En un artículo anterior hablamos acerca de la fijación de tornillos y en este caso lo hacemos sobre uno de los elementos que los componen: las roscas. Vemos los tipos de roscas que existen y algunos productos recomendados para su sellado y correcto mantenimiento.
Una rosca se puede definir como el elemento de un tornillo que permite la fijación de dos elementos entre sí. Presenta una serie de estrías o fileteados que son los que permiten girar las roscas o enroscar los tornillos sobre un elemento fijo.
Las roscas se pueden diferenciar por su diámetro, longitud, perfil y frecuencia de las estrías. Su clasificación no es sencilla ya que existe una gran diversidad. En cualquier caso, algunas de las más comunes son:
Por otro lado, según su perfil podemos encontrar:
A un fijador de roscas se le exige que garantice la durabilidad de las uniones durante el mayor tiempo posible y que ofrezca una alta resistencia térmica y mecánica. Pero, más allá de eso, la sociedad actual demanda productos cada vez más respetuosos con el medio ambiente y con la salud de las personas. Es por eso que algunos fabricantes comercializan productos, como LOCTITE 2700 y LOCTITE 2400, que, además de garantizar la durabilidad y efectividad de las uniones, destacan por estar exentos de sustancias perjudiciales para la salud en su composición.
Estos productos se suelen clasificar según su resistencia (baja, media o alta, dependiendo de la fuerza que se requiera para su desmontaje) o su viscosidad, y son especialmente eficaces a la hora de prevenir la relajación y el autoaflojamiento de las roscas.
Cabe destacar que antes de proceder a fijar las roscas es muy importante preparar la superficie de forma adecuada. Sólo así tendremos éxito en la aplicación del fijador.
Una vez seca la pieza, se aplica un cordón de unos 2 mm sobre la rosca, que se coloca en el orificio correspondiente de la forma habitual. En el siguiente vídeo se pueden ver más a fondo las características de LOCTITE 2400 y su modo de aplicación correcto:
Los fijadores de roscas, como LOCTITE 2400 y 2700, garantizan la fijación atornillada con el paso del tiempo, algo fundamental para este tipo de uniones, pero, además, añaden un plus muy atractivo para el profesional del taller al no ser nocivos y no presentar riesgo.
Fecha de actualización: 21 de marzo de 2024