, hay que acudir a la Delegación Provincial de Industria, donde se indicarán las limitaciones a la circulación del vehículo, los plazos para superar las revisiones técnicas y los requisitos que el coche tendrá que cumplir en ellas.

El siguiente paso antes de poder matricular el coche será acudir a la ITV con el informe elaborado por el laboratorio y el certificado expedido por la Delegación de Industria (o el órgano competente de cada comunidad autónoma). Una vez conseguida la tarjeta ITV, el vehículo ya será apto para su matriculación.

El coche ya está homologado, pero para poder circular es necesario realizar unos últimos pasos en la Jefatura Provincial de Tráfico. Los más importantes son solicitar el formulario para conseguir el permiso de conducción de vehículos históricos, y asegurarse de entregar los resguardos que certifican el pago de las tasas correspondientes. El resto de documentos se van obteniendo a lo largo del proceso.

Siguiendo estos pasos no habrá problema para homologar un coche histórico y poder disfrutar de su magia y encanto.

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