En nuestros talleres necesitamos productos cada vez más especializados, debido a la evolución de los materiales que se utilizan en los vehículos actuales. Cada material tiene unas características distintas, por lo que los procesos de montaje y de reparación también son diferentes.
En lo referente a las grasas de uso específico en automóviles, existen muchos tipos según los materiales y las condiciones de trabajo. Las grasas de cobre son un ejemplo y, por ello, en ellas nos centramos en este artículo.
Las grasas de cobre son de uso habitual en los montajes y reparaciones del coche, ya que la mayoría de sus elementos están sujetos a condiciones extremas de trabajo, ya sea por su rozamiento continuo, por los cambios bruscos de temperatura o por el trabajo a temperaturas elevadas.
Las grasas de cobre son ideales para tratar metales con el fin de protegerlos del óxido, la corrosión y el gripado, tanto térmico por la exposición prolongada a altas temperaturas, como mecánico cuando se trata de uniones roscadas fijadas con un par de apriete muy elevado. La función principal de la grasa de cobre es actuar como lubricante para la pieza en cuestión y prevenir el agarrotamiento, fundamentalmente, en elementos roscados que soportan altas temperaturas o elevadas presiones. Por tanto, el antigripante debe estar diseñado para soportar cambios de temperatura sin perder sus características ni gotear.
Entre las mejores opciones está LOCTITE LB 8008, una grasa de cobre diseñada para ser eficaz en el montaje de diferentes componentes expuestos a temperaturas diversas (turbos, intercambiadores de calor, etc.), en elementos que friccionan y pueden generar chirridos o soldarse, y en diferentes tipos de metal.
La elección del producto adecuado nos asegura unos resultados óptimos en las reparaciones, lo cual repercute positivamente en el mantenimiento del vehículo. Utilizar la grasa de cobre adecuada no solo facilita un desmontaje posterior, sino que evita la rotura de tornillos, el desgaste o la soldadura por fricción y el agarrotamiento, a la vez que previene de la aparición de holguras y corrosiones que puedan provocar averías en un futuro. Esta recomendación es extensible para todo tipo de antigripantes, no solo en base cobre.
¿Cuántas veces se te ha roto un tornillo o un espárrago durante un desmontaje? Un ejemplo sería el desmontaje de tornillería en colectores de escape. Trabajan a unas temperaturas muy altas y con vibraciones elevadas, así que no es de extrañar que las piezas se resientan.
Para evitar este problema, basta con aplicar unas gotas de LOCTITE LB 8008 en el principio de la rosca de los espárragos antes del montaje. Con ello, se previene la corrosión, se evita la soldadura, y se consigue reducir el tiempo de actuación y los problemas en futuros desmontajes.
¡No olvides cerrar bien el envase tras haberlo utilizado! Es importante tenerlo en cuenta para eliminar el riesgo de que el producto pierda propiedades. Una pérdida de propiedades puede hacer que la grasa de cobre reduzca su eficacia o incluso que no cumpla con su función. Esta premisa básica, junto con una aplicación ajustada a la ficha técnica del producto, permiten la consecución del mejor resultado posible.
Por tanto, si tu objetivo es proteger las piezas metálicas de los vehículos de la corrosión, el óxido y el agarrotamiento, la grasa de cobre constituye un gran aliado para obtener tu objetivo
Así pues, ¡La grasa de cobre no puede faltar en tu taller!
Fecha de actualización: 6 de noviembre de 2023